En España, cada año se desperdician 1,7 millones de kilos de alimentos, lo que representa un gran impacto negativo tanto para el medio ambiente como para los bolsillos. Una de las principales causas de este desperdicio es la falta de planificación al hacer la compra, lo que nos lleva a acumular productos que no necesitamos o que terminan caducando.
Sin embargo, para contrarrestar esta situación que afecta a España, y a toda la UE, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) está promoviendo campañas para concienciar e informar a la población sobre cómo erradicar ese desperdicio alimentario y, además, conseguir ahorrar dinero. Uno de los trucos es muy sencillo y eficaz: hacer la lista de la compra inversa.
¿Qué es la lista de la compra inversa?

La lista de la compra inversa es una variante del clásico listado de productos, pero con un enfoque diferente; en lugar de anotar directamente lo que se cree que se necesita comprar, primero hay que revisar qué es lo que ya se tiene en casa.
A partir de ahí, se crea una lista basada en lo que realmente falta para hacer las recetas que se hayan planificado o los productos básicos que son imprescindibles en la dieta de cada hogar porque se consumen prácticamente a diario.
Este sencillo cambio de perspectiva a la hora de hacer la lista de la compra tiene un impacto significativo, ya que ayuda a ahorrar al evitar comprar cosas que ya se tienen en la despensa o que no se necesitan urgentemente. Por ejemplo, en lugar de apuntar directamente «arroz» o «pasta» porque son productos que se suelen comprar de manera automática, habría que revisar si ya están en la despensa para no almacenar.
Cómo llevarlo a la práctica

Realmente, el truco de la lista de la compra inversa es muy fácil de llevarlo a la vida diaria, ya que solo consiste en tres pasos fundamentales:
- Revisar la despensa y nevera: antes de salir de casa, echa un vistazo a lo que ya tienes. Apunta en la lista los alimentos que se van a acabar o que necesitas sí o sí para la siguiente semana. Esto también es útil para ver las fechas de caducidad y aprovechar productos que van a hacerlo pronto y así no desperdiciar esa comida.
- Planificar las comidas: una vez que hayas revisado tu cocina, planifica el menú de la semana en función de lo que ya tienes. Por ejemplo, si te queda media bolsa de lentejas y un par de zanahorias, podrías preparar una un guiso y solo comprar el resto de los ingredientes que te falten.
- Hacer la lista de lo necesario: después de haber revisado y hecho el menú semanal, haz la lista de los productos que realmente necesitas. Esto te ayudará a reducir compras impulsivas y enfocarte en lo imprescindible. Al fin y al cabo, todo se resume en una organización consciente.
Además de evitar el desperdicio alimentario o el ahorro en los bolsillos, este tipo de lista de la compra también ayuda a controlar el impulso de ir a todas las ofertas por la sensación de “ahorro” sin saber realmente si se van a consumir o no ya que, muchas veces, esos productos rebajados acaban en la basura por no haberles dado salida.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.20minutos.es
Publicado el: 2024-11-02 13:00:00
En la sección: 20MINUTOS.ES – Gastronomía