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las notas al margen más curiosas de la historia de los libros

las notas al margen más curiosas de la historia de los libros

Hay personas que no soportan que se pinten las páginas de un libro. Notas, frases subrayadas o cualquier elemento añadido con lápiz o (¡qué barbarie!) con boli, les resultan una violación a un objeto tan valorado como el libro. Otros, en cambio, disfrutan dejando su huella allí por donde pasan sus ojos lectores. Y unos pocos, por la relevancia histórica de su persona o por el valor y calidad de sus anotaciones al margen, hicieron de la marginalia todo un arte tanto o más interesante que el propio contenido del libro.

Notas y garabatos en un documento medieval. iStock.

Del aburrimiento de Felipe II al último teorema de Fermat

Se atribuye la invención del término “marginalia” al poeta británico Samuel Taylor Coleridge. Hace referencia a esas anotaciones a mano realizadas sobre una obra: comentarios, garabatos, dibujitos u una infinidad de indicaciones que pueden esconder desde una simple burla hasta grandes y relevantes mensajes. Todos estos apuntes forman parte de marginalia, el reino de las notas al margen de los libros.

Felipe II es uno de los reyes de España que proyecta una imagen más austera y sensata. Un rey culto, rodeado de papeles y libros en su despacho. Pero también fue adolescente en su día y el aburrimiento lo visitaría en más de una ocasión durante su formación intelectual. La Biblioteca del Escorial conserva un volumen de “La crónica del santo rey don Fernando” llena de dibujitos realizados por un joven Felipe II años antes de reinar sobre un imperio en el que no se ponía el sol. He aquí un ejemplo de simple burla en las anotaciones.

Pierre de Fermat fue un matemático francés al que le gustaba escribir soluciones a problemas en los márgenes de los libros. Tuvo en sus manos una edición de 1621 de la obra “Arithmetica” del autor griego Diofanto de Alejandría. En una de sus páginas realizó una anotación que acabó convertida en uno de los teoremas más importantes de las matemáticas. Se le conoce como el “Último teorema de Fermat”. He aquí un ejemplo de mensaje relevante.

Apuntes en castellano antiguo

Uno de los primeros testimonios escritos en castellano se localizó en los márgenes de un libro. Las “Glosas Emiliaenses” fueron escritas en latín y unos primitivos castellano y euskera en los márgenes del Códice Aemilianensis 60 a finales del siglo X o principios del XI. Desconocemos la autoría de las notas, pero el monje que las hizo, quizás con la idea de aclarar el texto escrito en latín del códice, jamás debió imaginar la gran aportación filológica que dejó para la historia de España y su idioma.

Mark Twain se lo pasaba en grande escribiendo en los libros

Quevedo fue uno de esos autores que dejó apuntes en los libros que leía. Aunque pocos pueden compararse con el disfrute que desprenden las anotaciones que dejó para la posteridad Mark Twain. El autor estadounidense llegó a reunir 3500 libros en su biblioteca y no se resistía a leerlos siempre con un lápiz en la mano. Regó todas sus lecturas de correcciones, reflexiones, apuntes, notas o simples mofas para su deleite personal.

“La primera página del volumen ‘Vidas paralelas’ de Plutarco inicialmente anunciaba «Traducido del griego por John Dryde y otros. Cuidadosamente revisado y corregido por completo», hasta que un Twain muy crítico con aquella localización decidió transformarlo en un «Traducido del griego a un inglés nauseabundo por John Dryde y otros. Cuidadosamente revisado y corregido por completo por un capullo»”.

Notas de Mark Twain en la primera página de “Vidas paralelas”. Jotdown.es.

Un preso singular

Pero, sin duda, una de las notas al margen más famosas y fascinantes se realizó en una antología de obras de William Shakespeare. En la prisión de máxima seguridad de la isla Robben, en Sudáfrica, uno de los encarcelados introdujo el libro tras engañar a los guardias, quienes creyeron que se trataba de una Biblia. El volumen pasó por las manos (y los ojos) de varios presos. Uno de ellos subrayó con bolígrafo la frase: “los cobardes mueren muchas veces antes de morir”. En el margen añadió la fecha y su nombre: 16-12-77; Nelson Mandela.

Anotación al margen de Nelson Mandela mientras estuvo encarcelado. Jotdown.es.

Referencias:

  • Cuevas, D. 2018. Marginalia: el arte de joder un libro. jotdown.es.
  • Zorita, M. 2022. Marginalia: el reino de las notas al margen. elplural.com.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.es

Publicado el: 2023-04-22 09:00:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades