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Powell ignora a Trump en su intervención en el Senado, pero admite que ya ha logrado dividir al núcleo duro de la Fed

Powell ignora a Trump en su intervención en el Senado, pero admite que ya ha logrado dividir al núcleo duro de la Fed

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha acudido al Senado estadounidense en una de sus comparecencias frente al Comité de Banca, Hogar y Asuntos Urbanísticos, para rendir cuentas ante los senadores del país sobre sus políticas. Las señales sobre futuros movimientos de tipos quedan en el aire tras la comparecencia de Powell, quien ha mantenido el mismo mensaje que lanzó en enero, en la reunión de política monetaria de la Fed que tuvo lugar a finales del mes. Para Powell, es necesario ver más señales de caída de inflación para seguir bajando tipos, y aunque todo apunta en la buena dirección, insiste en que «no tienen ninguna prisa» por continuar con este proceso. En cuanto a Trump y las amenazas de injerencias en la política monetaria por parte de la nueva administración, Powell ha dejado ver, quizá involuntariamente, que hay una ruptura en el seno del Consejo de Gobierno: algunos miembros de la Fed ya incluyen las medidas arancelarias de Trump en sus previsiones macro económicas, algo que Powell considera «poco sabio».

La comparecencia de Powell en el senado se ha utilizado como excusa por parte de los políticos del país para tirarse los trastos a la cabeza, usando la visita del presidente de la Fed como excusa. Como principal representante del partido Republicano, el senador Tim Scott ha criticado a la Fed por no evitar asumir responsabilidades de sus errores, como ocurrió, a su juicio, en la quiebra de Silicon Valley Bank, intentando que la Fed entone el mea culpa y reconozca, además, que en los últimos años el organismo haya estado sesgado en favor del partido demócrata.

Por el contrario, la senadora demócrata Elizabeth Warren, insiste en criticar los esfuerzos desregulatorios por parte de la nueva administración, y le ha pedido a Powell que evite entrar en ese juego, ya que considera que aflojar la regulación al sector bancario terminará mal para el contribuyente estadounidense.

Powell, por su parte, ha evitado entrar al barro con los políticos, y en su discurso oficial se ha centrado en repetir la fórmula que ya utilizó a finales de enero en la última reunión de política monetaria de la Fed: no hay prisa para bajar los tipos de interés, en un momento en el que la incertidumbre es alta, y a pesar de que la inflación sigue dando señales positivas, y converge poco a poco con el objetivo de la Fed.

A juicio de Powell «bajar los tipos demasiado, o demasiado rápido, puede castigar nuestro progreso con la inflación. Al mismo tiempo, no bajarlos los suficiente, o hacerlo demasiado lento, puede debilitar la actividad económica y el empleo», insiste, e ilustra así el debate en el que se mueve la Fed en este momento, con un mercado laboral que «no es fuente de presiones inflacionistas significativas», señala.

La comparecencia de Powell en el Senado, sin embargo, ha reflejado una división que existe ya en el seno de la institución, y que tiene a Donald Trump y sus políticas como protagonistas.

La división de la Fed: el impacto de las políticas de Trump

Entre las preguntas de los senadores que tenía que responder Powell, el presidente de la Fed ha dejado un mensaje que refleja cómo Trump, incluso sin quererlo, ya ha dividido en un sentido al Consejo de Gobierno de la Reserva Federal. No es que haya partidarios de las políticas del nuevo presidente dentro de la institución, ni tampoco detractores, pero hay una cuestión importante en la que los miembros de la Fed están tomando caminos opuestos: algunos miembros de la Fed están ya teniendo en cuenta las políticas económicas que está anunciando Trump, como la firma de aranceles, mientras que otros creen que todavía es prematuro hacerlo, ya que el escenario puede cambiar rápidamente y prefieren esperar a tener una confirmación de cómo afectan estas medidas antes de valorar su impacto.

En este sentido, Powell ha declarado hoy que es «poco sabio especular sobre las políticas arancelarias en este punto», una crítica, consciente o no, a aquellos miembros que ya estén teniendo en cuenta las políticas de Trump a la hora de hacer previsiones macroeconómicas.

Hay que recordar que el presidente estadounidense ha firmado en los últimos días la imposición de aranceles a varios países, como Canadá, México o incluso España, pero se trata de leyes que tienen un mes de margen hasta que entren en vigor, y por el camino se están produciendo negociaciones que han cambiado el contenido de estas políticas.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el:
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas

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