el antiguo lazo entre fe y astronomía

Durante una visita a Fuerteventura, es fácil dejarse llevar por el paisaje volcánico, los cielos despejados y la quietud de sus pueblos. Pero para quienes se fijan con más atención, hay algo peculiar en la arquitectura religiosa de la isla: muchas iglesias parecen orientadas con una precisión que va más allá del azar o la estética. Esa impresión, que podría pasar desapercibida para el visitante ocasional, ha sido ahora confirmada y analizada en profundidad por un grupo de investigadores en un estudio reciente sobre la orientación de 48 iglesias históricas de Fuerteventura.

Publicado por un equipo de astrónomos y especialistas en patrimonio, el artículo “On the orientation of historic Christian churches of Fuerteventura: conciliating tradition, winds and topography” presenta un trabajo de campo exhaustivo y un análisis estadístico riguroso que revela patrones sorprendentes. La mayoría de los templos están orientados dentro del llamado “arco solar”, es decir, alineados con la salida o puesta del Sol en fechas concretas del año. Pero hay también un subconjunto significativo de iglesias cuyo eje no sigue ese patrón y que, según los autores, podría estar relacionado con fenómenos culturales o incluso astronómicos más complejos.

Un legado que apunta al Sol

La investigación parte de una hipótesis bien documentada: la tradición cristiana orienta los altares hacia el Este, hacia la salida del Sol, símbolo de la resurrección. Esta norma fue recogida por el propio Cardenal Borromeo en el siglo XVI, quien especificó que el altar debía colocarse “donde su pared posterior apunte en línea recta hacia el este equinoccial” . Esta regla no solo tenía una función simbólica, sino también litúrgica y arquitectónica.

En Fuerteventura, los datos recopilados muestran que el 70 % de las iglesias están orientadas dentro del arco solar, es decir, hacia posiciones por donde sale o se pone el Sol a lo largo del año. Esta proporción asciende al 91 % si se excluyen las iglesias construidas en el siglo XX . Esta coherencia con la tradición resulta notable en un territorio periférico como Canarias, colonizado por la Corona de Castilla a partir del siglo XV.

El viento como condicionante práctico

Uno de los elementos más interesantes del estudio es la forma en que las condiciones ambientales influyen sin anular la tradición. En Fuerteventura, los vientos alisios soplan con fuerza desde el norte, lo que podía interferir en la vida litúrgica. En lugar de alterar la orientación del templo —como ocurrió en Lanzarote—, los constructores optaron por mantener la dirección canónica del altar y añadir puertas laterales orientadas al sur, protegidas del viento dominante.

El estudio indica que 26 de las 34 iglesias dentro del arco solar tienen una puerta lateral hacia el sur, lo que permitía mantener la ortodoxia arquitectónica y a la vez facilitar el acceso y la ventilación. Esta solución híbrida combina funcionalidad y tradición de forma ingeniosa y contextualizada .

Una orientación no tan canónica

A pesar de esa tendencia dominante, el análisis estadístico reveló un pico anómalo de orientaciones en torno a una declinación de –14°, lo cual no coincide con fechas litúrgicas importantes ni con posiciones del Sol en solsticios o equinoccios. Este hallazgo llevó al equipo a explorar varias hipótesis alternativas: una tradición local relacionada con los difuntos, la influencia de la topografía de ciertos valles, y una posible referencia astronómica poco habitual.

Una de las opciones mencionadas es la celebración canaria de Los Finaos, que tiene lugar la noche del 1 al 2 de noviembre. Según el artículo, varias iglesias orientadas hacia –14° podrían estar conectadas con esta fecha conmemorativa, lo que implicaría una influencia cultural en la elección del eje del templo. Los autores señalan que “no se puede descartar a priori esta influencia circunstancial” .

¿Una estrella guía para los agricultores?

La hipótesis más audaz del estudio es la posibilidad de que algunas iglesias estén orientadas hacia Sirio, la estrella más brillante del cielo nocturno. Conocida en Fuerteventura como “la Gañanera”, esta estrella ha sido tradicionalmente un referente para agricultores y pastores locales, quienes la utilizaban para prever el clima y planificar las labores del campo.

Uno de los testimonios recogidos por los autores lo ilustra de forma vívida: “Aquí por el sur sale una que nosotros le decimos la Gañanera… cuando va bajita, dicen que es tiempo bueno” . En el caso de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Agua de Bueyes, su orientación opuesta al altar (mirando hacia la puerta principal) coincide con la declinación de Sirius en el siglo XVII. Aunque los investigadores advierten que se trata de una posibilidad “especulativa y aún por confirmar”, el dato etnográfico resulta sugerente y abre nuevas vías para la investigación.

El posible vínculo con la Pascua

Otra hipótesis relevante es que algunas iglesias fueron alineadas no hacia el equinoccio, como dicta la norma, sino hacia la salida del Sol en la Pascua, que varía de año en año. El estudio encuentra una concentración de orientaciones en torno a +5° de declinación, que coincide con las fechas de Pascua de los años de construcción de varios templos. Como señalan los autores, “esto puede sugerir una explicación para el pico principal del curvigram: una evidencia observable de que un grupo de iglesias se orientaron durante la Pascua” .

Este patrón ya se ha documentado en iglesias del Camino de Santiago en la Península Ibérica y podría haber sido importado a Canarias por los colonos castellanos. La orientación hacia la Pascua subraya una conexión directa entre el calendario litúrgico y el diseño arquitectónico, y refuerza la hipótesis de una motivación religiosa específica más allá del simbolismo general del Este.

Un mapa celeste en piedra

Lo que este estudio pone sobre la mesa es que la arquitectura religiosa de Fuerteventura no solo responde a reglas impuestas desde la metrópoli, sino que dialoga con el entorno, las condiciones locales y las creencias populares. Aunque la mayoría de las iglesias siguen orientaciones esperables desde el punto de vista canónico, hay un margen significativo de variación que podría estar relacionado con usos prácticos, calendarios agrícolas y observaciones astronómicas empíricas.

En algunos casos, la orientación parece responder a la topografía del terreno, especialmente en zonas donde los valles orientan naturalmente la edificación. En otros, como en las iglesias construidas por iniciativa privada, los patrones se vuelven aún más variables, lo que sugiere una cierta libertad en las decisiones constructivas y una menor sujeción a normas rígidas.

Lo que nos dice el cielo canario

Fuerteventura ofrece un laboratorio único para estudiar la intersección entre fe, ciencia, tradición y paisaje. La combinación de un cielo limpio, una historia colonial bien documentada y un conjunto relativamente cerrado de edificios históricos ha permitido a los investigadores explorar patrones que en otras regiones podrían quedar diluidos por la diversidad.

Este estudio abre la puerta a futuras investigaciones que profundicen en la influencia del cielo sobre el diseño arquitectónico en otros territorios periféricos. Como concluyen los autores, “hasta que este proyecto arqueoastronómico no se complete, solo tendremos una visión parcial del grado en que se respetaron las orientaciones canónicas en territorios coloniales lejanos” .