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cuando la madre se queda parte de sus hijos

cuando la madre se queda parte de sus hijos

Ser madre es un acontecimiento que marca de por vida. El cuerpo cambia, como también lo hacen las prioridades e incluso la forma de vida. Pero además, en las madres biológicas, hay un cambio mucho más sutil. Durante la gestación, la embarazada y el embrión o el feto intercambian todo tipo de sustancias, desde fluidos nutritivos y gases —la madre respira por ambos—, hasta moléculas relacionadas con la respuesta inmunitaria. Y también intercambian células. Este intercambio de células se denomina microquimerismo maternofetal, y tiene muchas consecuencias —algunas, aún objeto de estudio—.

Embarazo — Anastasia Makarevich / Pixabay

El microquimerismo maternal y fetal

El microquimerismo es una condición en la que un individuo alberga poblaciones celulares distintas a las suyas, en una porción inferior al 1 % del total de células. Esta condición puede suceder por determinadas causas clínicas, como una transfusión de sangre, pero durante la gestación sucede de manera natural. En el proceso sucede un intercambio bidireccional de células, del feto en el cuerpo de la madre y de la madre en el feto.

Se considera microquimerismo fetal a la presencia de células fetales dentro de la madre. Dado que el feto es un organismo en desarrollo, muchas de sus células no se encuentran aún diferenciadas, por lo que, con frecuencia, las células que migran son células madre totipotentes. Estas células pueden persistir en el cuerpo de la madre durante décadas, e hipotéticamente, de forma indefinida. Esto implica una relación duradera entre madre e hijo —considerando como ‘madre’, siempre, a la persona gestante— mucho más allá del vínculo físico del embarazo. Las células quiméricas consiguen integrarse en tejidos y órganos, y funcionar en el organismo receptor.

Como se ha indicado, la relación es recíproca. En el microquimerismo maternal, el feto recibe también células de la madre, y del mismo modo, se pueden alojar y permanecer en su organismo, después del nacimiento, incluso hasta la etapa adulta. Probablemente, todos llevemos algunas células de nuestra madre en el interior de nuestro cuerpo.

Ecografía de un feto de 14 semanas de gestación — (CC) Myllissa / Wikimedia

Posibles consecuencias del microquimerismo maternal

Las células microquiméricas fetales conservan la naturaleza pluripotencial de las células madre, que pueden diferenciarse en varios tipos celulares. Por ello, las presentes en la madre después del embarazo pueden tener varios efectos beneficiosos, especialmente en la reparación y la regeneración de tejidos.

Entre los numerosos estudios realizados sobre la cuestión destaca una revisión liderada por la investigadora india Sandhya Shrivastava, publicada en 2019. En ella se concluye que las células microquiméricas fetales pueden actuar como un sistema de reparación «en espera», participando en la curación de tejidos lesionados y posiblemente en la regeneración de órganos. Este papel reparador de las células microquiméricas es un área de gran interés, porque abre posibilidades a terapias regenerativas innovadoras que aprovechan el potencial de estas células únicas.

Por poner un ejemplo más directo: en el año 2012, un estudio llevado a cabo por un equipo liderado por Rina J. Kara, del Instituto Cardiovascular de Nueva York, demuestra que las células fetales pueden migrar al corazón materno lesionado y diferenciarse en diversas líneas celulares cardiacas. El marcado potencial de estos descubrimientos para posibles terapias regenerativas cardiovasculares es más que evidente.

Recreación de células madre totipotentes — Doodlart/Piabay

Cuando el cuerpo se defiende contra la intromisión de células fetales

Sin embargo, el microquimerismo fetal también se asocian con algunos problemas de salud en la madre. Las células microquiméricas fetales, al ser genéticamente distintas de las células de la madre, pueden ser reconocidas como ajenas por el sistema inmunitario de la madre, y coadyuvar en el desarrollo de enfermedades autoinmunes.

El mismo trabajo de Shrivastava explora cómo la presencia de células fetales en la circulación materna y su persistencia a largo plazo pueden desencadenar una reacción inmunitaria que resulta en la autoagresión de tejidos específicos, que contribuye a la patogénesis de enfermedades autoinmunes como la tiroiditis, lupus eritematoso sistémico y esclerosis sistémica.

