En el corazón de la fértil media luna de Asia Occidental, donde los ríos Éufrates y Tigris se entrelazan en la vasta llanura de Harran, se erige Göbekli Tepe, un sitio arqueológico que ha dejado atónitos a investigadores de todo el mundo. Descubierto en la década de 1990 y catalogado como uno de los yacimientos más antiguos de la humanidad, este lugar no deja de revelar secretos fascinantes. Su última revelación: lo que podría ser el calendario más antiguo jamás registrado, tallado en piedra hace aproximadamente 12.000 años.
Una ventana al pasado
Göbekli Tepe, a menudo descrito por historiadores y arqueólogos como el templo más antiguo del mundo, consta de enormes pilares de piedra dispuestos en círculos. Estas estructuras fueron erigidas por comunidades de cazadores-recolectores mucho antes de la invención de la escritura o el surgimiento de la agricultura. Pero más allá de su impresionante arquitectura, los investigadores han encontrado en este sitio evidencias de un conocimiento astronómico sorprendente.
En uno de los pilares más destacados, conocido como el Pilar 43 o «Piedra del Buitre», se encuentran grabados una serie de símbolos en forma de V que, según recientes estudios, podrían representar un calendario lunisolar. Este sistema combina las fases de la Luna con el ciclo solar anual, mostrando un nivel de sofisticación inesperado para una civilización tan antigua.
¿Un cataclismo que cambió la historia?
El contexto histórico de este hallazgo apunta a un acontecimiento cósmico devastador. Hace unos 13.000 años, un impacto de cometas habría desatado una miniglaciación que alteró drásticamente el clima global, dando paso a lo que conocemos como el periodo del Younger Dryas. Este evento, que llevó a la extinción de muchas especies de megafauna, habría obligado a las comunidades humanas a adaptarse rápidamente a un entorno más hostil.
Göbekli Tepe pudo haber sido concebido como un centro ceremonial para registrar este cataclismo y organizar la vida en un nuevo y desafiante mundo. Las inscripciones en el Pilar 43 podrían simbolizar no solo el paso del tiempo, sino también un intento por comprender y domar los ciclos celestiales que regían las estaciones y, en última instancia, la supervivencia humana.
La precisión astronómica en piedra
El análisis detallado de los grabados sugiere que cada símbolo en forma de V podría corresponder a un día, formando un calendario de 365 días dividido en 12 meses lunares y 11 días adicionales. La representación del solsticio de verano como un símbolo especial refuerza la teoría de que los habitantes de Göbekli Tepe eran observadores celestiales extraordinarios.
Lo más sorprendente es que este sistema calendárico precede en miles de años a los primeros registros escritos conocidos y demuestra un nivel de abstracción y planificación que podría haber sentado las bases de las civilizaciones posteriores en la región. Además, otro de los pilares parece representar la corriente de meteoros de las Táuridas, lo que indicaría un conocimiento detallado del movimiento de los cuerpos celestes y, posiblemente, de la precesión del eje terrestre.
Un legado que perdura
La influencia de Göbekli Tepe trasciende su tiempo. Este sitio no solo pudo haber funcionado como un observatorio astronómico, sino también como un centro espiritual y social donde las comunidades se reunían para rituales, planificación y quizá la creación de mitologías basadas en los eventos celestiales. Los V simbolizados en los pilares y en las esculturas cercanas podrían estar asociados con deidades o figuras míticas relacionadas con el control del tiempo.
La conexión entre el impacto de un cometa y el surgimiento de nuevas formas de organización social y religiosa en Göbekli Tepe abre un fascinante debate sobre el papel que los eventos astronómicos catastróficos pudieron jugar en el desarrollo de las primeras civilizaciones humanas.
Un misterio que sigue vivo
A pesar de las décadas de investigaciones, Göbekli Tepe sigue planteando más preguntas que respuestas. ¿Cómo lograron los constructores de este sitio tallar y mover piedras tan enormes con la tecnología de la época? ¿Qué motivó a estas comunidades a dejar atrás su estilo de vida nómada para establecerse y construir estas monumentales estructuras? Y quizás lo más intrigante: ¿qué otros secretos podrían estar escondidos en los rincones aún inexplorados de este antiguo complejo?
Con solo una fracción del sitio excavado, los arqueólogos y astrónomos esperan que futuros descubrimientos arrojen aún más luz sobre la conexión entre los cielos y la tierra en los albores de la civilización. Göbekli Tepe no es solo un recordatorio de lo mucho que hemos avanzado, sino también de cuánto aún desconocemos sobre nuestros propios orígenes.
Referencias:
- Sweatman, M. B. (2024) ‘Representations of calendars and time at Göbekli Tepe and Karahan Tepe support an astronomical interpretation of their symbolism’, Time and Mind, pp. 1–57. DOI: 10.1080/1751696X.2024.2373876
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com
Publicado el: 2024-12-31 08:40:00
En la sección: Muy Interesante