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La dispersión que se avecina pueden ser una rica fuente de oportunidades de crédito long-short

La dispersión que se avecina pueden ser una rica fuente de oportunidades de crédito long-short

En los últimos meses se ha producido una fuerte bajada de la inflación en muchas partes del mundo, combinada con una cierta atenuación de la escasez de mano de obra. Los mercados esperan ahora un descenso de los tipos estadounidenses hacia mediados de 2024. Si esta previsión resulta ser correcta y el crecimiento no se desploma, prevemos un escenario de «Ricitos de Oro» en el que las condiciones se alinean para un momento suave en el mercado de crédito corporativo.

El matiz aquí es que cualquier caída más severa de la inflación o aumento del desempleo, en nuestra opinión, inclinará rápidamente el sentimiento del mercado hacia el extremo recesivo del espectro, con la consiguiente venta masiva de activos de riesgo.

Aunque los mercados de crédito siguen presentando un sinfín de incertidumbres, la dispersión de los diferenciales es saludable. Es probable que el importante muro de vencimiento que se vislumbra en los sectores de High Yield y préstamos apalancados, que abarca desde 2024 hasta 2026, aumente esa dispersión. El coste del capital ha escalado hasta niveles que podrían plantear retos, en particular para las empresas con métricas crediticias más débiles. Probablemente, veremos una bifurcación en cuanto a los emisores que el mercado está dispuesto a refinanciar o no, lo que ofrecería una rica fuente de oportunidades de crédito a largo y corto plazo en 2024.

A medida que evoluciona el panorama, algunos sectores están a punto de experimentar cambios. Es probable que los sectores procíclicos como el químico, el de materiales de construcción, el minorista y el automovilístico se enfrenten a desafíos. Por el contrario, los sectores que históricamente han sido defensivos durante los mercados bajistas, como el financiero, la energía, la tecnología, los medios de comunicación, las telecomunicaciones, el juego y la sanidad, tienen el potencial de ofrecer oportunidades de alfa con convexas positivas.

Si las condiciones macroeconómicas se deterioraran, lo que podría afectar a los ingresos de las empresas, la liquidez podría agotarse y volverse muy selectiva. Las tasas de impago ya están aumentando, sobre todo en EEUU (cerca del 5% frente a menos del 2% en 2022). Los diferenciales de crédito apenas están empezando a tener en cuenta esta dinámica en evolución. Las grietas en el mercado suelen manifestarse entre 18 y 24 meses después de la primera subida de tipos, lo que ofrece a los inversores un plazo valioso para supervisar y ajustar sus estrategias en consecuencia.

Dado que los bancos centrales tal vez sean incapaces de rescatar a los mercados con nuevos estímulos (puesto que los niveles actuales de deuda soberana-PIB ya son demasiado elevados), los vientos en contra esperados en 2023 se manifestarán probablemente en 2024. En un mundo más imprevisible, consideramos que los inversores pueden beneficiarse de estrategias flexibles que pueden cambiarse con rapidez a medida que se desarrollan los acontecimientos.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2024-01-22 23:36:22
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas

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