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El petróleo fantasma de Venezuela que casi cuesta la ruina a una enorme refinería europea

El mercado de petróleo es un mercado absolutamente global. La mejora en eficiencia y coste de los medios de transporte permite que los flujos de petróleo se muevan por el mundo creando un mercado muy competitivo: si una refinería española, por ejemplo, encuentra petróleo más barato en EEUU pueda traerlo desde el otro lado del Atlántico obteniendo una rentabilidad mayor que si hubiera comprado a un país más cercano geográficamente. Sin embargo, a veces este tipo de operaciones también entrañan riesgos, sobre todo cuando se realizan con países cuyo compromiso para cumplir contratos no es su punto fuerte. Esto es precisamente lo que le ha sucedido a una refinería polaca que ha ‘comprado’ grandes cantidades de petróleo fantasma venezolano.

La historia comenzó a finales de 2023, concretamente en octubre de ese año, cuando EEUU anunció el levantamiento parcial de las sanciones que impedían a Venezuela exportar su crudo con libertad. Aunque el levantamiento de las sanciones era temporal, muchas empresas vieron la oportunidad para reanudar su actividad comercial con el país más rico del mundo en reservas de petróleo (más 300.000 millones de barriles). Un buen ejemplo de ello fue el de Orlen.

Orlen es una gran compañía polaca de refino de petróleo. Esta empresa es la mayor cotizada de Polonia y cuenta con importantes operaciones en su país natal, pero también en la República Checa, Alemania y los países bálticos. La empresa, que gestiona una de las refinerías más importantes de Polonia, fletó varios superpetroleros entre noviembre y diciembre para comprar crudo venezolano. La oportunidad era buena a priori. Los vendedores de crudo venezolanos ofrecieron precios interesantes, tras años de sanciones, para intentar recuperar aparte de su clientela. De modo que los buques petroleros comenzaron a llegar a las costas de Venezuela.

Un buen ejemplo de estas operaciones fue el Very Large Crude Carrier (un VLCC que puede llevar más de 1,5 millones de barriles de crudo) Olympic Trophy, fletado por unos 13 millones de dólares por la polaca Orlen. Este buque tenía previsto cargar a principios de diciembre crudo venezolano. Sin embargo, se cree que esta es una de las naves que ‘nunca volvió a casa’ con la mercancía prometida. Resulta complicado saber a ciencia cierta quién está detrás de este engaño: un trader independiente, la propia PVDSA… Tampoco sería descartable que tras el levantamiento de las sanciones la PVDSA creyera que su capacidad para producir petróleo era mayor de la que finalmente fue. Esto pudo llevar a la empresa venezolana a vender más petróleo por adelantado del que realmente podía producir.

Perdidas millonarias para la refinería

Sea como fuere, lo cierto es que hay empresas que han perdido millones de dólares con este petróleo fantasma y entre ellas destaca la polaca Orlen. La refinería más grande de Polonia ya se ha rendido. Sus dirigentes saben que cometieron un error y han decidido dar por perdido ese petróleo. Así, en abril anunciar la cancelación de los contratos que tenían para traer el crudo de Venezuela.

Orlen explicó que su filial, Orlen Trading Switzerland GmbH, no recibió los barriles por los que realizó varios pagos anticipados. El valor total de la cancelación es de 1.600 millones de zlotys, o 400 millones de dólares. No se indicó la cantidad de suministro no entregado. Orlen ha pedido que se le devuelva el dinero de los pagos anticipados, lo cual no ha sucedido, y que la recuperación de los fondos parece poco probable.

No estaba claro exactamente qué cargamentos estaban involucrados, pero hasta hace poco había al menos dos superpetroleros gigantes fletados por Orlen anclados frente a las costas de Venezuela. Esos barcos debían cargarse en diciembre, pero permanecieron inactivos durante varios meses, acumulando grandes tarifas de espera.

Orlen no ha respondido a las preguntas realizadas por la agencia Bloomberg. Pero tras la confirmación de Reuters parece claro que la refinería de petróleo polaca ha cancelado por completo todos los contratos para adquirir petróleo crudo y productos refinados venezolanos. Los costes han sido notables para esta firma y su filial: se habla de decenas de millones de euros.

Los buques se amontonan en Venezuela

Los contratos de alquiler de grandes buques petroleros establecidos por la unidad de la refinería especializada en el transporte y denominada Orlen Trading Switzerland (OTS), con sede en Suiza, se cancelaron el pasado mes de abril. La razón es sencilla, los buques petroleros de esta firma se estaban amontonando en los puertos de Venezuela a la espera de recibir un petróleo que nunca llegó.

Esto explicaría, en parte, por qué a finales de 2023 y principios de 2024 se pudieron ver remolinos de petroleros en las cosas de Venezuela esperando cargar crudo. Remolinos de buques petroleros, sedientos de ‘oro negro’, han estado haciendo cola a la espera de recibir un crudo venezolano que no termina de llegar. Pese a que EEUU levantó las sanciones durante 6 meses (en febrero se han vuelto a activar) a la industria del país caribeño, Caracas ha sido incapaz de cumplir con los contratos de entrega de crudo que ya tenía de hace meses.

Más allá del VLCC comentado en párrafos anteriores, Reuters ha revelado que la carga de hasta seis petroleros, incluidos tres buques de transporte de crudo muy grandes (VLCC, por su sigla en inglés), prevista inicialmente para diciembre y enero, no llegó a introducirse en los buques. Esto ha supuesto unos costes diarios de 600.000 dólares (pagos por tener a los buques alquilados y paradas), mientras que la proximidad de la fecha de cierre de la ventana de las sanciones llevó a Orlen a cancelar el contrato, según el gerente al que ha tenido acceso Reuters. Tras confirmar la reimposición de las sanciones, Estados Unidos dio un plazo de 45 días, o hasta el 31 de mayo, para completar transacciones pendientes. Sin embargo, Orlen ha renunciado a ello y ha preferido cancelar por completo sus contratos.

Es posible que Orlen no se la única empresa que se haya visto ‘estafada’ en este caso u otro similar. Ahora que EEUU ha vuelto a imponer sanciones sobre el crudo venezolano, estos buques han comenzado a abandonar las cosas del país caribeño. El problema es que vuelve a sus destinos vacíos, incluso después de haber pagado por adelantado la materia prima.

Ahora, los buques están abandonando Venezuela. El Gobierno de Maduro y los tribunales venezolanos no han dado los pasos que EEUU esperaba para que se mantuviera la exención de las sanciones. Hace unos meses, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ya anunció la reactivación de las sanciones contra la Compañía General de Minería de Venezuela, después de que el Tribunal Supremo venezolano confirmara la inhabilitación de María Corina Machado, candidata presidencial de la oposición. Ahora, Venezuela y PDVSA vuelven a enfrentarse al ostracismo y el anquilosamiento. La oxidación de la que fuera una industria capaz de producir casi 3,5 millones de barriles cada día parece algo inevitable que queda reflejado en estos acuerdos fantasma que han puesto contra las cuerdas a una de las refinerías europeas más importantes.

Aunque sea para terminar, también resulta importante comentar que Orlen es una empresa que se encuentra bajo vigilancia. El gobierno de Polonia ha estado ejerciendo presión sobre esta firma por los posibles vínculos entre el ex director general de la empresa, Daniel Obajtek, y el grupo libanés Hezbolá, apoyado por Irán. El primer ministro Donald Tusk ya había planteado anteriormente la posibilidad de irregularidades en su unidad comercial suiza, precisamente la que se encarga de fletar los buques petroleros que no lograron cargar el crudo prometido en Venezuela. Tusk aseguró en marzo que la empresa podría estar en «problemas muy serios», sin dar más detalles.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2024-05-07 02:49:24
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas

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