Hay gente para todo, incluida la que renuncia voluntariamente a cualquier tipo de distracción en los trayectos en avión, sea cual sea la duración del viaje. El fenómeno se conoce como rawdog o rawdogging, anglicismo que literalmente podría traducirse como perro crudo y que viene a ser lo más parecido a lo que haría la mascota en idénticas circunstancias, es decir, sentarse, ajeno a cualquier pantalla, sin libros ni música y hasta sin conversación. Tampoco vale hojear la revista corporativa de la aerolínea o las indicaciones impresas sobre las actuaciones en caso de emergencias del avión. La única concesión consiste en mirar por la ventana o escrutar al personal de abordo y al resto de los pasajeros hasta donde alcance la vista. Los más puristas renuncian hasta al sueño para luego presumir de fuerza de voluntad y de capacidad de abstracción de forma premeditada.
Frente a esta curiosa renuncia a consumir cualquier tipo de entretenimiento en el avión, la filial británica de Telefónica, Virgin Media O2, propone una serie de consejos para aquellos que se ven obligados a practicar este ‘deporte’ en contra de sus deseos, porque les pilla el tiempo de viaje sin haber descargado películas, series o música, y con el móvil o tableta rigurosamente apagados.
Un estudio del operador de telecomunicaciones revela que el 27% de los británicos se olvida de descargar el entretenimiento antes de viajar, por lo que no les queda más remedio que probar el rawdog. Sin embargo, para el 73% restante, la teleco recuerda a los usuarios la conveniencia de almacenar en modo offline contenidos cinematográficos, podcasts, música y audiolibros antes de perder la conexión WiFi o celular. Para el trayecto de vuelta, la misma teleco recuerda que es la única gran red que, en el Reino Unido, «no cobra a sus clientes tarifas de itinerancia en la UE, lo que significa que pueden utilizar su teléfono como lo harían en casa sin tener que preocuparse por costes de itinerancia no deseados». En concreto, ofrece hasta 25 GB de datos móviles libres de las tarifas internacionales.
Asimismo, un estudio de O2 revela que casi 6 millones de personas elegirán viajar este verano sin nada que pudiera entretenerles durante el trayecto. Pero para el resto de pasajeros que practican el ‘rawdog’, el director comercial de Virgin Media O2, Christian Hindennach, ofrece algunos consejos para que los no se vean afectados por las indeseadas tarifas de itinerancia de la UE: «Comprueba tu tarifa de móvil antes de irte de vacaciones para ver si incluye una franquicia de itinerancia. Si no es así, comprueba cuánto cuesta utilizar tus datos en el extranjero para saber a qué atenerte».
El roaming no es un problema que afecte a los ciudadanos europeos, ya que desde 2017 disfrutan de los mismos precios y condiciones en sus viajes por el continente que los que tienen contratados en sus respectivos países. Pero ese no es el caso para los británicos, ni tampoco para los viajes de los europeos a Suiza, ajenos a la homogeneidad del euro, con monedas oficiales como la libra esterlina o el franco suizo.
El mismo directivo propone «añadir un límite de gasto para evitar facturas no deseadas e inesperadas. Sorprendentemente, más de la mitad del 51% de los usuarios no se plantean aplicar un límite de gasto antes de viajar, lo que puede ser un error muy costoso. Si no tiene incluido el roaming en su plan de telefonía móvil, recuerde desactivar la itinerancia de datos antes de volar para evitar posibles tarifas de roaming al aterrizar».
Por último, Hindennach sugiere descargar contenidos antes de salir al extranjero. De hecho, según VMO2, «un considerable 44% de los británicos pierde hasta cuatro horas de sus vacaciones por quedarse en su alojamiento para poder conectarse a WiFi».
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es
Publicado el: 2024-07-17 07:16:36
En la sección: elEconomista tecnologia