En la madrugada del 18 de febrero de 2025, un acto de vandalismo sacudió el corazón de Cuzco. La emblemática Piedra de los 12 Ángulos, un símbolo del ingenio arquitectónico inca, fue atacada con un objeto metálico por un individuo en aparente estado de ebriedad. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que el agresor, sin titubeos, golpeó repetidamente la estructura lítica, desprendiendo fragmentos de su superficie en al menos seis puntos visibles.
Este atentado contra el patrimonio histórico ha desatado una ola de indignación en Perú y más allá de sus fronteras. La Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, entidad encargada de la preservación de estos bienes, ha exigido la máxima sanción para el responsable, que ya fue detenido. La piedra, parte del antiguo Palacio de Inca Roca, no solo es un atractivo turístico, sino un testimonio vivo de la destreza con la que los incas tallaban y ensamblaban sus muros sin necesidad de mortero.
Un daño sin vuelta atrás
Los primeros informes técnicos sugieren que el impacto ha dejado cicatrices irreparables en la piedra. Especialistas del Ministerio de Cultura y forenses de la Policía Nacional de Perú han inspeccionado la zona, tomando registros fotográficos y evaluando la gravedad del daño. El material lítico, con más de 500 años de antigüedad, ha perdido fragmentos originales, algo que pone en riesgo su integridad estructural y su valor histórico.
No es la primera vez que un monumento de Cuzco sufre un atentado similar. La falta de seguridad en ciertos puntos del casco monumental ha sido una preocupación constante para arqueólogos, historiadores y ciudadanos. Este nuevo episodio reaviva el debate sobre la necesidad de medidas más estrictas para la protección del legado incaico.

Un ícono de la ingeniería inca
La Piedra de los 12 Ángulos no es solo un atractivo turístico, sino una prueba del dominio técnico alcanzado por los incas en la construcción de muros poligonales. Su precisión en el corte y ensamblaje ha sido objeto de estudios y admiración mundial. Esta técnica permitía que las estructuras resistieran movimientos sísmicos sin necesidad de cemento ni otros materiales de unión.
Ubicada en la calle Hatunrumiyoc, a pocos metros de la Plaza de Armas de Cusco, la piedra ha sido fotografiada por miles de turistas y es un emblema de la ciudad. Forma parte del muro del antiguo palacio de Inca Roca, gobernante del siglo XIV, sobre el cual se edificó posteriormente el Palacio Arzobispal de Cusco. Cada ángulo encaja perfectamente con las piedras adyacentes, reflejando el alto grado de conocimiento en ingeniería y geología que poseían los incas.
Este tipo de muros, presentes también en Machu Picchu y Sacsayhuamán, han desafiado el paso del tiempo, demostrando una resistencia asombrosa frente a terremotos. Sin embargo, ni siglos de historia ni su imponente presencia la salvaron del ataque irracional de una persona.

Un castigo ejemplar para los agresores del patrimonio
El Ministerio de Cultura ha sido contundente en su postura: este es un crimen contra el patrimonio cultural que, según la legislación peruana, podría ser sancionado con hasta seis años de prisión. La denuncia formal ya fue interpuesta y se espera que la Procuraduría Pública del Ministerio de Cultura inicie acciones legales contra el responsable.
La comunidad cusqueña y defensores del patrimonio han expresado su indignación en redes sociales, exigiendo penas más severas para quienes atentan contra la herencia cultural del país. En un país donde el turismo representa un pilar económico, la seguridad de los bienes históricos es una prioridad no solo para los especialistas, sino para toda la sociedad.
Un plan de acción urgente
Ante lo ocurrido, la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco ha anunciado la convocatoria de una mesa técnica de trabajo. El objetivo será reforzar las estrategias de protección y vigilancia en el casco histórico de la ciudad. En esta iniciativa se espera la participación de la Municipalidad de Cusco, el Poder Judicial, la Policía Nacional del Perú y el Ministerio Público, entre otras entidades clave.
Este hecho ha dejado claro que la seguridad de los monumentos históricos no puede depender solo de la conciencia ciudadana. Se necesita un plan integral que garantice su conservación a largo plazo y prevenga futuros ataques. La implementación de sistemas de videovigilancia más avanzados, mayor presencia policial y campañas de sensibilización son algunas de las acciones que se plantearán en esta mesa técnica.

Un mensaje a la ciudadanía
Desde el Ministerio de Cultura han hecho una invitación a la ciudadanía para sumarse a la protección del patrimonio cultural. La conservación de los bienes históricos no es solo tarea del Estado, sino de todos los peruanos. Se insta a los ciudadanos y turistas a reportar cualquier actividad sospechosa y a respetar el legado dejado por las civilizaciones prehispánicas.
El atentado contra la Piedra de los 12 Ángulos es un recordatorio de la fragilidad del patrimonio cultural y de la necesidad de tomar medidas urgentes para evitar que estos hechos se repitan. La historia de una nación se cuenta a través de sus monumentos, y cuando uno de ellos es dañado, se pierde una parte de nuestra identidad.
Mientras las autoridades toman cartas en el asunto, la herida en la piedra inca queda como una cicatriz imborrable en el muro de la historia.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com
Publicado el: 2025-02-24 06:37:00
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