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Septiembre de 2023 ha sido el mes con mayor anomalía térmica desde que existen registros

Septiembre de 2023 ha sido el mes con mayor anomalía térmica desde que existen registros

La noticia del verano de 2023 debería haber puesto en alerta a todo el mundo: acababa de terminar el mes de julio más cálido desde que hay registros históricos, y, comprobando registros indirectos de tiempos remotos —el estudio de los anillos de los árboles o de testigos de hielo—, se pudo comprobar que hacía 125 000 años que no hacía tanto calor en el planeta.

En aquel momento, desde Muy Interesante, ya advertíamos que todo apuntaba a que la situación iría a peor, con relación a a veranos futuros. Ya casi aceptamos como normal que cada nuevo verano sea el más cálido que hemos vivido, y a la vez, el más fresco del resto de nuestra vida.

Lo que en aquel momento se esperaba era que el año se comportase de forma similar a otros años. Que la anomalía térmica descendiese como se espera en la entrada del otoño, y que esos excesos extremos no los volveríamos a experimentar hasta el verano de 2024.

Pero nos equivocamos.

Temperatura del aire superficial global diaria desde 1940; destaca el rango de +1,5 ºC sobre la temperatura preindustrial. — Copernicus

La dinámica térmica anual normal

Si tenemos en cuenta la temperatura global, hay un fenómeno que parece antiintuitivo. ¿Por qué en julio hace más calor que en diciembre? Si cuando en el hemisferio norte es verano, en el sur es invierno, y viceversa, las temperaturas elevadas de un hemisferio deberían compensar las frías del contrario. Pero no sucede así.

El hemisferio norte influye mucho más en la temperatura planetaria que el sur, debido a la distribución de los océanos y las masas de tierra emergidas. El agua es un fluido con calor específico muy alto, es decir, se requiere mucho aporte de calor para subir muy poco su temperatura. Por el contrario, la tierra se calienta con facilidad y transmite ese calor al aire. Es el mismo fenómeno por el cual en las ciudades costeras de España varía menos la temperatura entre el día y la noche, o entre el verano y el invierno, que en las ciudades del interior: el agua atempera.

El hemisferio norte tiene dos quintos de su superficie cubierta por tierras emergidas, mientras que en el hemisferio sur es de un quinto. Por eso, el hemisferio norte se calienta y se enfría más que el sur, y tiene mayor influencia en la temperatura del aire.

Anomalía térmica diaria en 2023 comparada con temperaturas preindustriales. — Z.Hausfather para Scientific American

Un septiembre anómalo

Al asumir que la dinámica térmica de 2023 sería similar a la de otros años, lo que se esperaba es que, a pesar de las elevadas temperaturas de julio y agosto, a finales de este, la tendencia comenzase a descender. O lo que es lo mismo, que la anomalía térmica se redujera paulatinamente, hasta que, con la llegada del invierno, tuviera pocas diferencias respecto a años anteriores. Pero no ha sido así.

Si bien, es cierto que las temperaturas han descendido ligeramente, no lo han hecho en la medida que se esperaba. De hecho, mientras en el verano, las temperaturas han estado dentro de un rango estable de anomalía térmica de aproximadamente 1,5 ºC por encima de la temperatura media medida entre 1850 y 1900 —el rango que emplea el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático para establecer sus objetivos—, desde la primera semana de septiembre, todos los días sin excepción, la temperatura global ha superado ese 1,5 ºC. La media del mes de septiembre es de una anomalía térmica de 1,7 ºC.

Más específicamente, se calcula que septiembre de 2023 ha superado al récord térmico anterior, que sucedió en 2020, en medio grado. Es, además, la anomalía térmica más alta jamás registrada, superando a la de febrero de 2016, que coincidió con un evento de El Niño.

En declaraciones del climatólogo Zeke Hausfather para Scientific American, «la anomalía de septiembre está muy por encima de cualquier cosa que hayamos visto antes». De hecho, las temperaturas de este mes de septiembre superan a las observadas en el mes de julio de cualquier año anterior a 2010.

La causa de esta anomalía se encuentra en la interacción entre el cambio climático antropogénico y el fenómeno de El Niño. Recordemos que uno de los efectos del calentamiento global es que los eventos extremos sean cada vez más intensos, y El Niño no es una excepción.

Para los investigadores del programa Copernicus, esta anomalía nos lleva a una tendencia arriesgada, 2023 probablemente se convierta en el año más caluroso desde que existen registros, y el primero cuya media supere ese compromiso de 1,5 ºC, que se esperaba no superar hasta 2027, y que el Acuerdo de París marcó como límite que no debía alcanzarse en este siglo.

Referencias:

  • Climatlas. 2023. Global Temperatures.
  • Copernicus. 2023. September 2023 – unprecedented temperature anomalies; 2023 on track to be the warmest year on record.
  • Thompson, A. 2023. September Was the Most Anomalously Hot Month Ever. Scientific American.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.es

Publicado el: 2023-10-08 06:15:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades