“Mi canto más que encanto es mi sentir”

De niña nunca pensó que se dedicaría profesionalmente al canto ni mucho menos imaginaba que sería reconocida como soprano de coloratura, una característica vocal que le permite tener una voz de alta agilidad, conocida comúnmente como una voz para manejar el registro del silbido.

Se trata de Lilian Cornelio Pino, más conocida en el mundo de la lírica andina como “Hatun Killa”, que significa «Luna llena» en quechua. Y es con esa luz que desprende su nombre que Hatun Killa ilumina el escenario en cada nota musical que interpreta.

“Yo creo que estoy soñando despierta y creo que el sueño va terminar al final del concierto”, dijo a la Voz de América Hatun Killa, antes de salir al escenario del Kennedy Center, el pasado 12 de julio, en un evento que fue parte de las celebraciones por la independencia del Perú, que se celebra el 28 de julio.

Hatun Killa descubrió su potente voz por casualidad. Según cuenta a la Voz de América, fue una vez que se olvidó la letra de una canción que decidió cantar como si fuera una flauta “para tapar el error” llamando la atención de todos los presentes.

“Eres una soprano de coloratura», recuerda que le dijeron entonces. «Y qué es eso”, preguntó. «Para mí fue un descubrir y recién desde hace aproximadamente 11 años que me dedico profesionalmente a la música. Yo creo que la música, lo artístico me persiguió siempre porque no pensé dedicarme a la música”, contó a la Voz de América.

De niña, Lilian Cornelio escuchaba a su padre tocar instrumentos musicales tradicionales como la cajeta, un instrumento de percución y el rondín, pequeño instrumento musical de viento al interpretar canciones de su tierra, la sierra norte de la región Libertad, a 15 horas Lima, la capital del Perú.

“Recuerdo que era muy tímida y solo llegaba a tararear las canciones y si me decían que cantara, de inmediato me callaba y me escondía”, rememora.

“Nunca pensé ni me imaginaba dedicarme a la música”, agrega.

Talento heredado de su abuela

Lilian Cornelio nació en Lima, pero sus familia provenía de Cajabamba, al norte del Perú, en la región Cajamarca. Desde pequeña sufría de asma y recuerda que con mucha frecuencia viajaba a la tierra de sus ancestros en busca de un buen clima. Su natal Lima era húmedo y el clima le empeoraba la salud respiratoria.

“Recuerdo a mi abuela que siempre cantaba con voz de soprano las canciones de las pastoras y daba la voz de un pueblo al otro. Ella enseñaba canto, actuación y sin darme cuenta fui absorbiendo todo ese talento, reconoce Hatun Killa.

“Así descubrí que mi talento era genético”, afirma entre risas.

Aunque la pandemia frenó un poco sus proyectos y su crecimiento artístico, Hatun Killa ha retomado con fuerza el trabajo lírico. Con más de 20 composiciones, esta autora e intérprete suma a sus creaciones impecables interpretaciones de clásicos y tradicionales temas como el “Cóndor pasa”, “La pampa y la puna”, “Valicha”, “Falsía”, entre otros.

Orgullo peruano

Hatun Killa es la primera soprano en colaborar con la banda sinfónica de Perú y con la banda de la Fuerza Aérea. Al momento de conversar con la VOA se alistaba para ofrecer un espectáculo frente al público peruano e internacional en el Kennedy Center acompañada por el pianista peruano Alonzo Acosta.

“Hemos logrado cumplir con las exigencias de una lugar tan importante como es el Kennedy Center y estamos muy contentos de poder presentar al Perú ante la comunidad de Washington, no solo para los peruanos sino también para los estadounidenses que se interesan por la cultura peruana y su gran diversidad cultural que es tan apreciada en el mundo”, manifestó el embajador del Perú en Washington, Gustavo Meza Cuadra”.

“Qué mejor que promover la imagen del Perú que hacerlo a través de la cultura y es un orgullo presentar a Hatun Killa, realmente es una verdadera ganancia cultural”, dijo el embajador.

Escuchar cantar a Hatun Killa permite recorrer las diferentes regiones del norte, centro y sur del país sudamericano y al mismo tiempo nos hace disfrutar de su impecable versatilidad vocal.

“Creo en la grandeza, en la inmensidad, en la generosidad y siempre busco la hermandad con cada una de mis interpretaciones. Dios me presta la voz, pero sale del alma para llegar al público. No hay nada que yo cante que no sienta”, afirma Hatun Killa.

“Agradezco a todos los que han hecho posible este sueño que nunca imaginé. Ha sido un trabajo en equipo gracias a Carrion Productions-Nelly Carrión y la embajada del Perú. “Lo que ansío es llevar a mi público por un viaje musical por el Perú. La sinceridad ante todo es lo que busco expresar a través de mi canto, que más que encanto es un mensaje de todo lo que creo. Los maestros nos dan la técnica, pero el corazón y el sentimiento lo pones tú al momento de pararte en un escenario”, finalizó Hatun Killa.

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