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análisis del ritual y su impacto en la fertilidad y legitimación

análisis del ritual y su impacto en la fertilidad y legitimación

Tal como se define en la Encyclopedia of Religion, el Matrimonio sagrado (hieros gamos, en griego) es un término que define la unión mística o ritual entre un dios y una diosa, y también entre un humano y una divinidad; en este caso, la unión específica entre un rey y una diosa. En este sentido hay que destacar el papel que juega Inana/Ištar. Su marido era Dumuzi, pero el amor de la diosa era voluble y tuvo diversos amantes a los que también traicionó, por ejemplo el jardinero Išullanu.

El papel de Inana/Ištar en el mitema del Matrimonio sagrado está muy unido a su vertiente erótica y a la importancia de su presencia en el mantenimiento de los ritmos de fecundidad. Curiosamente, Inana/ Ištar, la amante estéril, es la que garantiza la fecundidad vegetal, animal y humana, y así lo demuestran sus epítetos: «Diosa que hace renacer el verdor», «La que recorre los campos», «La que da la vida», «Señora del corral». Es por ello que el que baje al inframundo tras su muerte implica la interrupción radical en la tierra de toda actividad amorosa y sexual.

El Matrimonio sagrado protagonizado por la diosa Inana está íntimamente ligado al mundo mitológico sumerio. Se tienen evidencias de este ritual en Mesopotamia en tres momentos cronológicos: antiguo, entre el 2900-2100 a. C., en los periodos conocidos como Pre-dinástico, Sargónico y Lagaš II; clásico, entre el 2100-1800 a. C., en los periodos de Ur III e Isin; y tardío, entre 1700-1000 a. C., en el periodo paleo-babilónico tardío. Aunque la mayoría de los textos proceden de la época de Ur III y de Isin.

Escena asirias honrando al árbol sagrado. Foto: SHUTTERSTICK

En la franja temporal en la que el sumerio es aún lengua hablada, el término Matrimonio sagrado se aplica a la relación íntima entre la diosa Inana y el rey, tal como se describe esta unión en los textos pertenecientes a los poemas amorosos del ciclo de Inana-Dumuzi, o en otros textos relacionados. 

La parte femenina es la diosa Inana/Ištar o alguna de sus hipóstasis (Nanaya o Ninisina) y la parte masculina el rey, identificado con su nombre o como Dumuzi o como Amaušungalanna, un rey antediluviano y uno de los amantes de Inana.

El primer rey al que se le llamó «esposo» o «amante de la diosa» fue Enmerkar de Uruk, que reinó hacia el 2700 a. C. en la ciudad de Aratta. Sin embargo, no está claro que esta relación sea contemporánea de este rey. Después de la época sumeria, parece que este ritual desaparece, hasta que vuelve a cobrar importancia en el i milenio en Asiria y Babilonia, aunque en esta época la unión mística tenía lugar entre un dios y una diosa.

El rey ya no era la pareja de la diosa, pero seguía siendo la figura beneficiaria del ritual. Parece ser que la ceremonia, por un lado, aseguraba la fertilidad del país, y por el otro, divinizaba al rey. También se ha sugerido que podía servir para su coronación, su bendición (para tener un heredero, por ejemplo), su legitimación, etc. El objetivo era sellar el destino del rey como tal, pues la diosa declaraba al futuro rey digno de ser coronado.

La unión entre el rey y la diosa reproduce el mítico matrimonio de Inana y Dumuzi. Este estaría representado en el ritual por el rey, e Inana por una sacerdotisa o bien por una estatua de la diosa. El punto final y culminante sería el acto sexual entre la diosa y el rey. 

No sabemos si tenía lugar de manera real con alguna mujer (quizás una sacerdotisa del templo) o si solo se trataba de una unión mística entre el rey y la diosa, con la presencia de una estatua de la divinidad. Un banquete final aseguraba la fertilidad del país, así como la prosperidad durante su reinado.  

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.es

Publicado el: 2023-11-13 11:30:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades