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¿La primera bajada de tipos de la Fed en septiembre? La Casa Blanca ya lo ha hecho con un ‘recorte fantasma’ de 100 puntos

¿La primera bajada de tipos de la Fed en septiembre? La Casa Blanca ya lo ha hecho con un 'recorte fantasma' de 100 puntos

Los mercados están bailando entre la euforia y el pesimismo en una lucha por la narrativa en cada dato macroeconómico. Los datos de empleo, el IPC, las ventas minoristas y ahora la vivienda. Todas estas citas están dándole a los inversores piezas del puzle de la Reserva Federal y todos quieren responder a una pregunta: ¿Cuándo y cuánto recortará Jerome Powell? Todo parece indicar (el mercado ofrece un 100% de probabilidad) que la Reserva Federal dará el pistoletazo de salida a la era de los recortes este mismo septiembre, acabando así con una de las etapas de endurecimiento monetario más agresivas que se recuerdan, pasando de unos tipos al 0,25% al 5,5% en tiempo récord y manteniéndolos sin cambios durante más de un año. Sin embargo, aunque el banco central tomará su decisión entonces, la realidad es que los recortes comenzaron hace mucho tiempo, pero fue la Casa Blanca quien los activó y lo hizo a través del mercado de bonos.

Stephen Miran (que trabajó en el Tesoro en la etapa de Donald Trump) y Nouriel Roubini, economista de Roubini Macro Associates, defendieron en un reciente informe publicado por Hudson Bay Capital que los movimientos del gobierno en el mercado de deuda están siendo responsables de una potente y profunda flexibilización que está dejando sin efecto los esfuerzos de la política monetaria de la Reserva Federal.

En primer lugar, hay que explicar el por qué la Fed sube los tipos y se deshace de los bonos de su balance. La intención de la institución con estos movimientos es restringir las condiciones de financiación, provocar que empresas y consumidores vean limitado su acceso a liquidez y así, al drenar, enfriar la economía y detener la inflación. Este es el motivo por el que han elevado el ‘precio del dinero’ al 5,5% y por el que ya se han deshecho de cerca de 1,3 billones de dólares de su balance desde 2022.

Sin embargo, las condiciones financieras continúan siendo acomodaticias. La Reserva Federal de Chicago recoge varios indicadores para crear el Índice de Nacional de Condiciones Financieras, con el que mide la situación en la que se encuentran estas en cada momento, de media, en el gigante norteamericano. Para ello cruza varios datos relacionados con sus tipos de interés, pero se trata de indicadores de mercado, como el apalancamiento, la situación del mercado de crédito o de los activos de riesgo, como la renta variable. Según este indicador, las condiciones financieras han sido acomodaticias, de media, en todo momento desde la pandemia de Covid, y no han llegado a estar en territorio ‘positivo’ ni siquiera con la subida de tipos de interés que ha llevado a cabo la Fed en los últimos años.

Pero, ¿qué son las condiciones financieras? Desde Caixabank explican que se trata del «estado actual de aquellas variables financieras que influencian hoy el comportamiento de empresas, consumidores, ahorradores e inversores y, de este modo, afectan al estado futuro de la actividad económica». En resumen, mide la capacidad de todo tipo de actores en la economía para tener acceso a financiación.

Desde JP Morgan concretan más y explican que hay cuatro elementos que componen las condiciones financieras. El dólar pues si está más fuerte » actúa para restringir el crecimiento a través de una menor demanda de exportaciones» los diferenciales de bonos corporativos, los niveles del mercado de valores (que están cerca de máximos) y por último, los tipos de interés en diferentes vencimientos. Aunque estas son algunas de las variables, hay centenares más como el VIX o el líbor. Sin embargo, los mercados de bonos son totalmente clave para esta estadística.

El giro hacia las letras ‘opaca’ a la Fed

Respecto a lo que ha ocurrido en el mercado de bonos. La realidad es que EEUU se ha zambullido en el mismo en busca de financiación para su déficit público que se ha situado en el 8,8% en 2023 y un 7,1% para 2024 (según las previsiones de la oficina independiente del Congreso de EEUU, CBO, por sus siglas en inglés). Esto, sumado a los vencimientos que otros años que tiene que ir asumiendo se ha concretado en que el mercado de bonos necesita compradores para cerca de 10 billones de dólares después de una emisión neta estimada por el departamento del Tesoro de EEUU de unos 847.000 millones para este trimestre y llevando la deuda total a los 35 billones de dólares.

