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Las dos formas tóxicas más comunes de relacionarse con la pareja

Las dos formas tóxicas más comunes de relacionarse con la pareja


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Si alguno de los integrantes de la pareja tiene una frustración, puede influir en la relación. (Foto: Adobe Stpck)

 

 

La combinación de apego ansioso y evitativo no tiene final feliz y suele derivar en una crisis existencial.

Por tn.com

Es posible que a lo largo de la vida, hayamos experimentado relaciones de las que cuesta mucho salir. Incluso se repiten patrones sin saber por qué ocurre esto. Desde la Teoría del Apego, se puede encontrar una respuesta.

Los estilos se desprenden a partir de la teoría desarrollada por John Bolwby, un psicoanalista inglés que postuló la importancia del contacto con la madre o la fuente de cuidado en los primeros años de vida.

“Las personas con apego ansioso viven relaciones muy intensas, donde hay muchas emociones que se sienten como incontrolables. Además, pocas veces sienten calma o la sienten solo cuando entran en contacto con la otra persona”, define Hernández Pacheco, autor de Apego y Psicopatología (2018).

Las personas que sufren este trastorno pueden experimentar síntomas como:

  • Ansiedad y preocupación excesiva con relación a la disponibilidad y el afecto de la pareja.
  • Dificultad para confiar en la lealtad y el compromiso de la persona a la que quieren.
  • Miedo a la separación o la pérdida.
  • Necesidad excesiva de aprobación y afecto por parte de sus parejas.
  • Inseguridad en las relaciones y falta de confianza en uno mismo.
  • Dificultad para manejar la separación o la independencia de la pareja.
  • Control excesivo o celos en las relaciones.
  • Ansiedad o tristeza intensa cuando se siente rechazado o ignorado.

El apego evitativo

Quienes se vinculan desde el apego evitativo quieren tener relaciones profundas e íntimas, pero a la vez necesitan sentirse libres: no se creen capaces de sostener vínculos duraderos.

Desde la “no confianza”, se acercan al otro y si este se aferra, huyen, sintiendo amenazada su libertad. No pueden sostener la necesidad de ese otro de depender. Egoístas, privilegian su propia necesidad, de sexo, por ejemplo, sobre el romanticismo.

El evitativo, al separarse, siente alivio y dolor a la vez. Rescata su libertad, pero padece por otro fracaso, mientras continúa añorando una relación profunda y duradera.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.lapatilla.com

Publicado el: 2023-07-10 09:38:27
En la sección: Curiosidades Archives – LaPatilla.com

Publicado en Humor y Curiosidades