Menú Cerrar

Las Siete Magníficas invocan al fantasma de la burbuja de las puntocom 

Las Siete Magníficas invocan al fantasma de la burbuja de las puntocom 

Pocas veces la economía de EEUU ha logrado esquivar una recesión tras una sostenida escalada en los tipos por parte de la Fed. La última vez que lo hizo, en los años noventa, se terminó gestando una enorme burbuja financiera a final de la década, que terminó estallando en la crisis de las puntocom. A la vez que crece el número de expertos que confían en el llamado aterrizaje suave de la economía, hay más similitudes con que el mercado caiga en los excesos de antes del 2000.

En la década de los 90, el Nasdaq 100 se revalorizó 1.700%. En lo que va de década, solo va un 80%, pero se ha apelotonado una pandemia y una guerra a las puertas de Europa, como la invasión rusa a Ucrania. Antes de que pinchara la burbuja de las puntocom, en el 99, el índice se revalorizó un 102% en el ejercicio. Actualmente, parece que el rally de las tecnológicas no tiene techo. Aunque los ascensos no han sido tan pronunciados, una buena parte del rebote se ha fraguado gracias a unas pocas compañías.

«El dominio de las diez acciones más grandes en los mercados bursátiles de Estados Unidos está dibujando cada vez más similitudes con la burbuja de las puntocom, lo que aumenta el riesgo de una venta masiva«, según los analistas de JP Morgan de estrategia cuantitativa y por derivados, dirigidos por Khuram Chaudhry.

En este dominio del mercado, las Siete Magníficas (Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Nvidia, Tesla y Meta) están teniendo un protagonismo especial. Los expertos en bolsa llaman al fenómeno de acaparar y concentrar los rendimientos del mercado en pocas acciones efecto de megacapitalización.

El índice Bloomberg Magnificent 7 Price Return se duplicó con creces en 2023, lo que contribuyó a una ganancia del 54% para el índice Nasdaq 100. Sin embargo, una versión de igual ponderación para el selectivo tecnológico ganó menos del 33%, mientras que un índice de tecnología de pequeña capitalización subió menos del 21%.

Unas acciones para gobernarlas a todas

El equipo de Chaudhry ha calculado la concentración de la rentabilidad en el índice MSCI USA a finales de diciembre. Las acciones más grandes explican el 29,3% del rendimiento de 2023. Está muy cerca de la concentración máxima del 33,2%, que se produjo en junio de 2000, en plena crisis de la puntocom.

Para el equipo de JP Morgan, «hay muchas más circunstancias familiares de lo que uno podría pensar». Los expertos también apuntan a los escasos sectores representados en los diez valores con mayor capitalización. Apenas hay cuatro, cuando la media histórica es de seis sectores. «La conclusión clave es que los mercados extremadamente concentrados presentan un riesgo claro y presente para los mercados de renta variable en 2024», subrayan. Y añaden: «Al igual que un número muy limitado de acciones fueron responsables de la mayoría de las ganancias en el MSCI USA, las caídas del top 10 podrían arrastrar a los mercados de renta variable con ellas».

Entre el presente y el pasado hay analogías, aunque también diferencias. En 1994, el banco central inició un ciclo de subidas de tipos que no acabó en recesión, pero sí con el pinchazo de la burbuja de las puntocom. Entonces, la tasa de fondos federal se incrementó en 300 puntos básicos en 17 meses. El ciclo de subida actual de Jerome Powell ha sido de 16 meses, pero de 525 puntos, el mayor desde los ochenta. Todavía queda por ver si la economía lo ha podido digerir o no, como ocurre en la gran mayoría de ocasiones en las que se restringe la política monetaria.

El equipo de JP Morgan no es el único que ve semejanzas claras. «La fiebre por las acciones tecnológicas se asemeja a la burbuja de las puntocom, lo que refleja la suposición de que la economía tendrá un buen desempeño a pesar de una política monetaria más restrictiva«, según el equipo de renta variable de Michael Hartnett de Bank of America.

Hay otro parecido más inquietante. «La caída de interés de los bonos hizo subir al Nasdaq en el último trimestre del año, pero ahora el guion ha cambiado», destacan. En lo que va de año, bolsa y rendimientos, y eso solo ocurre con una recesión en ciernes «como la de 2009 o las puntocom».

Hubo dos cosas que ayudaron a obrar el ‘milagro’. Por un lado, la inflación se había calmado respecto a años anteriores, lo cual ayudó a su control y, por otro, los sustos macroeconómicos tampoco fueron tan graves como en periodos previos. Esas condiciones ayudaron a maniobrar cuando se llevaron a cabo las subidas de tipos. Como actualmente, parece que las tensiones en el Mar Rojo no estropearán la fotografía del aterrizaje suave y todo apunta a que la inflación está prácticamente vencida, sin recesión de por medio.

Buscando el milagro

Sin embargo, en esta fase del ciclo, hay un error con el que se puede topar fácilmente: el manejo de los tiempos. Es clave que la Fed no afloje demasiado pronto, ni demasiado tarde tampoco. Alan Greenpan, el banquero central que ocupó el cargo entre 1987-2006 logró el aterrizaje suave, pero luego cometió un error de cálculo. Inundó la economía de estímulos y se pasó de frenada. Mantuvo las condiciones acomodaticias durante demasiado tiempo.

«A los inversores no les preocupa demasiado si la Reserva Federal recorta las tasas en marzo o mayo, serán alcistas para los precios de los activos hasta que la inflación vuelva a repuntar o vuelva a aumentar el desempleo», dicen la gente de Hartnett. Esa es la gran pregunta cuándo llegará el giro para la economía.

El secreto de las Siete

Aunque haya expertos que vean burbujas donde ahora hay incertidumbre, solo estamos casi en el inicio del ciclo. «El final de la era del dinero gratis está afectando más a la empresa media que a las Siete Magníficas, lo que sugiere que su dominio del mercado bursátil continuará en un futuro inmediato» defiende Yves Bonzon, CIO (Chief Investment Officer) del banco privado suizo Julius Baer.

Por lo menos el año ha comenzado con la misma tónica, con las tecnológicas liderando el mercado. Las Siete Magníficas cuentan armas secretas o más que secretas, sólidos balances que han permitido aguantar la brusca subida de los tipos de interés ha impulsado los beneficios de las grandes empresas. «Las enormes reservas de efectivo de que disponen ahora rinden más del 5% cuando se invierten en letras del Tesoro estadounidense y tienen una mayor capacidad de inversión están mejor preparadas para hacer frente a las interrupciones de la cadena de suministro y a la volatilidad de los precios de la energía», explica Bonzon.

«La mayoría de las grandes tecnológicas demostraron que podían transformarse con éxito de puros motores de crecimiento en empresas maduras de calidad, capaces incluso de acceder a nuevos mercados de crecimiento», detalla el experto.

La cuestión es hasta donde podremos hablar de fortaleza de las Siete Magníficas o de «exhuberancia irracional de los mercados», como lo definió Greenspan entonces, antes de llegar el pinchazo del 2000. La economía estadounidense se inundó de estímulos con motivo de la pandemia y, aunque se estén endureciendo las condiciones financieras, el apoyo de la Fed al sistema fue de envergadura. Sobre esa base, cuando empiecen los recortes, la flexibilización podría acabar mal. En estos casos, cuando el banco quiere controlar a la bestia, suele ser demasiado tarde y, para volver al carril de la racionalidad, hay que atravesar antes una crisis bursátil.

WhatsAppTwitterLinkedinBeloudBeloud

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2024-02-02 17:19:34
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas

Deja un comentario