Ante este tsunami de deuda en el mercado, el Tesoro de EEUU habría optado por un cambio radical en su forma de acercarse al mismo. Este departamento habría optado por emitir masivamente a corto plazo en detrimento a los bonos a largo plazo para, de esta manera, favorecer al mercado. Roubini compara el giro en los diferentes plazos a lo que hace la Fed a través de la flexibilización cualitativa (QE, por sus siglas en inglés).

El QE es un mecanismo por el que el banco central compra bonos a más largo plazo en el mercado abierto para aumentar así la oferta monetaria, fomentar préstamos e inversión. En resumen, al comprar estos activos agrega dinero nuevo en la economía y reduce los tipos de interés, dado que aumenta la demanda de instrumentos de renta fija. Estos expertos están acusando al Tesoro de utilizar este mismo mecanismo pero por el lado opuesto, es decir, desde la oferta, al fijar una emisión mucho mayor de bonos a corto plazo.

«Al ajustar el perfil de vencimiento de su emisión de deuda, el Tesoro está gestionando dinámicamente las condiciones financieras y, a través de ellas, la economía, usurpando funciones básicas de la Reserva Federal», explica el documento. «El Tesoro ha indicado que pedirá prestados 847.000 millones en total, con una emisión neta de cupones (deuda a largo plazo) de 450.000 millones, compensando el resto con nuevas letras». En resumen, el 47% del dinero recaudado vendrá de estos activos a más corto plazo y «normalmente entre el 15% y el 20% proviene de las letras».

Por lo tanto esta desviación «está limitando el riesgo de los tipos de interés, provocando que los 245.000 millones de dólares (que en otro contexto habrían ido a bonos a largo plazo) actúen como una fórmula de flexibilización cuantitativa encubierta que proporciona muchas consecuencias de liquidez para la economía que genera una el QE de la Fed». Según el estudio esto habría supuesto una rebaja de 25 puntos básicos en los rendimientos a 10 años. Especificando más, para Roubini y Miran sería el equivalente a nivel económico a haber reducido los tipos de interés cerca de 100 puntos básicos.

Javier del Valle, fundador de JFPartners, explica que «al quitar oferta de deuda en los tramos largos, generas menos presión sobre el precio y evitas que los tipos de interés sigan subiendo. (recordemos que precio e interés son inversos) Creas un control de la curva con el que aflojar las condiciones financieras». Por su parte explica que el Tesoro ha incorporado Forward Guidance, una herramienta que usan los bancos centrales para indicar su futura orientación monetaria. En el caso del Tesoro servirá para «anunciar por adelantado lo que hará con las emisiones para que el mercado no lo descuente». Una herramienta con la que sabemos que no emitirá nuevos cupones, una certeza que los bancos usan, precisamente para que el mercado descuente los movimientos que quieres y así, hacer más efectiva la transmisión.

Janet Yellen, secretaria del Tesoro de EEUU negó que esto forme parte de un plan para mantener la economía en crecimiento e ir en contra de los objetivos de la Fed y alegó que se trataba simplemente de la forma más efectiva de acceder al mercado de deuda dadas las condiciones actuales. Líderes republicanos están acusando a la expresidenta de la Reserva Federal de estar generando esta mejora en las condiciones de financiación de forma premeditada.

En cualquier caso, desde TD Securities creen que el efecto está exagerado. «En el mejor de los casos, esto… mantuvo las tasas ligeramente más bajas de lo que hubieran sido de otra manera», dijo Gennadiy Goldberg, jefe de estrategia de Estados Unidos. «Esto es muy coherente con el objetivo del Tesoro de obtener la mejor financiación posible para el contribuyente y de ninguna manera es un complot siniestro para ‘flexibilizar’ la política monetaria».

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2024-08-16 14:02:30
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas

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