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Esto es lo que dibujaban los niños españoles durante la Guerra Civil

Esto es lo que dibujaban los niños españoles durante la Guerra Civil

Observar el mundo desde la mirada de un niño es siempre fascinante. Sin embargo, el mundo también está lleno de desgracias y cuando son sufridas por menores, su visión supone un duro golpe que recrudece cualquier tragedia. Es lo que ocurre al presenciar los documentos que recogemos en este artículo. La guerra civil en española (1936-1939) ha sido tratada desde muchos puntos de vista por parte de los historiadores. En esta ocasión, nos centraremos en algunos de los documentos más conmovedores del conflicto: los dibujos realizados por niños que vivieron la guerra.

Dibujo de Justo Pascual, de 10 años. Universidad de California.

Niños en guerra

La vida cotidiana se desarma por completo allí donde se inicia una guerra. La violencia y el horror pasan a ser algunos de los rasgos del día a día y la adaptación al ambiente bélico se hace todavía más dura para los niños. Sufren la escasez de recursos y alimentos, las enfermedades aumentan y la posibilidad de asistencia médica disminuye. Cuesta imaginar el horror que puede llegar a sentir un crío que vive un bombardeo, que ve cómo su padre o hermanos mayores se marchan a combatir o incluso que llegan a presenciar el fusilamiento de familiares. En palabras de Juan Manuel Fernández Soria, de la Universidad de Valencia:

“Los horrores de una guerra civil, donde el enemigo es de la misma raza, del mismo pueblo y, a veces, hasta de la misma sangre, tienen una especial incidencia en el alma infantil. Sería esclarecedor estudiar el comportamiento de los niños en una guerra de invasión, por ejemplo, y en una guerra fratricida. En ésta, la infancia está sometida a presiones ideológicas mucho más fuertes y perentorias. Porque la figura del enemigo está desdibujada ya que al niño le es difícil entender que quien ayer fuera ciudadano de una misma nación hoy ya no lo sea; porque le resulta incomprensible que hablando el mismo idioma y teniendo las mismas costumbres quien hace poco fue amigo hoy deje de serlo”.

Dibujo del exilio por Rosita Corral, de 12 años. Biblioteca Nacional.

Pequeños reporteros de guerra

Algunos gobiernos provinciales intentaron proteger a los niños de la guerra y uno de los métodos fue enviarlos a colonias alejadas del frente que servían como refugio donde seguir jugando y aprendiendo. De estas instituciones nos han llegado más de 8000 dibujos conservados que fueron realizados por niños y niñas que, aunque pudieron estar a salvo de daños físicos, habían vivido un exilio, habían sido apartados de familiares y eran igualmente bombardeados con historias de cuanto acontecía en la guerra. De ahí el resultado de lo plasmaban en los papeles, bien por haberlo vivido, bien por haberlo oído. El profesor José Antonio Gallardo Cruz es autor de dos libros que hablan de la infancia en la guerra civil y ha analizado estos dibujos, de los que afirma que:

“Son testimonios personales que encierran datos autobiográficos y, en algunos casos, dejan al descubierto el estado psicológico de los niños. Un dibujo infantil es único y universal, pues no existen dos dibujos iguales cuando los niños reflejan en el papel un mismo hecho bélico. Cada uno de ellos muestra la personalidad del dibujante. Incluso muestra al observador del dibujo la opinión y la interpretación infantil de una guerra entre hermanos […] A veces, la reproducción del material bélico en los dibujos es tan exacta que llegan a considerarse reporteros de guerra”.

Dibujo de Antonio Sánchez, de 7 años. Universidad de Columbia.

Dibujar el horror

En este sentido, impacta el estilo infantil al relatar una realidad tan cruel en un ámbito tan cotidiano como el que reflejó Justo Pascual, de 10 años, cuando dibujó cinco aviones bombardeando una localidad en la que una de las bombas cae sobre un coche mientras una mujer cocina en su casa. O el emotivo momento en que un niño tiene que abandonar su hogar, tal y como pintó Rosita Corral, de 12 años, que escribió al dorso: “en este dibujo se ve la evacuación que hicimos en Gijón para venir a Francia”. Vívida crónica del exilio hacia colonias donde resguardarse. Antonio Sánchez, de 7 años, recreó el caos de la guerra con tanques y aviones abriendo fuegos destruyendo y destruyéndose mutuamente con un expresivo árbol quebrado como consecuencia de las hostilidades.

Escena de guerra por A. Boscá, de 10 años. Biblioteca Nacional de España.

Quizás más duro puede ser el dibujo que se centra en los humanos y no en las máquinas, como el que hizo A. Boscá, de 10 años, con una valla como división de ambos bandos. Por último, cabe mencionar que ni siquiera en las colonias se libraban los niños de presenciar horrores. Así lo dejó dibujado y por escrito Mercedes Comellas, de 13 años: “esta escena representa un bombardeo cuando la gente desde un refugio está con los puños levantados diciéndoles maldiciones”. Mujeres, ancianas y niños presencian la masacre desde lejos.

Un bombardeo visto desde un refugio, por Mercedes Comellas, de 13 años. Biblioteca Nacional de España.

Referencias:

  • Fernández Soria, J. M. 1987. La asistencia a la infancia en la Guerra Civil: las colonias escolares. Historia de la educación: Revista interuniversitaria 6, 83-128.
  • Gallardo Cruz, J. A. 2019. La infancia en la Guerra Civil Española. UMA.
  • Huxley, A. 2019. ¡Y todavía dibujan! 60 dibujos de niños durante la Guerra Civil. Libros del Apuntador. 

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.es

Publicado el: 2023-10-20 11:00:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades