En España, desde el año 2013, está en vigor una normativa que regula las especies exóticas invasoras. El Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras prohíbe la introducción, el transporte, el comercio, la tenencia y la liberación de las especies que se citan en esa lista. Según la misma normativa, en el Catálogo se han de incluir todas aquellas especies y subespecies exóticas invasoras que supongan una amenaza fáctica o potencial para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, la agronomía o para los recursos económicos asociados al uso del patrimonio natural.
Sin embargo, hay especies en España que, sin estar recopiladas en el Catálogo, presentan un comportamiento invasor claro y en ciertos casos, objetivamente superior a otras especies que sí están reguladas.
Árbol del paraíso o cinamomo (‘Elaeagnus angustifolia’) — debibishop /iStock
El árbol del paraíso
Una de las especies invasoras no reguladas más habitual en los parques y jardines, y disponible a la venta en viveros, es el cinamomo o árbol del paraíso (Elaeagnus angustifolia). Se trata de un árbol de pequeño tamaño, tronco tortuoso, copa redondeada, y hojas de color verde grisáceo por el haz y plateadas por el envés. Es originario de Asia, y se extiende de forma nativa desde la zona suroccidental de Rusia hasta Turquía, y hacia el este hasta el desierto del Gobi.
Es un árbol muy resistente, tolerante y con gran capacidad de rebrote. Cuando fructifica, las semillas de pequeño tamaño se esparcen con facilidad y se almacenan en el suelo. Esta característica le confiere una elevada capacidad invasora, y hace que su control y erradicación resulte una tarea muy complicada. Compite exitosamente con la vegetación natural presente en los hábitats invadidos, a la que puede llegar a desplazar creando masas monoespecíficas. Esto no solo afecta a la biodiversidad silvestre, también ejerce un efecto negativo sobre la ganadería extensiva, con la formación de barreras y la reducción de la disponibilidad del pasto. Además, su polen causa alergias respiratorias, lo que le convierte, también, en un factor de riesgo para la salud humana.
Madreselva japonesa (‘Lonicera japonica’) — Bulgac /iStock
La madreselva japonesa
La madreselva japonesa (Lonicera japonica) es una planta trepadora muy popular para formar setos y cubrir muros y vallas. Resalta por sus flores hermosas y de aroma muy agradable, lo que sumado a una reproducción sencilla y una tolerancia muy alta a diferentes factores de estrés, la convierten en una de las favoritas para su uso en jardinería y su venta en tiendas y viveros.
En España, la madreselva japonesa se ha asilvestrado y naturalizado especialmente en entornos de ribera, bordes de bosque y zonas con fuerte presión humana. Es una especie invasora con una expansión sencilla, y de difícil erradicación en el campo.
Para realizar su extracción, a las dificultades de trabajar en riberas fluviales se añade el hecho de que abandonar un solo tallo en el medio natural es suficiente para que se convierta en un nuevo foco de invasión. Afortunadamente, aún no está muy extendida, y si se quiere evitar una invasión futura, la prevención es el mejor camino. Un primer paso muy efectivo sería eliminarla de los catálogos de tiendas y viveros, y reducir al máximo su uso en jardinería.
Bandera española (‘Lantana camara’) — Anukoon Supawong /iStock
La bandera española
Se trata de una de las flores más apreciadas en jardinería, especialmente en nuestro país, y con buen motivo. La inflorescencia de la bandera española (Lantana camara) está formada por un ramillete de flores dispuestas en círculos concéntricos. En su variedad más habitual, las flores de la periferia exhiben un tono rojo intenso, y las del centro son de color amarillo; este patrón de colores le da a la planta su nombre vernáculo. No obstante, actualmente existen otras variedades de color, que pasan por el blanco, marfil, naranja o púrpura.
La bandera española es un arbusto de hoja ancha, perennifolio, procedente del continente americano, y presente en su rango nativo desde el sur de Estados Unidos hasta Brasil. En España se encuentra sobre todo en entornos cálidos, particularmente en Andalucía, la Comunidad Valenciana y Cataluña, y especialmente en el archipiélago canario.
Es una especie tóxica para el ganado y se han reportado fallecimientos de niños que han consumido accidentalmente sus frutos. Se encuentra dentro de la lista de las cien especies invasoras más peligrosas del mundo según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Falsa acacia (‘Robinia pseudoacacia’) — Jon Benedictus /iStock
La falsa acacia
La falsa acacia (Robinia pseudoacacia) o acacia bastarda es de los árboles más populares empleados en jardinería en España. Originario de Estados Unidos, del área comprendida entre Pennsylvania, Missouri, Oklahoma y Alabama, es un árbol de mediano tamaño, con espinas afiladas, que crece muy bien en cunetas y taludes, donde se ha utilizado con frecuencia para fijar el sustrato.
Como especie invasora, tiene una gran capacidad para desplazar a otras especies. Es particularmente peligrosa para los ecosistemas forestales; invade los claros de los bosques, y elimina paulatinamente a la flora autóctona, instalándose en su lugar, y acaba por formar comunidades monoespecíficas donde solo crece ella. Está presente en todas las comunidades autónomas de España, aunque donde mayor fuerza invasiva adquiere es en Galicia, la Cornisa Cantábrica, Cataluña y el norte de la Comunidad Valenciana.
Eucalipto azul (‘Eucalyptus globlus’) — Dr John A Horsfall /iStock
El eucalipto
Los eucaliptos en general, y la especie Eucalyptus globulus en particular, han estado siempre envueltos en una gran polémica. Desde ciertos sectores se niega su carácter invasor, pero los datos ecológicos no dejan mucho margen de error. Según un análisis objetivo y cuantitativo de invasividad, realizado por las investigadoras especialistas en plantas invasoras Núria Gassó, Corina Basnou y Montserrat Vilà, el eucalipto es tan invasor como la uña de gato o la acacia mimosa, y más que otras como el estramonio o el lirio amarillo, especies, todas ellas, reguladas en el Catálogo de Especies Invasoras.
Se ha intentado incluir en el Catálogo al eucalipto en reiteradas ocasiones, incluso desde los primeros borradores, pero las decisiones del organismo regulador siempre han resuelto en contra de su regulación, en oposición a las recomendaciones contundentes del Comité Científico competente. Los artículos científicos no argumentan de forma muy distinta. Según indica un artículo científico publicado en 2019 en la revista científica Neobiota, «basándonos en nuestro análisis de las listas de priorización, ofrecemos las siguientes recomendaciones: (…) que las especies invasoras de la Lista de Atención [donde se incluye E. globulus] deben ser consideradas para su regulación. (…) Si bien [el eucalipto] se ha introducido para proporcionar un beneficio inmediato (…), sus impactos en el medio ambiente, así como en algunas actividades humanas, más allá del sector forestal, sugieren que su regulación debe ser considerada».
Referencias:
- Bayón, Á. et al. 2019. Horizon scanning to identify invasion risk of ornamental plants marketed in Spain. NeoBiota, 52, 47-86. DOI: 10.3897/neobiota.52.38113
- Gassó, N. et al. 2010. Predicting plant invaders in the Mediterranean through a weed risk assessment system. Biological Invasions, 12(3), 463-476. DOI: 10.1007/s10530-009-9451-2
- Sanz Elorza, Mario. et al. (Eds.). 2004. Atlas de las Plantas Alóctonas Invasoras en España. Dirección General para la Biodiversidad.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.es
Publicado el: 2023-07-28 09:00:00
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