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¿cómo son los apocalipsis de las mitologías antiguas?

¿cómo son los apocalipsis de las mitologías antiguas?

La concepción del apocalipsis y el fin del mundo ha cautivado la imaginación humana desde tiempos inmemoriales, siendo un tema recurrente en las mitologías de diversas culturas antiguas. Desde los antiguos griegos hasta los mayas, pasando por las frías profecías nórdicas, cada civilización ha tejido su propio relato sobre el destino final de la humanidad y del cosmos.

Deucalión y Pirra, por Giovanni Maria Bottalla. Wikimedia

El fin del mundo en la mitología griega

En la mitología griega, el fin del mundo se concibe a través de las Edades del Hombre, una sucesión de eras que reflejan el progresivo deterioro moral y físico de la humanidad. Comenzando con la Edad de Oro, una época de prosperidad y armonía bajo el reinado de Cronos, la humanidad desciende a través de las Edades de Plata, Bronce y, finalmente, Hierro, en la que vivimos actualmente, caracterizada por la violencia, la corrupción y el alejamiento de los dioses, un paralelo al concepto del Kali Yuga hindú. Dentro de este marco de decadencia, surge el mito de Deucalión y Pirra, el equivalente griego del relato bíblico de Noé. Tras una gran inundación enviada por Zeus para castigar la iniquidad de la Edad de Bronce, Deucalión y Pirra, guiados por la sabiduría divina, sobreviven y repueblan la tierra lanzando piedras sobre sus hombros, que se transforman en hombres y mujeres. Este acto simboliza la posibilidad de renovación y esperanza, incluso después de la más devastadora destrucción, ofreciendo una visión cíclica del fin del mundo que culmina en un nuevo comienzo para la humanidad.

Estatuilla con Isis, Osiris y Horus de izquierda a derecha. G. Blanchard / Wikimedia

Visiones apocalípticas en el antiguo Egipto y Mesopotamia

En las antiguas civilizaciones de Egipto y Mesopotamia, las visiones apocalípticas estaban profundamente arraigadas en mitos de caos primordial y catastróficas inundaciones, simbolizando ciclos eternos de destrucción y creación. En Egipto, el mito de Osiris encapsula este ciclo: tras ser asesinado y desmembrado por Seth, Osiris es resucitado por Isis, una muestra de la regeneración y el renacimiento tras la devastación. Este relato refleja la creencia en la resiliencia y la renovación perpetua, incluso frente a la aniquilación.

En Mesopotamia, el mito del Diluvio de Gilgamesh narra cómo los dioses, liderados por Enlil, deciden aniquilar a la humanidad con una inundación descomunal. Sin embargo, Ea advierte a Utnapishtim, un paralelo de Noé, quien construye un arca para salvar a su familia y a especies de animales. Este diluvio representa no solo un final, sino también un nuevo comienzo, puesto que los dioses, arrepentidos, hacen un pacto con Utnapishtim, asegurando la continuidad de la vida. Así, tanto en Egipto como en Mesopotamia, el apocalipsis se ve como un preludio necesario para la regeneración, donde el fin está intrínsecamente ligado a un nuevo acto de creación.

Thor peleando contra la serpiente Jörmundgander, cuadro de Johann Heinrich Füssli. Wikimedia.

Ragnarok: el crepúsculo de los dioses nórdicos

El Ragnarok, en la mitología nórdica, representa el apocalipsis definitivo, un cataclismo sin paralelo que no solo presagia el fin de los dioses, sino también la destrucción y renovación del mundo entero. Este crepúsculo de los dioses ve la caída de figuras titánicas como Odín, Thor y Loki en una batalla fatal, predestinada por las antiguas profecías. Este enfrentamiento culmina en la devastación de la tierra, sumergida en el mar, que marca un final absoluto.

Sin embargo, el Ragnarok también cuenta con la promesa de renacimiento. De las aguas del caos emergen un mundo nuevo y dos supervivientes humanos, quienes se encargarán de repoblar la tierra, marcando el inicio de una era de frescura y esperanza. Este ciclo de destrucción y regeneración refleja la profunda conexión de la cultura nórdica con la naturaleza y su aceptación del destino y la justicia cósmica. El Ragnarok subraya la creencia en un orden predeterminado, donde incluso los dioses están sujetos a las leyes inmutables del destino, reafirmando la idea de que de la destrucción más absoluta puede surgir un nuevo principio.

Templo de las Inscripciones en Palenque, Chiapas. J. C. Castaneda / Wikimedia

El fin del mundo según la cultura maya está intrínsecamente ligado a su sofisticado calendario y a la concepción cíclica del tiempo. Contrario a la creencia popular de que el calendario maya predecía el fin del mundo en 2012, los mayas veían este momento como el cierre de un ciclo importante, el Baktun 13, y no como una profecía apocalíptica. Este cambio de ciclo simbolizaba una época de transformaciones y renovaciones, más que una catástrofe terminal.

Los mayas creían que el cosmos y la humanidad estaban interconectados en un gran engranaje de ciclos cósmicos que se repetían y renovaban. Esta visión estaba profundamente arraigada en su cosmovisión y prácticas rituales, donde la astronomía, la matemática y la religión se entrelazaban para entender y celebrar los patrones del universo. La conclusión de un ciclo era una oportunidad para el renacimiento y la reflexión, reflejando la resiliencia y adaptabilidad de la cultura maya frente a los cambios y los nuevos comienzos.

El fin de los tiempos

Las mitologías antiguas, a pesar de sus diferencias culturales y geográficas, convergen en la universal preocupación por el fin del mundo, reflejando un mosaico de interpretaciones sobre el destino de la humanidad y del cosmos. Estas narrativas apocalípticas, desde el caos primordial mesopotámico hasta el renacimiento pos-Ragnarok, destacan tanto el temor intrínseco a la destrucción como la esperanza inherente en la renovación. Estas historias nos hablan de la eterna inquietud humana ante la incertidumbre y del anhelo por comprender nuestro lugar dentro de un orden cósmico mayor.

En este tejido de mitos, se manifiesta una profunda reflexión sobre el ciclo de la vida, la muerte y el renacimiento, enseñándonos que el fin es tan solo una transición hacia un nuevo comienzo. Inspirados por Marco Aurelio, podemos adoptar una perspectiva estoica ante la inevitable conclusión de eras, recordando la frase pronunciada en la película “gladiator”, donde se dice que «la muerte nos sonríe a todos; devolvámosle la sonrisa». Esta aceptación filosófica no minimiza el valor de nuestra existencia, sino que nos invita a vivir con mayor plenitud, conscientes de la efímera pero impresionante danza del universo.

Referencias:

  • Hall, J. R. 2009. Apocalypse: From Antiquity to the Empire of Modernity. Polity.
  • Pablos, E. 2019. Cuando todo se acaba: la concepción del fin del mundo según las distintas mitologías. amberesrevista.com.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2024-02-26 12:00:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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