Estos son los pueblos más antiguos de España

Este artículo se podría escribir desde varios puntos de vista distintos. La actual España ocupa un espacio en la península ibérica riquísimo en lo que a historia se refiere. En este territorio se han encontrado los restos humanos más antiguos de Europa y han dejado sus rastros culturas como los fenicios, los griegos, cartagineses, romanos, celtas, visigodos, musulmanes y demás “pueblos” que forman parte del pasado ibérico. Y aquí está uno de los motivos por los que podemos hablar de diversos enfoques: las múltiples definiciones que tiene el concepto “pueblo”.

Por tanto, si hiciéramos referencia al núcleo de población más antiguo de España que podamos visitar hoy, habría que comenzar la lista con Cádiz, pues en este enclave fundaron los fenicios la antigua Gadir alrededor del año 1100 a. C. Se trata de la ciudad más antigua de España según hemos podido comprobar por sus restos arqueológicos. Ahora bien, si nos vamos a evidencias arqueológicas sin tener en cuenta “pueblos” que sigan habitados hoy día, podemos remontarnos hasta la prehistoria y mencionar el poblado de Los Millares, un asentamiento de la Edad del Cobre localizado en Almería que se formó hace más de 5000 años. Con solo dos casos se puede entender bien la problemática a la hora de responder al título que encabeza este texto.

Con todo, nuestro enfoque va a ser otro. Nos centraremos en los pueblos más antiguos de España según nuestra concepción moderna de pueblo, es decir, allí donde haya un ayuntamiento constituido de manera oficial y que siga activo a día de hoy. Desde este punto de vista, la lista sería la siguiente.

Brañosera

Tiene mucho sentido que partamos desde los antiguos reinos de Asturias y de Castilla, considerados por muchos como la base del origen de España. En la provincia de Palencia se encuentra Brañosera, el municipio más antiguo de España con papeles que así lo certifiquen. Su fundación se remonta al año 824, cuando se le concedió la primera carta puebla otorgada en la península ibérica. La carta puebla o carta de población era un tipo de documento que otorgaba unos privilegios a un núcleo de población concreto para establecerse y gozar de lo que se consideran las primeras muestras de derecho local en la historia de Castilla.

Su nombre actual deriva de menciones más antiguas que hacían referencia a este enclave como Brannia-Ossaria, es decir, tierra de brañas y osos. Aunque tuvo cierto desarrollo durante el siglo XX gracias a la minería de la región, el declive de esta actividad devolvió al pueblo a una economía basada en la agricultura y la ganadería, sucumbiendo a esa despoblación que afecta a tantas zonas interiores de España. En la actualidad, Brañosera cuenta con unos 250 habitantes.

Besalú

A unos 30 kilómetros de Girona nos encontramos ante uno de esos casos de pueblos formados a raíz de una fortaleza que controlaba algún punto estratégico. Originalmente conocida como Bisuldunum, la actual Besalú debe su nombre a un castillo levantado en la zona durante el siglo X. Aunque cuente con importantes restauraciones y reestructuraciones lógicas del paso del tiempo, este pueblo de unos 2500 habitantes sigue teniendo una arquitectura de maneras medievales cuando no directamente medieval como son el caso del puente románico de acceso al municipio cruzando el río Fluviá, la iglesia de San Pedro de Besalú, también románica, un antiguo hospital de peregrinos o los baños judíos. Uno de los conjuntos medievales más importantes y, sin embargo, desconocido de Cataluña.

Sepúlveda

En la provincia de Segovia se encuentra la villa de Sepúlveda que, aunque la zona pudo tener una ocupación humana desde la Edad de Hierro, las primeras menciones del municipio moderno se encuentran en la Crónica de Alfonso III de Asturias, de finales del siglo IX. Sin embargo, no fue hasta el año 940 cuando se le encargó a Fernán González, Conde de Castilla, repoblar y estabilizar la zona durante el proceso histórico que conocemos como Reconquista. Su rico patrimonio medieval cuenta con varios monumentos declarados Bien de Interés Cultural como el Castillo de Fernán González, cuyos orígenes como fortaleza se pueden remontar a la presencia de romanos en Hispania y las iglesias románicas de San Pedro, de la Virgen de la Peña y de San Salvador.

Buitrago del Lozoya

Al norte de la Comunidad de Madrid encontramos este idílico municipio medieval de cuyas primeras noticias nos llegan del año 1085. Tuvo una importancia estratégica como punto de defensa y control en la frontera entre los reinos cristianos y musulmanes. La localidad fue conquistada por Alfonso VI en el siglo XI y posteriormente integrada en la comunidad de villa y tierra de Buitrago.

Uno de los principales atractivos históricos de Buitrago del Lozoya es su recinto amurallado, que se conserva en gran parte. La muralla fue construida en el siglo XI y ha sido restaurada en varias ocasiones a lo largo de los años. El recinto amurallado cuenta con varias torres defensivas, como la Torre del Reloj, y en su interior alberga monumentos como la iglesia románico-mudéjar de Santa María del Castillo.