Cómo hacer lavavajillas casero en polvo con tres ingredientes y por menos de un euro

Con el aumento de los precios en muchos productos de limpieza, en España, donde siempre se está buscando formas de ahorrar sin renunciar a la calidad, se está poniendo de moda un truco viral en redes sociales que enseña a hacer un lavavajillas casero en polvo que es una auténtica joya. No solo cuesta menos de un euro prepararlo, sino que, además, es respetuoso con el medio ambiente y es súper fácil de hacer.

Con solo tres ingredientes que probablemente cualquier persona ya ha visto en el supermercado, se puede elaborar un detergente eficaz que deja los platos impecables y sin restos de grasa. Y lo mejor: sin complicaciones ni sustancias químicas agresivas. 

Ingredientes básicos y accesibles

El lavavajillas casero en polvo requiere solo tres ingredientes: bicarbonato de sodio, percarbonato de sodio y ácido cítrico. Estos elementos, conocidos por sus propiedades limpiadoras y desinfectantes, se pueden encontrar fácilmente en supermercados, tiendas de productos naturales o incluso online.

Además, lo más importante es que hacer este “jabón” no podría ser más fácil. Lo primero que hay que hacer es mezclar una parte de bicarbonato de sodio, una de percarbonato y media de ácido cítrico. Por ejemplo, para una cantidad inicial que sea pequeña, se pueden usar 100 gramos de bicarbonato, 100 gramos de percarbonato y 50 gramos de ácido cítrico.

Después, con la mezcla ya hecha, hay que guardarla en un recipiente hermético, como un tarro de cristal con tapa o un tupper. Esto ayudará a mantener su eficacia y evitará que se aglutine con la humedad.

Y lo importante, para cada ciclo de lavado, solo hay que poner una cucharada sopera del detergente en el compartimento del lavavajillas. Y como recomendación extra, se puede añadir vinagre blanco en el depósito del abrillantador para sacar los platos y vasos aún más brillantes.

Beneficios de este truco

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Aunque el principal beneficio de este truco, y el más evidente, es que este detergente casero es muchísimo más económico que los que se comercializan, hay otros que también animan a llevarlo a cabo en los hogares.

Por ejemplo, este jabón es ideal para personas que tengan la piel sensible o alergias, ya que no contiene fragancias artificiales ni aditivos químicos. Además, al tratarse de una fórmula biodegradable, se cuida y protege el medio ambiente reduciendo los residuos que llegan al agua.

También es importante recalcar que aunque la receta básica funciona de maravilla, se puede experimentar con las proporciones para adaptarlas a las necesidades específicas de cada persona. Por ejemplo, si alguien nota o sabe que el agua de su hogar no es de alta calidad porque tiene mucha cal, se puede aumentar ligeramente la cantidad de ácido cítrico para mejorar los resultados.

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