Ucrania destruyó un importante buque ruso en el mar Negro y obliga a las fuerzas navales enemigas a retroceder

La agencia de Inteligencia naval de Ucrania, GUR, confirmó en las últimas horas que en la madrugada de este jueves destruyó un importante buque ruso en el mar Negro. El organismo aseguró que se utilizaron drones marítimos en esta operación, que permitió neutralizar a la corbeta misilística enemiga Ivanovets que patrullaba el lago Donuzlav, cerca de la costa este de la península de Crimea.

El anuncio de la baja estuvo acompañado de un video en el que se muestra el momento del ataque liderado por la unidad especial “Grupo 13″, precisamente cuando los impactos ucranianos destruyen la nave, una de las tres que se encontraba operando en la zona, valuada en entre USD 60 millones y USD 70 millones.

“Esta es una pérdida bastante significativa teniendo en cuenta la presencia de solo tres de estos barcos en la Flota del mar Negro de Rusia”, agregaron en un comunicado difundido en las redes sociales de la GUR. La agencia no ha confirmado, sin embargo, la cantidad de drones marítimos utilizados en esta maniobra aunque, la firma de seguridad privada Ambrey, se habrían destinado hasta seis de ellos, cada uno con una capacidad de carga de explosivos de 300 kilos.

Tras constatar los daños ocasionados en la nave, las fuerzas de Kiev lanzaron una operación de búsqueda y rescate en la zona ya que se estima que la embarcación podría haber tenido unos 40 tripulantes al momento del ataque.

“Esta operación es otro recordatorio para los agresores rusos de que permanecer impunemente en el territorio de las instalaciones anteriormente ocupadas en Crimea es perjudicial para su salud”, concluyeron las autoridades de Kiev al apuntar que, gracias a estas maniobras, el enemigo se vio obligado a retroceder y logró incrementar sus exportaciones por los puertos del sur.

Rusia, si bien no emitió comentarios al respecto, sí dijo este jueves que la Comisión Investigadora -la principal agencia destinada a estas tareas en el país- había concluido que el avión militar Il-76 que cayó cerca de la frontera con Ucrania el pasado 24 de enero fue, en realidad, derribado por un misil estadounidense Patriot.

La víspera, el presidente Vladimir Putin ya había dado a conocer esta información, rechazando cualquier duda sobre ella. “El avión fue derribado por un sistema antiaéreo Patriot. Eso ya fue establecido con precisión, lo estableció el peritaje”, sostuvo.

Según funcionarios de Moscú, se logró identificar y recoger más de 670 fragmentos de cuerpos de las víctimas -unas 74 de las cuales 65 serían prisioneros de guerra ucranianos, seis tripulantes y tres soldados rusos- así como los documentos personales que “se conservaron parcialmente”. A continuación, se realizaron análisis genéticos que permitieron deducir las identidades de los muertos, que iban camino a un canje por militares rusos.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, apuntó contra Occidente tras este anuncio y lo acusó de no impulsar una investigación por haber estado involucrado en el siniestro. “Está claro que ninguno de ellos estará interesado en realizar una investigación y encontrarse con ellos mismos en ésta”, dijo.

No obstante, Kiev se mantiene firme en que, si bien se esperaba un canje, esta nave transportaba armas y no prisioneros de guerra.

(Con información de AP, EFE y Europa Press)