Cuando pensamos en una cirugía, lo más probable es que vengan a la mente imágenes de un quirófano, batas blancas y tecnología de última generación. Pero hay otro escenario, mucho más pequeño y escondido, donde las amputaciones también se practican con precisión: el interior de un hormiguero. Y no se trata de ciencia ficción ni de exageraciones. Es pura biología. Un grupo de científicos ha demostrado que ciertas hormigas son capaces de amputar las patas de sus compañeras heridas para salvarles la vida.
Este hallazgo, se publico hace unos meses en la revista Current Biology y pertenece a un equipo liderado por Erik Frank y Laurent Keller. El trabajo se centra en la especie Camponotus floridanus, conocida como hormiga carpintera de Florida. Según los autores, este es el primer caso documentado en el que un animal no humano realiza amputaciones con un propósito médico y con éxito demostrado. No es un gesto instintivo sin más, sino una auténtica intervención quirúrgica que sigue unos pasos y decisiones concretas.
El descubrimiento de un comportamiento único en el reino animal
Las hormigas Camponotus floridanus son bien conocidas por su compleja organización social. Pero hasta ahora, nadie había descrito una conducta como esta. El experimento consistió en provocar heridas controladas en las patas de varias hormigas para observar cómo actuaban sus compañeras. El resultado sorprendió incluso a los investigadores.
Según el estudio, “cuando se lesionaba la pata a la altura del fémur, las compañeras amputaban la extremidad afectada mordiendo su base hasta separarla completamente”. Además, lo hacían siguiendo un patrón sistemático: primero limpiaban la herida, luego subían por la pierna con sus mandíbulas y finalmente ejecutaban la amputación en la unión con el cuerpo.
Esta práctica, según los autores, no había sido documentada nunca antes en animales no humanos. “Este estudio proporciona el primer ejemplo del uso de amputaciones para tratar a individuos infectados en un animal no humano”, explican en el artículo.

¿Por qué amputar sólo algunas heridas?
Lo más fascinante del comportamiento de estas hormigas es que no amputan cualquier tipo de lesión. Solo lo hacen cuando detectan que la herida está en el fémur, la parte más cercana al cuerpo. En cambio, si el daño se encuentra en la tibia, más alejada, prefieren dedicar más tiempo a limpiar la zona sin recurrir a la amputación.
La razón está en cómo circula la hemolinfa (el equivalente a la sangre en insectos) dentro de sus patas. Según comprobaron los investigadores con escáneres y reconstrucciones 3D, el fémur contiene la mayor parte de la musculatura que impulsa la hemolinfa, mientras que la tibia tiene menos músculo y un canal más grande por donde se mueven los fluidos. Por tanto, una herida en la tibia permite que los patógenos se expandan mucho más rápido, lo que hace que amputar no sirva de nada si ya se ha producido la infección.
Como explican los autores, “para las lesiones en el fémur, las amputaciones experimentales fueron eficaces para reducir la carga patógena del individuo”. En cambio, las amputaciones en la tibia solo funcionaban si se realizaban de inmediato, algo muy difícil en condiciones naturales.

Las amputaciones mejoran de forma clara la supervivencia
Los experimentos del estudio no solo documentaron la amputación. También analizaron los resultados. En el caso de heridas en el fémur, las hormigas amputadas por sus compañeras sobrevivían mucho más que las que no eran tratadas.
En concreto, el estudio detalla que “entre los individuos con heridas en el fémur, las hormigas amputadas sobrevivieron todas, mientras que las que no fueron amputadas murieron”. Es un dato contundente que demuestra la efectividad de esta estrategia.
En el caso de las heridas en la tibia, sin amputación, la tasa de supervivencia era aceptable siempre que las compañeras realizaran una limpieza exhaustiva de la zona. Pero si había infección y no se amputaba a tiempo, la mayoría de las hormigas morían.
Este comportamiento adaptado a la localización de la herida demuestra, según los autores, una capacidad impresionante de diagnóstico por parte de las hormigas. “Las hormigas amputan las patas heridas sólo cuando aumenta la probabilidad de supervivencia de la hormiga lesionada”, explican.

Un comportamiento innato y altamente cooperativo
Una de las claves de este descubrimiento es que las hormigas no aprenden a amputar observando a otras, sino que esta conducta forma parte de su repertorio innato. Los investigadores observaron cómo, incluso sin haber visto nunca una amputación, las hormigas actuaban correctamente ante una lesión en el fémur.
La precisión y cooperación que muestran en este proceso es llamativa. La hormiga herida suele quedarse quieta, permitiendo que su compañera muerda y retire la pata sin ofrecer resistencia. Tras la amputación, otra hormiga limpia cuidadosamente la nueva herida. El estudio lo describe así: “Los compañeros de nido comenzaron lamiendo la herida antes de moverse por la extremidad lesionada con sus piezas bucales hasta alcanzar el trocánter”.
Esto implica un nivel de cooperación y organización social extraordinario, comparable en cierto modo a lo que ocurre en una sala de operaciones humana. Pero aquí, sin instrumentos ni anestesia.
¿Podrían otras especies de hormigas hacer lo mismo?
Hasta el momento, este comportamiento solo se ha documentado en Camponotus floridanus. Sin embargo, los autores creen que podría existir en otras especies del mismo género, especialmente aquellas que carecen de glándulas antimicrobianas.
En otras especies de hormigas, como Megaponera analis, el tratamiento de heridas se basa en aplicar secreciones antimicrobianas. Pero Camponotus floridanus no tiene esta opción. Su solución es puramente mecánica: limpiar y, si es necesario, amputar.
El hallazgo abre nuevas preguntas sobre la evolución de los comportamientos médicos en insectos sociales. ¿Es esta amputación una excepción o es más común de lo que pensamos? ¿Cómo surgió esta capacidad? ¿Qué otros tratamientos desconocidos utilizan las hormigas?
Las hormigas, un modelo inesperado de medicina natural
Más allá de la sorpresa inicial, este trabajo tiene un valor profundo para entender las estrategias de defensa y cuidado en sociedades animales. Las hormigas no son solo trabajadoras incansables o arquitectas del suelo. También son médicas especializadas que toman decisiones complejas según el tipo de herida.
Para los investigadores, este comportamiento supone un ejemplo perfecto de cómo la cooperación y la organización social pueden llegar a soluciones muy avanzadas, incluso en animales sin cerebro complejo. Como resumen el artículo, “este estudio demuestra que Camponotus floridanus posee la capacidad de detectar la localización de las heridas y modificar su tratamiento en consecuencia”.
Quizá, después de conocer esta historia, nunca vuelvas a mirar a las hormigas de la misma manera.
Referencias
- Erik T. Frank, Dany Buffat, Joanito Liberti, Lazzat Aibekova, Evan P. Economo, Laurent Keller. Wound-dependent leg amputations to combat infections in an ant society. Current Biology. 2024. DOI: https://doi.org/10.1016/j.cub.2024.06.021.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com
Publicado el: 2025-04-12 06:32:00
En la sección: Muy Interesante