Menú Cerrar

Una nueva teoría dice que ya descubrimos vida extraterrestre en 1976: ¿El problema? La destruimos

Una nueva teoría dice que ya descubrimos vida extraterrestre en 1976: ¿El problema? La destruimos

¿Y si la primera vida extraterrestre ya fue descubierta? No hablamos de aliens de color verde y ojos saltones como en las películas, sino de algo mucho más realista: microbios. Eso sí, puede que duraran poco. Una nueva teoría apoyada en un paper recién publicado sostiene que encontramos microbios en Marte en la década de los 70, en plena carrera espacial, pero estos fueron destruídos al hidratarlos con agua terrestre.

En 1976, las misiones no tripuladas Viking de la NASA aterrizaron sobre el polvo rojo de Marte con un objetivo claro: buscar signos de vida. Era la primera vez que un experimento biológico de tal envergadura se llevaba a cabo en otro planeta. Medio siglo después, una teoría desafiante sugiere que los científicos pudieron haber hallado vida, sin saberlo, y que, al intentar comprobar su existencia, acabaron aniquilándola.

Esta idea, planteada por el astrobiólogo Dirk Schulze-Makuch y recogida por la revista Nature, ha desatado un debate tan provocador como revelador.

La misión Viking: ciencia, esperanza y errores inevitables

En plena Guerra Fría, con la exploración espacial como el nuevo escenario de competencia tecnológica, la NASA lanzó dos sondas Viking que, por primera vez, realizarían análisis biológicos en otro planeta. Las misiones eran ambiciosas, cargadas de sensores, cámaras y experimentos diseñados para detectar actividad metabólica en el suelo marciano.

Lo que encontraron fue confuso. Algunas pruebas sugirieron una ligera actividad química; otras, la ausencia total de materia orgánica. El hallazgo de compuestos orgánicos clorados se desestimó como contaminación terrestre. El consenso fue rápido y contundente: Marte estaba muerto.

Pero hay algo inquietante en aquella certeza. Schulze-Makuch, hoy profesor en la Universidad de Berlín, argumenta que el protocolo seguido por los científicos pudo haber sido letal para cualquier forma de vida que hubiera en esas muestras. Al añadir agua líquida, como lo harían en un laboratorio terrestre, podrían haber causado un «shock osmótico» a microorganismos adaptados a la sequedad extrema del entorno marciano.

¿Se cometió un error fatal por mirar a Marte con ojos demasiado terrícolas?

Extremófilos, sales y un planeta que sí pudo tener vida

El centro de la teoría de Schulze-Makuch se apoya en un paralelismo con organismos que habitan entornos extremos en la Tierra: los extremófilos. Estos microbios sobreviven en ambientes con salinidad altísima, frío permanente y escasa humedad, como el desierto de Atacama o los lagos hipersalinos de la Antártida.

Y Marte, tal como han confirmado misiones recientes como Curiosity y Perseverance, no es tan diferente. Su suelo contiene percloratos, sales extremadamente oxidantes pero toleradas por ciertos extremófilos terrestres. Además, se ha comprobado que las sales pueden absorber la humedad atmosférica y crear microambientes con agua líquida en condiciones muy específicas.

Bajo esta perspectiva, es plausible imaginar comunidades microbianas incrustadas en rocas salinas marcianas, invisibles a simple vista y muy vulnerables a un experimento basado en lógica terrestre. Para Schulze-Makuch, los hallazgos más recientes detectados por el Perseverance, refuerzan su hipótesis: había vida, y la destruimos sin saberlo.

Desencuentro en el corazón de la NASA

Chris McKay, veterano científico de la NASA y una de las voces más respetadas en astrobiología, rechaza la hipótesis con firmeza. Para él, los resultados de las Viking no pueden considerarse prueba alguna de vida. El diseño del experimento tuvo en cuenta la posibilidad de formas de vida resistentes a la desecación y a la salinidad. Nada en los datos sugiere que esa vida estuviera allí.

Este debate no solo reaviva un posible hallazgo fallido. Plantea una pregunta más amplia, casi filosófica: ¿sabemos qué estamos buscando cuando buscamos vida?

La biología terrestre condiciona nuestra mirada. Esperamos encontrar ADN, proteínas, metabolismo basado en carbono. Pero ¿y si la vida en otros mundos se basa en principios radicalmente distintos? ¿Y si nuestros propios métodos, diseñados bajo estándares humanos, son incapaces de detectar lo que no se parece a nosotros?

WhatsAppFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2025-04-15 08:06:00
En la sección: elEconomista tecnologia

Publicado en Economía y Finanzas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Mi resumen de noticias

WhatsApp