La forma en que mi madre nos mostraba que nos quería

Cuando se trata de la cocina, no todo son recetas exquisitas sino también los sentimientos que evoca y toda la historia que hay detrás de cada preparación. Y no hay nada más cierto que nadie habla con más cariño de su gastronomía tradicional que un hijo o nieto que ha estado por un tiempo fuera de su hogar. Es justo lo que sucede con el reconocido chef José Andrés quien lleva más de treinta años viviendo fuera de España pero no olvida el sabor de su casa: la receta de las croquetas de su madre.

Utilizando como escenario el podcast estadounidense ‘Where Everybody Knows Your Name‘, el cocinero se trasladó hasta su infancia para relatar los recuerdos más preciados que tuvo con su madre desde los fogones.  Resaltando en todo momento que no necesitas mucho para dar amor y que la cocina se convierte en muchas ocasiones en el mejor escenario para demostrarlo desde la sencillez. 

Una preparación sencilla cargada de sentimientos

FELIPE RODRIGUEZ / iStock

Según relató el cocinero español, su infancia transcurrió en medio de croquetas donde la importancia no recaía en lo complejo de la receta sino en el cariño que le ponía su madre al prepararlas. «Mi madre era la persona más cariñosa para todo el mundo y cocinaba siempre de lunes a viernes. Preparaba cualquier cosa, especialmente al final del mes, cuando no había nada en el frigorífico», comentó en medio de un episodio del podcast Where Everybody Knows Your Name.

La madre de José Andrés elaboraba la receta con esos ingredientes que comúnmente se quedan olvidados en la nevera. «Abría el frigorífico vacío y cogía esa caja de huevos que estaban ahí medio olvidados, y los cocinaba con harina y leche y hacía croquetas», contó con emoción.

Si hay algo de lo que sabe el cocinero es de cocina y amor, ya que el mismo ha sido capaz de transmitir ambas a través de todos sus proyectos. Para finalizar, sobre las croquetas comentó que «es un plato increíble, pero la lección es que no necesitas mucho para dar amor y creo que esa era la forma en la que mi madre nos mostraba que nos quería».