Es importante notar que, aunque el microquimerismo puede tener efectos tanto positivos como negativos, la comprensión completa de este fenómeno y sus implicaciones para la salud materna aún está en desarrollo. La investigación continua es crucial para desentrañar los mecanismos subyacentes a estos efectos y explorar el potencial terapéutico de las células microquiméricas en la medicina regenerativa, así como para comprender mejor los riesgos en la salud materna asociados con el microquimerismo.

Células del feto migran a la madre, y de ella, al feto — (Cirello et al., 2016)

El intrigante caso del microquimerismo masculino en mujeres sin hijos

El microquimerismo fetal es una condición bastante generalizada. Es raro que una madre no tenga en su organismo células de todos sus hijos. Sin embargo, puede ser sorprendente hallar, en ocasiones, células microquiméricas masculinas, es decir, con cromosomas XY, en mujeres que nunca han tenido un hijo varón. Esta posibilidad, aunque remota, no es inviable. En 2005, un gran estudio liderado por el profesor Zhen Yan y colaboradores, de la Universidad de Virginia, indagaron sobre las posibles causas de esta infrecuente situación.

Por un lado, es prudente recordar que muchas concepciones terminan en un aborto espontáneo durante las primeras semanas de gestación y, en gran parte de los casos, ese breve embarazo pasa desapercibido y el aborto se toma como una menstruación más. En esa situación, es posible que el embrión formado tuviera la carga cromosómica XY y que algunas de sus células migrasen al cuerpo de la mujer antes del aborto.

Cuando la mujer es madre de otras mujeres, no debe descartarse la posibilidad de que alguna hija sea un individuo intersexual genéticamente quimérico, es decir, que sea el resultado de la fusión de dos embriones distintos, y por tanto, disponga en su cuerpo de dos linajes celulares diferentes, un linaje XX que domina, y un linaje XY, minoritario pero presente. También existen ciertas condiciones, como el síndrome de insensibilidad a la testosterona, que pueden hacer que una persona con carga cromosómica XY se desarrolle como una mujer. En ese caso, las células quiméricas fetales seguirán siendo XY.

Otra posibilidad es la adquisición de células microquiméricas masculinas procedentes de la madre, a su vez, obtenidas de un hijo varón previo. Aunque estas células son minoritarias, no es imposible que un linaje celular pase de un feto a la madre, y de ella, a otro feto posterior. Los autores también plantean la posibilidad de que las células microquiméricas procedan de un hermano mellizo abortado o reabsorbido.

Referencias:

  • Bianchi, D. W. et al. 1996. Male fetal progenitor cells persist in maternal blood for as long as 27 years postpartum. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 93(2), 705-708.
  • Cirello, V. et al. 2016. Novel insights into the link between fetal cell microchimerism and maternal cancers. Journal of Cancer Research and Clinical Oncology, 142(8), 1697-1704. DOI: 10.1007/s00432-015-2110-3
  • Johnson, K. L. et al. 2004. Fetal cells in maternal tissue following pregnancy: what are the consequences? Human Reproduction Update, 10(6), 497-502. DOI: 10.1093/humupd/dmh040
  • Kara, R. J. et al. 2012. Fetal Cells Traffic to Injured Maternal Myocardium and Undergo Cardiac Differentiation. Circulation Research, 110(1), 82-93. DOI: 10.1161/CIRCRESAHA.111.249037
  • Shangaris, P. et al. 2023. Fetal microchimerism and beyond: a new player in regenerative medicine. Haematologica, 108(7), 1731-1733. DOI: 10.3324/haematol.2022.282244
  • Shrivastava, S. et al. 2019. Microchimerism: A new concept. Journal of Oral and Maxillofacial Pathology : JOMFP, 23(2), 311. DOI: 10.4103/jomfp.JOMFP_85_17
  • Yan, Z. et al. 2005. Male microchimerism in women without sons: Quantitative assessment and correlation with pregnancy history. The American Journal of Medicine, 118(8), 899-906. DOI: 10.1016/j.amjmed.2005.03.037

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2024-02-19 14:00:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

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