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Atractivos e inconvenientes del sexo en el espacio

Atractivos e inconvenientes del sexo en el espacio

“El amor cósmico. El aprovechamiento máximo de la gravedad cero. El Nirvana donde el corazón es capaz de bombear sangre con más eficacia, con lo que las erecciones serían más fáciles de lograr y mantener, y no hay posición imposible de conseguir. Deja llevar tu imaginación en un mundo de posibilidades y creatividad ilimitadas”. Este podría ser uno de los anuncios de uno de esos “hoteles por horas” situado en órbita terrestre. No hay duda de que el atractivo de tener relaciones sexuales en el espacio puede ser –y seguramente será- uno de los negocios del futuro en el espacio. De hecho, hace más de dos décadas, la compañía con base en California Space Hotel Island prometía placeres “fuera de este mundo” en su club orbital situado a 650 km de altura. Pretendía tenerlo en funcionamiento para 2012 y con un precio de la habitación perfectamente ‘asequible’: 24 000 dólares.

Claro que…

Las leyes de Newton van contra el sexo en el espacio. Foto: Istock

Lograr lo que la NASA llama un rendezvous orbital no es tan sencillo como parece. Pensemos simplemente en la tercera ley de Newton: “Para cada acción hay una reacción igual y en el sentido opuesto”. Eso quiere decir que, siempre que un objeto realice una acción como mover, empujar u oprimir otro objeto, este último reacciona devolviendo la misma fuerza. En la Tierra no somos conscientes de cuánto nos ayuda la gravedad durante el acto sexual. En el espacio, sin ninguna fuerza que juegue a favor tuyo, terminas alejando constantemente a tu pareja de ti.

Arneses y velcro

Por eso, diversos especialistas con mucha imaginación han pensado en el problema y ha elaborado un sistema de arneses, cinturones elásticos y cuerdas de alpinismo para sostener a los ‘astronautas sexuales’ en la cúspide de la pasión cósmica. Así en 2006, la novelista estadounidense Vanna Bonta inventó el 2suit, una prenda diseñada para facilitar las relaciones sexuales en el espacio exterior. El 2suit estaba hecho de una tela liviana, con un exterior forrado con velcro, que permitiría a dos personas abrazarse con seguridad. En 2008 Bonta y su marido lo probaron a bordo del G-Force One, un simulador de baja gravedad: necesitaron de ocho intentos para lograr abrazarse con éxito.

Abrazarse en gravedad cero puede ser un reto imposible. Foto: IstockGetty Images

El astronauta alemán Ulrich Walter ha sugerido que se podría adoptar un método empleado por los delfines en el océano, donde un tercero mantiene unidos a los otros dos para evitar que se desvíen, en un peculiar ménage à trois espacial. Por otro lado, las actividades en gravedad cero o microgravedad son exasperantemente lentas, así que a aquellos que les guste el sexo desenfrenado lo van a pasar verdaderamente mal; hay que adaptarse a las peculiaridades del entorno.

La puritana NASA

¿Y la NASA se ha planteado que algo así pueda suceder en una de sus misiones? Habida cuenta del puritanismo norteamericano, la agencia espacial norteamericana se ha hecho “la sueca” durante más de 60 años: “la agencia no tiene una política formal con respecto a la actividad sexual en el espacio”, ha dicho Sandra Jones, portavoz del Centro Espacial Johnson de la NASA. Solo ahora, cuando se plantea tanto el viaje tripulado a Marte como la construcción de una base permanente en la Luna, que el tema se ha convertido en objeto legítimo de investigación. En 1992 los astronautas Mark Lee y Jan Davis se casaron en secreto antes de volar en la misión del transbordador STS-47, lo que se convirtió en su luna de miel. Y cuentan las malas lenguas que ambos se entregaron a los placeres del amor ingrávido. Así que, visto lo visto y como dijo el ex-astronauta Michael Collins, “el Kamasutra del espacio está por escribirse”.

Corre el rumor que en la misión STS-47 del transbordador una pareja hizo los honores… Foto: Istock

Mientras que los norteamericanos han tenido alergia a tratar el tema, los rusos han abordado abiertamente la importancia del sexo y las relaciones sentimentales en una tripulación aislada en el espacio. Ya en el lejano año de 1960, en los albores de la carrera espacial, el Instituto de Problemas Biomédicos se interesó por este campo. En 1982, la cosmonauta rusa Svetlana Savitskaya -la segunda mujer en viajar el espacio- se unió a la misión espacial Soyuz T-7 durante ocho días. Dos colegas varones ya estaban a bordo cuando llegó, lo que la convirtió en la primera misión espacial mixta. Pues bien, en el libro Höllenritt durch Raum und Zeit (Un viaje infernal a través del tiempo y el espacio), el astronauta alemán Ulrich Walter señala que, según el médico del equipo, Oleg Georgievich Gazenko, el vuelo se planeó para que, además, hubiera un encuentro sexual.

¿Es necesario el sexo en el espacio?

Para los rusos, el sexo no va a ser un requerimiento imperioso para los astronautas en vuelos de larga duración. Según el investigador del Instituto de Problemas Biomédicos Liubov Serova, “las personas con fuertes motivaciones profesionales no necesitan el sexo como un alivio emocional, y los cosmonautas tienen una determinación muy fuerte de cumplir sus metas. Según los rusos la abstinencia en el espacio nunca ha sido razón para la interrupción prematura de un vuelo, y tampoco aconsejan usar muñecas hinchables (del estilo de las que podemos encontrar en los sex-shops) porque, como han demostrado las expediciones prolongadas a la Antártida, hay quienes las terminan prefiriendo a sus esposas o novias. Eso sí, una cosa es el sexo y otra el amor: uno de los problemas más frecuentes de los astronautas es la nostalgia de sus seres queridos.

¿Habrá sexo en Marte? Foto: Istock

Ahora bien, la naturaleza humana no es única y aunque pueda haber muchos que abracen con gusto la vida monacal en el espacio, lo que sí nos ha enseñado la historia es que allí donde vaya la gente, el sexo irá detrás.

Referencias:

  • Woodmansee, Laura S. (20066) Sex in space, Ed. Collector’s Guide Publishing

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.es

Publicado el: 2024-01-24 11:00:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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