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Google ‘enchufa’ su inteligencia artificial en miles de semáforos

Google 'enchufa' su inteligencia artificial en miles de semáforos

Cuentan ciertos taxistas en Madrid que podrían circular por el centro de la capital durante varios kilómetros, siempre con los semáforos en verde, y por la mismísima calle de Velázquez. Basta con intentarlo en días de poco tráfico y manteniendo una velocidad constante de 43 kilómetros por hora, para así cruzar del tirón todo el Barrio de Salamanca, entre la calle de Alcalá y María de Molina. Algunos definen este fenómeno casi paranormal como la ‘ola verde’, en referencia a las virtudes ambientales que supone dicha práctica.

No existe constancia documental sobre el uso de algoritmos predictivos en esa calle, aunque el ayuntamiento que lidera José Luis Martínez-Almeida maneja decenas de variables relacionadas con el tránsito en las grandes vías de la ciudad.

Con el uso potencial de inteligencia artificial allá donde se pueda reposar la vista, parece fácil de adivinar que las frecuentes paradas en las intersecciones de las calles estarán en el punto de mira del fenómeno. A grandes rasgos, esos 20 o 30 segundos de espera en cada paso de peatones provoca casi un tercio de las emisiones procedentes de los automóviles en las grandes ciudades. En el caso de Seattle, esa situación, repetida millones de veces, genera emisiones de mil toneladas métricas de dióxido de carbono al día, según estimaciones de la firma de análisis Inrix.

Consciente de la creciente importancia de la gestión de los semáforos en las grandes urbes, Google ha puesto a investigar a sus especialistas en inteligencia artificial para ofrecer una solución digna de aplicación en todo el mundo. Por lo pronto, una docena de ciudades ya lo han puesto a prueba con resultados alentadores. Abu Dabi, Bali, Bangalore, Budapest, Haifa, Hamburgo, Hyderabad, Yakarta, Calcuta, Manchester, Río de Janeiro y Seattle utilizan la denominada Green Light de Google Research, y se espera que otras grandes poblaciones se interesen por la iniciativa. Sólo en esas grandes ciudades, la solución desarrollada por Google permite ahorrar combustible y reducir las emisiones de hasta 30 millones de viajes en coche al mes. Ante estos datos, Google ha habilitado una lista para que los gestores municipales interesados puedan apuntarse y así conocer de cerca las ventajas del prodigio. Y cuentan desde la multinacional tecnológica que las ventajas se aprecian en pocas semanas.

Anat Gilad, responsable del control de tráfico y gestión de la tecnología en Haifa, Israel, asegura que el sistema «recoge, analiza y presenta información que, de otro modo, requeriría mucho tiempo y esfuerzo procesar manualmente. Los cambios de Green Light pueden reportar beneficios inmediatos y ayuda a los ingenieros en el proceso de su toma de decisiones», explica.

La tarea de los ingenieros consiste en la construcción de un modelo basado en IA de cada intersección

Según indican desde Google, «Green Light utiliza la IA y las tendencias de conducción de Google Maps para establecer patrones de tráfico y hacer recomendaciones para optimizar los planes de semáforos existentes». La rapidez de la implantación es otra de sus fortalezas, ya que bastan cinco minutos para que los ingenieros municipales puedan aplicar la tecnología cognitiva utilizando la infraestructura existente. «Al optimizar no solo una intersección, sino al coordinar varios cruces adyacentes para crear oleadas de semáforos en verde, las ciudades pueden mejorar la fluidez del tráfico y reducir aún más las emisiones de los coches detenidos en los semáforos .

Google también detalla en su blog corporativo que su tarea consiste en la construcción de un modelo basado en IA de cada intersección, «incluyendo su estructura, los patrones de tráfico (como los patrones de arranque y parada), la programación de los semáforos y cómo interactúan el tráfico y la programación de los semáforos». Con toda esa información se diseña un modelo de la interacción entre los semáforos. A partir de este modelo, añaden, «desarrollamos mejoras basadas en la inteligencia artificial y proporcionamos recomendaciones a los ingenieros municipales a través de la interfaz ‘Green Light’. Por ejemplo, podemos identificar una oportunidad de coordinación entre intersecciones que aún no están sincronizadas y ofrecer una recomendación sobre el horario de los semáforos para que el tráfico fluya más eficazmente a lo largo de un tramo de carretera. Y todo lo anterior con la facultad de poder analizar miles de intersecciones simultáneamente, para así agilizar el tráfico rodado a través de múltiples cruces de la ciudad.

El Instituto Tecnológico de Massachusetts (Boston, EEUU) también exploró las aplicaciones del software para evitar o reducir los tiempos de espera en los semáforos en función de modelos predictivos, aunque sin lograr el precedente que ahora proyecta el gigante de Mountain View. De hecho, fuentes de Google recalcan que pueden ayudar tanto a las personas como al planeta. «Nuestra tecnología ha tenido éxito en ciudades como Seattle y Hamburgo, y el potencial de impacto es aún mayor en ciudades con menos acceso a la tecnología avanzada. Estamos colaborando estrechamente con nuestras ciudades asociadas para llegar a más cruces dentro de cada ciudad, y nuestro objetivo es expandirnos a más lugares el año que viene, para que en todo el mundo la gente pueda disfrutar de ciudades más limpias y ecológicas.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2023-10-11 12:08:23
En la sección: elEconomista tecnologia

Publicado en Economía y Finanzas