‘Cittaslow’: la red de viajes por el Eje Cafetero que busca un turismo responsable – Otras Ciudades – Colombia

Peter Wubbena es holandés, pero lleva unos 40 años viviendo en Colombia e incluso desde hace algunos años tiene un emprendimiento denominado Mirador del Picará ubicado en un caserío llamado Bonafont, a 10 minutos de Riosucio, Caldas.

Aunque desempeñó varios trabajos en su profesión como ingeniero eléctrico, decidió dejar los afanes de la vida de ciudad y mudarse al campo. Encontró su lugar junto a su esposa en el resguardo indígena Escopetera y Pirza.

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Wubbena contó que creció en el norte de Holanda y siempre vivió en el campo por eso, apenas pudo volvió a la zona rural, pero en Colombia.

“Uno viene aquí y se quita el afán de la ciudad, no hay filas para tomar buses o motos pitando, uno no anda hablando por celular, uno habla con toda la gente de la zona y la amabilidad de las personas de aquí. Se respira otro aire aquí”, dijo el hombre.

Su emprendimiento es un gastro bar y casa taller con énfasis en la historia y economía local donde recibe visitantes en su mayoría de municipios cercanos a Riosucio y algunas veces llegan turistas extranjeros.

“Adriana nació en el resguardo y estudia historia. Tratamos de incluir a la gente local y mostrar cómo es la vida en un resguardo. Los abuelos están en alta estima y se hacen grandes esfuerzos por recopilar la historia. Aquí tenemos unos petroglifos que tienen más de 8.000 años. Este es un asentamiento humano de bastante tiempo y se nota en la cosmovisión”, relató Wubbena.

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El extranjero señaló que, aunque no llegan cientos de turistas, las personas que los visitan “realmente quieren aprender de su historia, en tiempo de vacaciones vienen de Manizales y algunos turistas extranjeros”.

Su visión del turismo está inspirada en movimientos como el italiano Cittaslow donde predomina la calidad de vida, el turismo respetuoso con el medio ambiente, el consumo de productos locales y un ritmo de vida alejado de los afanes.

“No queremos en Riosucio algo como Salento, no queremos un turismo masivo, sino un lugar donde lleguen unos cuantos que interactúen con la comunidad local, no que se encierren en un centro vacacional”, dijo el extranjero.

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Y relató que hace unos años leyó un reportaje sobre Pijao, Quindío, el primer municipio del país y de Latinoamérica en ingresar a red mundial de Cittaslow o ciudades sin prisa y se propuso conocer a Mónica Flórez, líder de esta iniciativa.

“Busqué a Mónica luego de leer un artículo sobre Pijao y desde entonces somos amigos, nos hemos apoyado en el trabajo por nuestras comunidades. Lo que pretendemos es tener emprendimiento; ya sea un hotel, un restaurante, una tienda, entre otros, con personas que tienen ese deseo de un turismo más lento. Estamos buscando más emprendimientos y conectarlos. Queremos crear una plataforma con la cual nos podamos conectar”.

Y precisamente con ese propósito se creó la Red de viajes slow, una iniciativa gestada por Mónica Flórez desde hace unos dos años, pero que se formalizó recientemente como un movimiento cívico.

“Vi que había una gran oportunidad del turismo consciente y teníamos contactos de otras iniciativas en otros municipios que estaban clamando por entrar a Cittaslow o a redes locales y vendí la idea de la red de viajes a personas cercanas porque aquí en Pijao hemos trabajado en red sin decir que era una red e incluso habíamos tenido una cooperación con una organización de Canadá”, contó Flórez.

Para esta red se unieron emprendedores de turismo de Pijao, Córdoba, Buenavista, Génova y Quimbaya en Quindío además de Bonafont en Caldas.

“Queremos fortalecer los emprendimientos que actualmente hacen parte de la red. Estuvimos trabajando en cooperación técnica con esta organización de Canadá en temas como gobernanza, marketing y un inventario, pero lo que nos importa es que las personas de la red estén comprometidas en el turismo consiente”, afirmó la líder de Cittaslow en Pijao.

Flórez señaló que buscan seguir el modelo de Cittaslow y el buen vivir que promueve esta organización internacional como en el beneficio a las comunidades locales, respetando la naturaleza, trabajando con productos locales, la fraternidad y la solidaridad y el trabajo en red.

“Queremos que los viajeros se muevan alrededor de los municipios del sur del Quindío y luego vayan a Bonafont. Que lleguen a la pequeña casa de Pijao, luego visiten las montañas y avisten las aves, que participen en catas de café y recorridos por el pueblo, que conozcan la reserva natural y cascadas en Córdoba y recorran Buenavista, que vayan a Génova, Quimbaya y Bonafont. El objetivo es fortalecer las pequeñas economías locales que van desde el transporte, los guías, los cafés y los demás productos locales”.

La red está integrada por el hostal y hospedaje La pequeña casa, La tienda del buen vivir (catas de cafés y productos locales como café, cacao y dulces), Café Tradición Pijao’s, Por los caminos Cittaslow (senderismo y avistamiento de aves) y Café Polé Polé en Pijao, Soñarte (reserva natural, senderismo y alojamiento) en Córdoba, recorridos históricos y guianza en Buenavista con Gloria Esperanza Ariza, La Pola Farm, una experiencia de sostenibilidad en Quimbaya con Paola Londoño y el mirador del Picará, gastrobar & casa taller en Bonafont, Caldas.

La red tiene sus perfiles en redes sociales @redviajeslow y cada emprendimiento tiene además su propia cuenta en redes como Facebook e Instagram.

“Estamos haciendo un inventario, capacitaciones sobre el territorio donde vivimos y estamos trabajando sobre nuestro propio sello. El cuidado del agua, el consumo de productos locales, estamos trabajando en ello y difundiendo la red”, dijo Flórez.

Marulanda, Caldas en Cittaslow

De esta red internacional Cittaslow también hace parte Marulanda, un pequeño municipio del oriente de Caldas que cumplió los requisitos para su integración en octubre pasado.

Este territorio, de alrededor de 3.500 habitantes, donde la ruana es -más que un accesorio- una parte fundamental del vestuario, cumplió con el 53 por ciento de las siete macro áreas se exigía la organización en temas como biodiversidad, medio ambiente, contaminación auditiva, visual, alternativas energéticas, entre otras.

El logro fue festejado por diversas entidades gremiales y de promoción comercial, considerando que esto podría llevar un número considerable de turistas a esta región que tiene un corto camino en el sector.

Para la Cámara de Comercio de Manizales por Caldas (CCMPC) estos reconocimientos permiten visibilizar las culturas de manera nacional e internacional y potenciar su crecimiento entre los grupos de interés que buscan conocer lugares tradicionales y tranquilos. En el caso de Marulanda, una tradición enfocada a la cultura ovejera y de lana.

“Es un orgullo contar dentro de nuestra jurisdicción con el segundo municipio de Colombia nombrado como Cittaslow. Gracias a su cuidado con el territorio, sus construcciones y sus costumbres, el municipio ha recibido este reconocimiento. Eso quiere decir que en Marulanda se puede vivir mejor, que hay cuidado del bono ambiental y la gente cuida su historia, lo que hace que sea un municipio muy especial”, agregó Lina María Ramírez Londoño, presidenta ejecutiva de la CCMPC.

Laura Sepúlveda
Para EL TIEMPO