Situadas en el macizo de los Montes Alburnos, en la provincia de Salerno, las grutas de Pertosa-Auletta son reconocidas por su singularidad geológica y arqueológica. Estas cuevas enclavadas en el geoparque del Cilento, Vallo di Diano y Alburni son, además, únicas en Italia por otro motivo: en ellas, es posible navegar por un río subterráneo, el río Negro. Además de albergar el único asentamiento palafítico subterráneo conocido en Europa, que data del II milenio a.C., un nuevo descubrimiento vuelve a poner en el mapa este singular yacimiento gracias a un santuario del 2300 años hallado durante la campaña de excavación de 2025.
La ocupación humana de las cavernas de Pertosa-Auletta
8000 años de presencia humana
Las grutas de Pertosa-Auletta han sido testigos de una prolongada interacción humana que se extiende a lo largo de milenios. Los primeros indicios de actividad de comunidades humanas en estas cuevas se remontan al Neolítico, hace aproximadamente 8000 años. Durante este período, las comunidades prehistóricas comenzaron a utilizar las cuevas como refugio y espacio para realizar diversas actividades cotidianas.

Los palafitos como vivienda
Uno de los hallazgos más destacados en las grutas es una extensa estructura palafítica de la Edad del Bronce. Este asentamiento, datado por radiocarbono en alrededor de 3500 años de antigüedad, representa el único ejemplo conocido en Europa de una aldea palafítica subterránea. Los palafitos, estructuras elevadas sobre pilotes, se utilizaban de manera habitual en zonas lacustres o pantanosas para proteger las viviendas de inundaciones y humedad. Sin embargo, la presencia de una aldea palafítica en un entorno subterráneo es una característica única que ha intrigado a los arqueólogos.
Los períodos helenístico y romano: religión y retiro espiritual
Durante la época helenística (siglos IV-I a.C.), las grutas adquirieron una nueva dimensión en lo que respecta a su uso. Se han encontrado evidencias de que las cuevas se emplearon con fines religiosos y ceremoniales. El reciente descubrimiento de un santuario helenístico en el interior de las grutas refuerza la hipótesis de que este espacio subterráneo desempeñó un papel significativo en las prácticas cultuales de las civilizaciones antiguas de la región. El hallazgo, por tanto, sugiere que las cuevas no solo servían como refugio o espacio habitacional, sino también como lugar de culto y rituales religiosos.
La ocupación de las grutas continuó en las épocas posteriores. Se han encontrado testimonios de la era romana que indican una adaptación del espacio para realizar en él actividades relacionadas con el culto. Es posible que el espacio también se hubiese usado como lugar de retiro espiritual. La reutilización de las cuevas en diferentes períodos históricos demuestra su importancia persistente en la vida cultural y religiosa de las comunidades locales.

El medievo
En la Edad Media, las grutas mantuvieron su relevancia y sus usos de adaptaron a las necesidades y creencias de las comunidades de la época. Se han encontrado indicios de que las cuevas sirvieron de eremitorios o lugares de retiro monástico, lo que refleja la continuidad de su uso como espacios sagrados y de contemplación. Esta continuidad en la ocupación y uso de las grutas a lo largo de diferentes épocas históricas subraya su importancia como lugar de refugio, culto y actividad humana.
Pertosa-Auletta y la arqueología
Las primeras excavaciones
Las excavaciones arqueológicas realizadas a finales del siglo XIX y principios del XX sacaron a la luz una variedad de artefactos que evidencian la rica actividad humana en las cuevas. Entre los objetos recuperados, se encuentran herramientas líticas, cerámicas y otros utensilios que ofrecen una visión detallada de la vida cotidiana de sus antiguos habitantes. Estos artefactos no solo demuestran habilidades avanzadas en la fabricación de herramientas y objetos utilitarios, sino que también reflejan aspectos culturales y sociales de las comunidades que ocuparon las grutas.
La campaña de excavación de 2025
En enero de 2025, se inició una nueva campaña de excavación en las grutas de Pertosa-Auletta, dirigida por un equipo especializado en espeleología y arqueología. Los trabajos se centraron en el área conocida como Antegrotta, ubicada a unos 40 metros de la entrada de la cueva, en el lecho del río subterráneo. Para facilitar las investigaciones, fue necesario drenar el embalse artificial que, en condiciones normales, inunda esta sección de la cueva.
El descubrimiento del santuario
Durante esta campaña de excavación, los arqueólogos protagonizaron un hallazgo de gran relevancia. A lo largo del curso del río subterráneo, en la zona conocida como Antegrotta, encontraron una estructura de culto que data de la época helenística (siglos IV-I a.C.). Este descubrimiento se produjo tras el drenaje del embalse artificial, que permitió tanto el acceso al lecho del río como la instalación de un área de excavación.

Quemadores de incienso, estatuillas y cerámica
Entre los objetos recuperados en esta área sagrada destaca un quemador de incienso de la época helenística, lo que sugiere prácticas devocionales vinculadas a cultos religiosos de la época. Este artefacto pudo utilizarse probablemente durante determinadas ceremonias y ritos para quemar sustancias aromáticas
Además del quemador de incienso, se han encontrado otros artefactos que enriquecen la comprensión del uso ceremonial de las grutas durante el período helenístico. Estos hallazgos incluyen cerámicas finamente decoradas, que quizás se emplearon para depositar ofrendas o celebrar banquetes rituales, y pequeñas estatuillas votivas que podrían representar deidades o figuras relacionadas con las creencias religiosas de la época. La disposición y naturaleza de estos objetos sugieren que el santuario fue un lugar de significativa actividad espiritual y comunitaria.

Un culto subterráneo
El descubrimiento del santuario helenístico en las grutas de Pertosa-Auletta enriquece el conocimiento sobre las prácticas religiosas de la antigüedad, pero también subraya la importancia continua de este sitio arqueológico. La combinación de estructuras prehistóricas y evidencias de cultos helenísticos convierte a estas cuevas en un punto focal para el estudio de la evolución cultural y religiosa en el sur de Italia. Las investigaciones futuras prometen desvelar más detalles sobre la interacción humana con este entorno subterráneo a lo largo de los milenios.
Referencias
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com
Publicado el: 2025-03-07 08:30:00
En la sección: Muy Interesante