¿Cuál es el animal más grande de España?

Hace decenas de miles de años, lo que hoy es España estuvo poblada por grandes mamíferos. Durante el Pleistoceno, que comenzó hace dos millones y medio de años y terminó apenas hace once mil, en la península ibérica abundaban los ciervos gigantes, enormes rinocerontes lanudos y mamuts. Pero aquellas criaturas colosales se extinguieron antes del inicio de las civilizaciones. Hoy, la mayor parte de los animales que habitan en nuestro territorio son de tamaño mediano o pequeño, con contadas excepciones. Y de todas ellas, el oso pardo es el mayor de todos.

El oso pardo, el animal más grande de España en tierra firme

El animal más grande en suelo español es el oso pardo (Ursus arctos arctos). Con hay un marcado dimorfismo sexual en el tamaño, una hembra adulta pesa entre 75 y 140 kilos de media, aunque se han encontrado ejemplares de hasta 245 kilos, y los machos entre 90 y 250 kilos, con casos extremos de hasta 350. La altura hasta la cruz puede superar un metro, y a dos patas, en posición amenazante, puede superar fácilmente los dos metros de altura.

Hace milenios, los ancestros del oso pardo poblaban prácticamente toda Europa. Con la retirada de los hielos, grandes poblaciones de la subespecie europea se mantuvieron estables en el norte y centro de Europa. Actualmente, la población se estima en unos 55 000 individuos, en un estado de relativa estabilidad. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) cataloga la especie en el rango de preocupación menor, la más leve de las categorías.

Pero, lejos de aquellas regiones, dos grupos relictos de osos pardos consiguieron sobrevivir en la península ibérica, uno en la cordillera cantábrica y otro en los Pirineos. Ambos núcleos se han visto seriamente amenazados.

La población de Pirineos, compartida entre España y Francia, estuvo a punto de extinguirse a finales del siglo XX. Durante los últimos años de la década de los 90, su población se estimaba en apenas 6 ejemplares y una sola hembra reproductora. Varias reintroducciones entre 1996 y 2006, con osos procedentes de Eslovenia,, consiguieron recuperar ligeramente la población. Actualmente, los osos ocupan prácticamente todo el Pirineo, y su número crece lenta pero progresivamente.

La segunda población, la cantábrica, originalmente ocupaba desde la zona oriental de Lugo y toda la región montañosa de Asturias, León y Palencia, hasta el cuadrante suroccidental de Cantabria. No obstante, esta población ha sufrido un declive histórico. Actualmente, se encuentra dividida en dos subpoblaciones, a una distancia de unos 50 km entre una y otra, y sin flujo genético conocido entre ambas.

La subpoblación occidental, que habita entre Orense y las montañas de la mitad oeste de Asturias y León, actualmente está estable, y se piensa que hay entre 80 y 100 individuos, con una recuperación lenta. En la subpoblación oriental, ubicada en la intersección de Asturias, Cantabria, Palencia y León, la situación es aún más crítica; se estima que apenas quedan entre 25 y 30 osos. Y aunque la UICN, en su valoración general, establece una baja preocupación, el Atlas y Libro Rojo de los Mamíferos Terrestres de España evalúa al oso pardo cantábrico en peligro crítico de extinción, la categoría más grave para las especies vivas.

El animal más grande de las aguas españolas es, también, el más grande del mundo

Al hablar del animal más grande de España es normal mantener una acotación a los animales que habitan tierra firme. Pero si nos adentramos en las aguas de nuestras costas podemos encontrar animales mucho más grandes que el oso pardo, como la ballena azul (Balaenoptera musculus), en las costas atlántica y cantábrica.

Los adultos de ballena azul alcanzan entre 24 y 27 metros de longitud, y entre 100 y 120 toneladas de peso —equivalente al peso de 1500 personas—, aunque se han registrado animales que excedían los 33 metros, y un peso estimado de 170 toneladas.

La ballena azul es una especie cosmopolita, que habita todos los grandes océanos del planeta, aunque no se adentra en mares relativamente cerrados, como el Mediterráneo o el mar de Bering. No todas las ballenas viajan por todo el mundo. Se reconocen al menos seis poblaciones: la del Pacífico Norte, la del Pacífico oriental, la del sur del Pacífico y el Índico, la del Índico norte, la antártica y, la que visita España, la población del Atlántico norte.

Habitualmente, la ballena azul habita lejos de la costa, por eso no suele ser visible desde tierra firme, es necesario embarcarse en mar abierto para avistar a estos formidables animales. Hay reportes de ballena azul observadas en aguas cercanas a Galicia y Asturias, Cádiz y las Islas Canarias. Ocasionalmente se las ve en el estrecho de Gibraltar. Aunque hay citas antiguas que refieren la presencia de ballena azul en el Mediterráneo, la opinión actual de los especialistas es que, con toda probabilidad, se trató de identificaciones erróneas de rorcual común (Balaenoptera physalus), especie cercanamente emparentada.

Son animales migratorios. Su presencia en aguas europeas sucede especialmente durante el verano. En el invierno, viajan al sur, a las aguas más cálidas del Atlántico tropical y subtropical. La población que visita España se estima en una cifra cercana al millar de individuos, un valor que crece lentamente. Es una especie catalogada como en peligro de extinción tanto por las autoridades españolas como en el ámbito internacional por la UICN.

Referencias: