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El Índice de Habitabilidad Planetaria o la fórmula para descubrir otra Tierra

El Índice de Habitabilidad Planetaria o la fórmula para descubrir otra Tierra

Descubrir una verdadera Tierra extraterrestre es el sueño de los muchos astrónomos que se dedican hoy en día a la captura de sistemas extrasolares. Sueñan con encontrar el tesoro, esa Tierra 2.0: un planeta rocoso de tamaño similar que se encuentre en la zona de habitabilidad de la estrella. Ahora bien, a medida que aumenta el número de exoplanetas descubiertos surge un nuevo problema: de todos ellos, ¿cuáles son los que merece la pena investigar con más detalle? ¿Cómo priorizamos?

Esta es la pregunta que han querido responder astrónomos del Laboratorio Virtual Planetario de la Universidad de Washington, y en 2015 crearon una manera de comparar y ordenar los exoplanetas mediante un parámetro que han bautizado como Índice de Habitabilidad para Planetas de Tránsito, esto es, planetas descubiertos con la técnica usada por el observatorio Kepler.

También llamado Índice de Habitabilidad Planetaria (IHP), es una modernización de una vieja idea. En 1953 el padre de la medicina espacial, el alemán Hubertus Strughold, y el astrónomo norteamericano que determinó la posición del Sol en nuestra Galaxia, Harlow Shapley, propusieron de manera independiente que el desarrollo de la vida en un planeta necesita que haya agua líquida en su superficie, y eso implica que se debe encontrar a una distancia determinada del Sol. Shapley lo llamó “el cinturón del agua líquida” y hoy se conoce como Zona de Habitabilidad, un término introducido por el astrofísico Su-Shu Huang en 1959 y que aplicó al concepto de la vida extraterrestre. “Fue un buen comienzo -añade uno de los creadores del IHP, Rory Barnes-, pero no hace ninguna distinción de lo que sucede en el interior de la zona habitable”. Es por eso que han buscado cuantificar la habitabilidad de los planetas teniendo en cuenta diferentes factores. Según su estudio, los mejores candidatos para la categoría de planetas habitables son aquellos que reciben entre el 60 y el 90% de la radiación solar que recibe la Tierra; un valor que coincide con lo que es la definición clásica de zona de habitabilidad. “La potencia de nuestro índice de habitabilidad crecerá a medida que aprendamos más sobre los exoplanetas que descubramos”, dice con optimismo otra investigadora, Victoria Meadows.

Índices y más índices

Es que a los astrónomos les encanta hacer tablas. En 2011 un grupo de investigadores liderados por el astrobiólogo Dirk Schulze-Makuch ideó lo que llamaron el Índice de Similitud con la Tierra (IST), que, como su nombre indica, tiene en cuenta el parecido con la Tierra en tamaño, densidad o distancia a su estrella. También incorpora el radio, la densidad, la velocidad de escape y la temperatura superficial del planeta. Claro que el problema estriba en que de la inmensa mayoría de los exoplanetas conocidos únicamente conocemos su periodo orbital y, en algunos otros casos, su tamaño: hablar de cualquier otra propiedad como la temperatura superficial, en la que influyen cosas como la irradiancia, el albedo, la insolación, el efecto invernadero…, es caer en la mera especulación. Aun así, Schulze-Makuch y sus colaboradores han derivado el índice que le corresponde a otros planetas: habida cuenta que para la Tierra vale 1, el de Marte es 0,7 y Kepler 438b con 0,88, es el exoplaneta confirmado con el índice más alto. Lo curioso es que Gliese 581g, un planeta de cuya existencia aún hay serias dudas, es el que tiene el un índice más elevado, 0,89, lo que demuestra el nivel de especulación que posee este cálculo.

Resulta obvio que el IST no dice nada respecto a la habitabilidad de un planeta; para ello tenemos el ya mencionado Índice de Habitabilidad Planetaria que se fija en cosas como si tiene una superficie helada o rocosa, si posee atmósfera o campo magnético, la cantidad de energía disponible en la superficie del planeta o si hay componentes orgánicos o los solventes necesarios para las reacciones químicas. En este caso el valor para la Tierra es de 0,96 seguida de Titán, el satélite de Saturno, con 0,64 y Marte con 0,59. Esta cuenta, que se puede hacer perfectamente bien con objetos de nuestro Sistema Solar, empieza a patinar si miramos más allá. 

Decir que el IHP de los exoplanetas es especulativo es quedarse corto, pero los astrobiólogos de la Universidad de Washington no son de esos que se paran en barras y han estimado que el índice que le corresponde al dudoso planeta Gliese 581g es 0,45, convirtiéndose en el primero de la lista… si se confirma que existe. De hecho, el sistema planetario de la enana roja Gliese 581 (compuesto de 4 o 5 planetas) se lleva el palmarés de los exoplanetas con mayor Índice de Habitabilidad. También puntúa alto un planeta del tamaño de Neptuno, HD 69830d, en la constelación de Puppis (Popa, en latín), con 0,60. El optimismo de los astrobiólogos es contagioso y muchos piensan que con los futuros telescopios espaciales podremos afinar mucho más el valor de estos índices e, incluso, seremos capaces de detectar biomarcadores, como la presencia de clorofila, en la atmósfera de los exoplanetas. El futuro nos dirá si ese optimismo estaba fundamentado o solo fue un viva Cartagena.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.es

Publicado el: 2023-02-20 18:00:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades