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Cinco criaturas espeluznantes reales que podrían ser monstruos de Halloween

Cinco criaturas espeluznantes reales que podrían ser monstruos de Halloween

Se acerca Halloween, y más allá de calabazas, calaveras, brujas y fantasmas, cada año muchos buscamos ideas originales con las que celebrar esta fiesta de origen celta. Y lo cierto es que la naturaleza nos puede sorprender con curiosas criaturas que parecen sacadas de una película de terror. Animales reales, cuyas características desafían nuestra imaginación.

Desde las profundidades abisales hasta los rincones más oscuros, estas especies nos sumergen en un mundo de fascinación y espanto, donde la realidad supera con creces la ficción. Acompáñanos en este viaje a través de lo espeluznante y lo extraordinario en el reino animal.

‘Astroscopus guttatus’, pez zombi. — Alami

‘Astroscopus guttatus’, el pez zombi

En las aguas poco profundas del océano Atlántico, entre Carolina del Norte y Nueva York, parcialmente enterrado en la arena, habita a una criatura fascinante. De nombre científico Astroscopus guttatus, también conocido como miraestrellas del norte y, más coloquialmente, pez zombi, es un animal extraño, de más de medio metro de longitud.

Su cuerpo oscuro presenta manchas blancas en el dorso, lo que facilita su camuflaje en zonas arenosas. Unos ojos saltones que salen del sustrato le permiten al pez zombi vigilar su entorno permanentemente, mientras con la boca, también dirigida hacia arriba, como si fuese una trampa, captura las presas que embosca. Además, el pez zombi cuenta con órganos eléctricos, con los que dispara descargas lo suficientemente intensas como para aturdir a sus presas.

‘Linophryne brevibarbata’, pez diablo barbado. — Nigel R. Merrett/Wikimedia

‘Linophryne brevibarbata’, el pez diablo barbado

Descendiendo a mayor profundidad, desde 600 a 2000 metros, aparece la siguiente criatura. Distribuido por casi todo el Atlántico Norte, incluyendo las costas de España, allí donde la luz del sol nunca llega, se esconde el pez diablo barbado, Linophryne brevibarbata.

La hembra de esta especie se caracteriza por su morfología peculiar, como se puede ver en la fotografía, con apéndices y barbillas que le permiten detectar presas en la penumbra. Pero más sorprendente aún es el comportamiento del macho, de tamaño mucho más pequeño, que adopta un rol parasitario, dependiendo de la hembra, a la que se fija en la región de la cloaca. Esta estrategia, poco común, es crucial para su supervivencia en un entorno tan hostil y muestra la asombrosa diversidad de la vida marina en las profundidades del Atlántico Norte.

La conservación de estas especies y su hábitat sigue siendo un desafío importante, aún hay mucho que descubrir y comprender en el mundo de los peces abisales.

Picnogónido o araña de mar del género ‘Nymphongrossipes’. — Alexander Semenov/Coldwater Science

Los picnogónidos, falsas arañas del mar

Otro habitante de las profundidades abisales es el picnogónido, mal llamado araña de mar. Algunas especies se encuentran cercanas al litoral, y otras habitan hasta los 6000 metros de profundidad. Aunque su apariencia recuerda a una araña, estos seres marinos son un grupo único y fascinante. Investigaciones recientes muestran que es basal en los artrópodos, es decir, que están evolutivamente tan alejados de los arácnidos como los insectos o los crustáceos.

A diferencia de las arañas terrestres, los picnogónidos no tejen tela alguna. Se desenvuelven en un ambiente íntegramente acuático y tienen características únicas en su anatomía y comportamiento. Son conocidos por sus largas patas espinosas y su apariencia frágil. Pero lo son solo en apariencia, son depredadores perfectamente adaptados a su entorno.

Amblipigio o araña látigo. — Greg Hume/Wikimedia

Los amblipigios, o arañas látigo

A pesar de su nombre común, la araña látigo no es una araña auténtica, sino que conforma, junto a la araña, el escorpión y otras criaturas con ocho patas, un propio grupo dentro de los arácnidos. De hecho, sus pedipalpos con pinzas lo hacen más parecido al escorpión, pero sin la larga cola venenosa. Los amblipigios carecen de toxinas y de glándulas de seda.

Una de las características más curiosas de las arañas látigo es la que les concede nombre: el primer par de patas tiene forma de apéndice largo, como si de un par de antenas o látigos se tratase. Los amblipigios son comunes en las regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo, principalmente en hábitats cálidos y húmedos.

‘Scutigera coleoptrata’, escutígera. — David Levine / Wikimedia

‘Scutigera coleoptrata’, el ciempiés más ‘creepy’

Nuestro viaje concluye con una de las criaturas más espeluznantes que puedes encontrar… ¡en tu propia casa! La escutígera (Scutigera coleoptrata), un miriápodo con hasta quince pares de patas, largas y finas, que le dan un aspecto realmente inquietante. Una escutígera podría ser un digno monstruo de una película de terror, siempre que se le sobredimensionara, pues su pequeño tamaño, de no más de 5 centímetros de longitud, hace que se le pierda el miedo.

A pesar de su aspecto, este ciempiés es un insecto beneficioso que contribuye al control de plagas en nuestros hogares. Es un depredador que se alimenta de arañas, chinches, cucarachas, termitas, pececillos de plata, hormigas y otros artrópodos domésticos. Suele ser un cazador nocturno, no le gusta dejarse ver a la luz del día. No hay que descartar que una de estas pequeñas criaturas habite en tu hogar, alimentándose de aquellos bichos que suelen considerarse indeseables. La próxima vez que te encuentres con una escutígera, no temas. Está ayudándote a mantener tu hogar libre de insectos y que puedas disfrutar de un feliz Halloween.

Referencias:

  • Assessment, K. C. (IUCN S. G. M. S. et al. 2014. IUCN Red List of Threatened Species: Astroscopus guttatus. IUCN Red List of Threatened Species.
  • Bamber, R. N. et al. 1995. The deep-water pycnogonids (Arthropoda: Pycnogonida) of the northeastern Atlantic Ocean. Zoological Journal of the Linnean Society, 115(2), 117-162. DOI: 10.1111/j.1096-3642.1995.tb02325.x
  • FishBase. s. f. Linophryne brevibarbata.
  • Lewis, J. G. E. 1981. The Biology of Centipedes (1.a ed.). Cambridge University Press. DOI: 10.1017/CBO9780511565649
  • Maxmen, A. et al. 2005. Neuroanatomy of sea spiders implies an appendicular origin of the protocerebral segment. Nature, 437(7062), 1144-1148. DOI: 10.1038/nature03984

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.es

Publicado el: 2023-10-25 13:00:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades