¿Sabías que la Luna está del revés? Este es el motivo

Un equipo de científicos del Laboratorio Planetario y Lunar de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) ha publicado un nuevo estudio en la revista Nature Geoscience sobre la evolución del interior de la Luna y aportan nuevos datos sobre la inestabilidad del antiguo interior lunar. Tal y como apuntan los expertos, «nuestra luna literalmente se volvió del revés», dijo Jeff Andrews-Hanna, coautor del estudio y profesor asociado de LPL. Pero, ¿por qué?

Formación de la Luna

Al igual que la Tierra, se considera que la Luna tiene un núcleo, un manto y una corteza, pero el manto lunar se solidificó hace mucho tiempo. Sin embargo, a pesar de que la geología de la Luna es mucho más simple que la de nuestro planeta, es más complicada de estudiar.

La mayor parte de lo que se sabe sobre el origen de la Luna proviene de análisis de muestras de rocas, recolectadas por los astronautas del Apolo hace más de 50 años, combinadas con modelos teóricos. La roca de lava basáltica recuperada de la superficie lunar, por ejemplo, tenía concentraciones sorprendentemente altas de titanio.

Curiosamente, las rocas volcánicas son mucho más prominentes en la cara visible de la Luna. ¿Por qué motivo? Vayamos al principio de todo:

La teoría estándar de la formación de la corteza lunar dicta que rocas ricas en ilmenita (FeTiO3) se formaron a partir del océano de magma que cubría la Luna cuando se fusionó por primera vez a partir del material arrojado durante el impacto que provocó su formación (el pequeño planeta que se estrelló con una joven Tierra hace unos 4.500 millones de años). Si bien no tenemos evidencia directa de este evento de impacto, la comunidad científica global está en gran medida de acuerdo en que este es el escenario más probable para la formación de nuestro vecino celestial.

Debido a que la Luna se formó rápida y caliente, probablemente estuvo cubierta por un océano global de magma. A medida que la roca fundida se enfrió, formó el manto de la Luna y su corteza exterior. Y como esas rocas de ilmenita eran más pesadas que el manto líquido que había justo debajo, provocó que las rocas que contenían ilmenita se hundieran en lo que se conoce como vuelco global del manto.

«Debido a que estos minerales pesados son más densos que el manto que se encuentra debajo, crean una inestabilidad gravitacional, y se esperaría que esta capa se hundiera más profundamente en el interior de la luna», dijo Weigang Liang, director de la investigación.

Del revés

De esta forma, durante los siguientes milenios, el material denso se hundió en el interior de la Luna, donde se mezcló con el manto y se fundió. Sin embargo, finalmente regresó a la superficie a través de los flujos de lava ricos en titanio visibles hoy en la superficie. La Luna se volvió del revés, «pero ha habido poca evidencia física que arroje luz sobre la secuencia exacta de eventos durante esta fase crítica de la historia lunar, y hay mucho desacuerdo en los detalles de lo que sucedió, literalmente», aclaran los expertos. Según sus hallazgos, los investigadores creen que la capa rica en ilmenita se hundió hace más de 4.220 millones de años.

«Nuestros análisis muestran que los modelos y los datos cuentan una historia notablemente consistente», apuntó Weigang Liang. «Los materiales de ilmenita migraron hacia el lado cercano y se hundieron en el interior en cascadas en forma de láminas, dejando atrás un vestigio que causa anomalías en el campo de gravedad de la luna».

Esta investigación presenta la primera evidencia geofísica de que una luna joven e inestable se volvió del revés durante el curso de su evolución. Y es que la presencia de ilmenita debajo de la corteza es consistente con las simulaciones que llevaron a cabo de la Luna poniéndose del revés.

Tenemos una luna desequilibrada

La identificación de anomalías en el campo gravitacional de la Luna no sólo corrobora el descenso de una capa densa a las profundidades de nuestro satélite, sino que también permite una determinación más precisa del momento y la mecánica de este fenómeno.

«La Luna está fundamentalmente desequilibrada en todos los aspectos», comentó Andrews-Hanna, destacando las disparidades entre la cara visible de la Luna, que mira a la Tierra (particularmente el área más oscura del Oceanus Procellarum) y su cara oculta. Y es que el lado más próximo de la Luna se caracteriza por presentar una elevación más baja, una corteza más delgada, extensos flujos de lava y una alta concentración de elementos raros como titanio y torio, que contrastan sobremanera con cómo es el denominado “lado oculto de la Luna”.

«Resulta que la historia más temprana de la luna está escrita debajo de la superficie y simplemente hizo falta la combinación correcta de modelos y datos para desvelar esa historia», concluyó Jeff Andrews-Hanna.

Referencias: