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Armero no olvida la avalancha que hace 38 años, sepultó a 25.000 persona – Otras Ciudades – Colombia

Armero 1

Miles de personas llegan por estos días a visitar lo que quedó de Armero, Tolima, el pueblo que en la noche del 13 de noviembre de 1985 fue borrado del mapa por una avalancha de piedra y lodo que, a una velocidad de 60 kilómetros por hora, bajó del nevado del Ruiz para tapar por completo a esta región vecina de municipios como Honda, Lérida y Venadillo y que está a una hora en carro de la ciudad de Ibagué.

«En un abrir y cerrar de ojos 25.000 personas fueron sepultadas por miles de toneladas de lodo y piedra, mientras que otras 15.000 lograron sobrevivir con fracturas, heridas, extremidades amputadas y afectaciones de todo tipo», afirmó Gustavo Prada, presidente de la Corporación Casa Armerita.

La tragedia de Armero. Hoy en día las visitas al escenario del deslizamiento son frecuentes. Las conmemoraciones también son constantes y la búsqueda de los desaparecidos continúa.

Los libros de historia relatan que la avalancha arrasó finalmente con 4.200 viviendas, destruyó 20 puentes y acabó las vías sin que nada quedara útil cuando Armero tenía 42.000 habitantes.

En ese entonces, Armero se constituía en el pueblo más próspero del Tolima pues tenía 5 entidades crediticias, varias empresas de transporte, hoteles, restaurantes y a diario el comercio movía más de 400 millones de pesos por el florecimiento de la agricultura.

En noviembre, especialmente los días 13 y 14, todos visitan las ruinas o lo que el tiempo no ha podido borrar de Armero por lo que llegan en buses de turismo y vehículos particulares para rendirles un homenaje a las víctimas de esa avalancha que, a las 11 de la noche, bajó desde el Nevado del Ruiz por el río Lagunilla.

Así se ve Armero 32 años después de la tragedia

“Vivíamos en el pueblo más próspero del departamento, en ese entonces nadie se quejaba del costo de vida ni hablaba de pobreza o desempleo”, aseguró un sobreviviente.

Foto:

Marcela Han Acero / EL TIEMPO

“En Bogotá e Ibagué vivimos miles de damnificados, pero cada 13 de noviembre volvemos a Armero para recordar a los seres queridos que perdimos en cuestión de minutos por la avalancha que tapó por completo las casas del pueblo”, afirmaron familias sobrevivientes que residen en el barrio Nuevo Armero, una zona estrato 2 de Ibagué, ciudad en la que se refugian en condiciones de pobreza unos 8.000 sobrevivientes que viven en arriendo en barrios como Jardín Santander, Claret, Ciudadela Simón Bolívar, Ciudad Luz, Nuevo Armero y San Vicente de Paúl.

“Los sobrevivientes están en todo el país, viven errantes, sin casas, el río Lagunilla sepultó lo que tenían”, dice Gustavo Prada, mientras que Luis Quiroga, un sobreviviente, señaló que todas las noches sueña con las calles de su pueblo y no puede olvidar el bello parque Los Fundadores cuando era frecuentado por las familias en busca de la sombra de una hermosa ceiba.

Los libros y los relatos de los sobrevivientes señalan que el 14 de noviembre de 1985, el día siguiente del desastre, los cadáveres los recogían en volquetas ya que los cuerpos sin vida se contaban por montones que sepultaban en una fosa común del cementerio, “pero se llenó y entonces a muchos los quemaron para evitar epidemias”.

La avalancha llegó a la zona urbana a las 11 de la noche para acabar con la vida de 25.000 personas que a esa hora dormían, y ni siquiera se salvó el alcalde de Armero, Ramón Antonio Rodríguez, al que todos por cariño le decían ‘Moncho’ y quien pidió a los habitantes desocupar sus casas porque el volcán era ya una bomba de tiempo.

“El alcalde ‘Moncho’ repetía en las calles que el volcán nevado podría causar una tragedia por represamiento, pero todos tuvimos exceso de confianza, pues la verdad es que ese día cayó abundante nieve y ceniza como anunciando lo que nos venía encima”, dijo un comerciante que hoy vive en Armero-Guayabal, el pueblo que se formó con miles de sobrevivientes y que está ubicado unos 5 kilómetros adelante de las ruinas del antiguo Armero.

NEVADO

Cerca de 20.000 personas, un tercio de la población de Armero, murieron en la tragedia de 1985. El lugar del desastre fue declarado campo santo.

Por eso en Armero-Guayabal muchos repiten que “Moncho’ fue un héroe porque, “a sabiendas de la tragedia que se avecinaba, él no salió del pueblo y más bien se dedicó a pregonar la necesidad de dejar las casas, de salir a pueblos vecinos como Honda y Lérida”.

Los visitantes buscan con afán la tumba de la niña Omaira, quien se convirtió en símbolo de la tragedia y adquirió reconocimiento mundial pues pasó tres días atrapada entre el pesado lodo y escombros de su casa que se fue al suelo esa fatídica noche.

Los sobrevivientes afirman que “no es fácil olvidar a la niña Omaira y encendemos veladoras para mantener viva la esperanza en medio del dolor que llevamos por dentro”.

En este aniversario número 38, como todos los años, el acto central es una eucaristía presidida por unos 10 sacerdotes que llegan para brindar ayuda espiritual a muchos que aún no han podido olvidar lo que sucedió en 1985.

Este lunes 13 de noviembre la eucaristía es presidida por Monseñor José Luis Henao Cadavid y el sacerdote Héctor Efrén Ramírez Montes, pero, además, se escuchará el Himno Nacional y el Bunde Tolimense. También hablará a los visitantes el alcalde de Armero-Guayabal, Ricardo Ramírez Alfaro, quien estará acompañado de su equipo de gobierno.

En las horas de la tarde todos podrán presenciar una llamativa ‘luvia de flores’ que hará la Fuerza Aérea Colombiana y que caerán sobre las ruinas de Armero.

También habrá eucaristía en el monumento de Omaira Sánchez, la niña que es símbolo de la tragedia.

Armero

En las ruinas del camposanto de Armero (Tolima), lugar donde una avalancha dejó alrededor de 25.000 personas muertas

Foto:

Gobernación del Tolima

Fabio Arenas 
Redacción Tolima

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com

Publicado el: 2023-11-14 01:00:00
En la sección: EL TIEMPO.COM – Colombia

Publicado en Colombia