El truco para recuperar un queso que se ha quedado seco y duro

España es un país de buen queso, por eso es más que probable que en cualquier cocina encontremos alguna pieza de esta joya gastronómica. Sin embargo, para poder disfrutar de esta delicia hay que saber cómo cuidarla, ya que, con el paso de los días, el queso tiende a secarse y ponerse duro, haciéndose casi incomible en los que son más curados.

Pero, tranquilo, no está todo perdido. Gracias a un vídeo viral en redes sociales, tenemos el truco que va a devolverle la frescura a un queso que ya se daba por perdido. Además, tan solo hay que utilizar un poco de agua, papel de cocina y un recipiente hermético.

Envolver el queso en papel húmedo

Recuperar un queso seco es más fácil de lo que parece gracias a este truco, que utiliza la humedad para devolverle su textura original. Todo lo que se necesita es un papel de cocina húmedo, un tupper y un poco de paciencia, que sabemos que es difícil cuando se trata de un buen queso.

Lo primero, tenemos que coger un trozo de papel de cocina y mojarlo con agua, asegurándonos de que esté bien humedecido, pero sin que gotee.

Con cuidado, hay que envolver el queso seco con el papel húmedo, asegurándonos de cubrirlo por todas partes. El contacto con el papel de cocina ayudará a que el queso absorba la humedad y recupere su textura natural.

Por último, tenemos que guardar el queso envuelto en un tupper, cerrarlo bien para que no le entre aire y dejarlo en la nevera durante toda la noche para que pueda absorber toda la humedad y volver a su forma natural, la que tenía antes de quedarse seco y duro.

Cómo evitar que se seque el queso

Aunque este truco es una excelente solución de emergencia, la mejor manera de disfrutar siempre de un buen queso es prevenir que se seque. Por suerte, existen ‘tips’ para conservarlo intacto por más tiempo.

Lo primero que debemos hacer es guardarlo siempre envuelto en su envase original, en papel parafinado, o en un recipiente cerrado. Por otra parte, lo mejor para que no se seque es cortar exclusivamente lo que se va a comer, ya que, si partimos una cuña de queso entera y no se consume en ese momento, los trozos que sobren se van a secar rápido.

Cómo evitar que al queso le salga moho

Otra de las situaciones que dan mucha rabia al abrir un queso es ver que le ha salido moho, lo que indica que hay que tirarlo a la basura porque no es seguro comerlo. Sin embargo, hay que agradecer que existen varios trucos para evitar echar a perder un buen queso por culpa del moho. Así que toma nota:

Envolver bien el queso: hay que utilizar papel encerado o parafinado en lugar de envoltorios de plástico o film transparente. Estos materiales permiten que el queso respire sin atrapar demasiada humedad, lo cual ayuda a prevenir la aparición de moho.
Cambiar el envoltorio con frecuencia: si se guarda el queso durante varios días en la nevera, se debe cambiar el papel de vez en cuando.
Evitar la humedad excesiva: demasiada humedad en la nevera acelera la aparición de moho en los quesos. Para evitarlo, tan solo hay que colocar un trozo de papel de cocina dentro del recipiente donde esté el queso para que absorba ese exceso de humedad.
Guardarlo en el lugar correcto de la nevera: la mejor ubicación para guardar el queso es el cajón de verduras o en la parte menos fría del frigorífico, donde la temperatura es más constante y no hay tanta humedad.