El café de la variedad arábiga, de media, ha cotizado en 1,3 dólares la libra durante los más de 50 años en los que se recogen precios en los mercados internacionales, pero en los últimos meses se ha disparado de precio hasta niveles insospechados. Si en 2023 el precio del grano comenzó el año en el entorno de los 1,5 dólares, desde verano la cotización del café arábiga no ha parado de subir de precio, alcanzando este martes los 3,2 dólares por libra por primera vez desde 1977. La subida de 2024 ya supera el 70%, y el precio del café sólo está a un 4,7% de alcanzar los precios más altos que se han visto nunca, desde que empezaron a registrarse los precios en el mercado internacional. Los dos grandes productores del planeta, Brasil y Vietnam, están sufriendo unas condiciones climatológicas nefastas para la cosecha de café, y grandes firmas, como Nestlé, están subiendo precios y recortando la cantidad de café en sus paquetes.
La sequía es la responsable de la mala cosecha en Brasil y Vietnam. Brasil produce en torno al 35% de todo el café del mundo, y Vietnam es el segundo mayor productor de la variedad arábiga, y el primero de la variedad robusta, la cual también se encarece más del 80% en lo que va de año. Para Vietnam, el problema climático está siendo ahora doble: la sequía castigó mucho los primeros meses de la cosecha de este año, y en el momento de recolectar, han llegado fuertes lluvias, poco habituales para este momento del año, que han inundado los campos en el momento de la recolección.
Esto, según los cálculos de Savor Brands, la firma de empaquetado especializada en café, va a deteriorar la cosecha vietnamita en, al menos, un 10% para este año, un recorte que está impulsando los precios de la materia prima.
En Brasil, muchos productores están avisando de la gravedad de la situación. «Es un desastre, no hay otra palabra para describirlo», explica Marcelo Paterno a Global Coffee Report. «La última cosecha he producido menos de la mitad de lo habitual, incluso por debajo de la cosecha de 2021, que fue castigada por las heladas. Si miras los campos, es muy evidente para alguien que conoce el café que la cosecha va a ser todavía peor», se lamenta Paterno. Las declaraciones en este sentido se repiten, después de cuatro años consecutivos de malas cosechas en Brasil.
De hecho, un ejemplo del grave problema que se está viviendo es la finca Alto Cafezal. Empezó en 1970 a producir, bajo los mandos de José Carlos Grossi, y este año un 40% de sus campos se han congelado. El daño ha sido tan fuerte que la familia ha decidido recortar su producción de café, y sustituirlo por otras plantaciones, como cereal. Si los precios no subiesen «mucho más» de los precios actuales, la familia descarta volver a plantar café, en un negocio que llevaba más de medio siglo dedicada a este grano.
Global Coffee Report explica que «es triste que los árboles no están produciendo ni siquiera una fracción de una cosecha normal. Y el problema continúa: una intensa helada en agosto dañó los árboles que ya estaban floreciendo para la siguiente cosecha», destacan. El daño, de hecho, también está castigando y disparando los precios de otro de los principales recursos agrícolas que genera Brasil, el cacao.
Debido a los problemas que están sufriendo las grandes cosechas, y a la subida de precio en los mercados internacionales, los consumidores ya están sufriendo las consecuencias en sus bolsillos. Nestlé, el mayor vendedor del mundo de café, ha avisado en noviembre que va a subir los precios y a reducir el tamaño de los paquetes de café, para intentar reducir el daño de las subidas de precio.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es
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