En el pico donde limitan los barrios Henequén y Jaime Pardo Leal presienten una tragedia.
“Estas viviendas están sobre la punta del antiguo sanitario de Cartagena. No son terrenos aptos para construcción. Estamos ante un asentamiento urbano ilegal. Si la gente sigue construyendo podrían ocasionar más deslizamientos y eventualmente una tragedia”, dice Fernando Abello, director de la oficina para la Gestión del Riesgo y Desastres de Cartagena.
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El funcionario calcula entre 8 y 10 metros de relleno con basuras cuesta abajo de donde estamos en pie.
Deslizamientos de tierra en en el barrio Henequén de Cartagena.
Gestión del Riesgo Cartagena
Vimos primero una grieta que iba debajo de la cama pero no sabíamos que ya la tierra se había bajado, cuando ya vimos que se fue todo: colchones, ropa todo se fue para abajo y se perdió
En el sur de Cartagena, donde antes fue el basurero distrital, el peso de las casas amontonadas en la cuchilla de la montaña- muchas en cemento y hierro, otras humildes en madera y latas- hicieron que parte del cerro se desplomara.
Las condiciones del terreno que describen las autoridades de riesgo, sumado al invierno cruel que no da tregua, revelan una emergencia.
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La montaña de basura ya avisó
¡No es un terreno apto para vivir. Además por las condiciones de salubridad del lugar por cuenta de lixiviados y gases!
La tarde del pasado viernes a las 5:30, María Viviana Valencia Cruz presenció como el suelo de su habitación se desplomaba varios metros hacia abajo.
“Vimos primero una grieta que iba debajo de la cama pero no sabíamos que ya la tierra se había bajado, cuando ya vimos que se fue todo: colchones, ropa todo se fue para abajo y se perdió”, dice la mujer, que hace parte de los 43 damnificados que dejó el desplome de tierra y donde desaparecieron 11 viviendas y siete más están a punto de desplomarse.
“¡No es un terreno apto para vivir. Además por las condiciones de salubridad del lugar por cuenta de lixiviados y gases!”, dice Abello. Además de los vectores.
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“Gracias a Dios pudimos salir a tiempo. Menos mal fue temprano porque si nos coge por la noche durmiendo nos vamos abajo», dice doña María Viviana Valencia, con un cuadro impresionante como telón de fondo.
La imagen es surrealista: las paredes de una habitación esmerada, pintadas de rosado, flotan en el aire. El piso se ha desplomado montaña abajo dejando desnudas las vigas y estructuras de la casa que ya también presentan grietas.
“Ninguna persona falleció. Los mismos habitantes conscientes de la dificultad días antes ya habían sacado sus muebles y enseres antes de que las viviendas colapsaran”, señala Fernando Abello, director para la gestión del riesgo de la ciudad.
El peso de las casas sumado a la carga de agua propició que la montaña se desplomara
EL TIEMPO recorrió la zona con funcionarios de la oficina para la gestión del riesgo de desastres y evidenció que hay al menos 150 viviendas más a lo largo de la cuchilla de la montaña en peligro de deslizamiento, ante las lluvias incesantes.
Hay casas de hasta dos y tres pisos en concreto.
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El filo de la montaña repleto de casas forma una U, y en el fondo el socavón más casas como castillos de naipes en medio de algunos árboles frondosos.
Compraron el lote por 100 mil pesos sobre un basurero
Deslizamientos de tierra en Cartagena
John Montaño / EL TIEMPO
Luz Heidi Ortiz mira hacia abajo lo que fue su casa, ahora hecha un arrume de rocas y madera.
“Hace días salió una grieta y a mi me dijeron que le echara aceite quemado para que apretara la tierra. Pero a medida que le echábamos mas se abría, la tierra bajaba y el piso subía. Las tuberías se rompían y uno volvía y las pegaba. Cuando las casas estaban inclinadas, fue cuando uno tomó la decisión de salir”, dice Ortiz.
“Era una casita de tablas y al piso sí le habíamos pasado cemento para evitar el barro”, dice la mujer que lamenta la perdida material. Pero da gracias a Dios de que sus tres hijos y su esposo están sanos y salvos.
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Esta madre, de 29 años, cuenta que habían comprado su lote en la montaña por 100 mil pesos, dos años atrás. Nunca les explicaron que ponían sus ahorros en un relleno sanitario. Urbanizadores piratas que se mueven como pez en las aguas de la pobreza y la necesidad de las personas, aprovechan el desorden urbanístico de una ciudad sin ley.
Un paisaje de ilegalidad que amenaza con tragedia
Acá todo es pirata: el agua es una red ilegal en la cual todos pegan su tubo de otros tubos, también ilegales. El servicio de electricidad igual: una telaraña de cables donde nadie en el sector conoce el origen. No existe red de alcantarillado.
Desde el lugar del derrumbe se ve a un hombre sentado en el interior de su habitación, mira con desgano al horizonte, la pared de su casa que se fue loma abajo y le roba la privacidad.
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Henequén también vive bajo tensión por la seguridad y el orden público. En medio de la visita de las autoridades de riesgo a esta comunidad- muy decente y que recibió a la comitiva con respeto, afabilidad y abiertos al diálogo- alertan que los vándalos se mueven en la zona están inquietos y que es hora de salir. Desde una ventana la comitiva de riesgo y la prensa también son grabados con celular.
Las autoridades del riesgo también advierten amenazas por deslizamientos en el Cerro de la Popa, en todos sus frentes; la loma de Albornoz y al menos 26 puntos críticos que fueron detectados en Cartagena: ocho puntos en la localidad histórica y de la virgen, ante inundaciones; 10 más en inmediaciones de la Ciénaga de la Virgen por desbordamientos y deslizamientos de tierra, y siete más en la localidad tres por deslizamientos.
La solución es una utopía más del estado de subdesarrollo
La solución a esta emergencia inminente parece una utopía e involucra al estado en su conjunto: primero a la policía nacional que no debería permitir que se invadiera más la montaña e intervenir antes o cuando las familias invasoras están poniendo las primeras tablas, y advertir de los peligros.
El Distrito que tiene la tarea pendiente de actualizar el Plan de ordenamiento Territorial que no desempolvan desde el año 2001. Corvivienda que debería proveer alguna solución de techo para que estas más de 150 familias salgan de entre esta montaña de basura y encuentre una tierra digna y segura donde vivir.
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Migración Colombia que debe intervenir estos territorios cuando antes pues muchas de las familias que aquí duermen son de nacionalidad venezolana.
La Oficina para la Gestión de Riesgos y Desastres de Cartagena asegura que nos le puede proveer tejas o material alguno de construcción por tratarse del tipo de zona irregular ya descrita.
Lo que si han recibido estas familias es el acompañamiento y atención de las autoridades del riesgo pues fue gracias a un Comité barrial de emergencias y alertas, Comba, que estás personas salieron a tiempo y se evitó una tragedia.
Pero lo que más preocupa a Fernando Abello, director para la gestión del riesgo de la ciudad es que el Ideam advierte que quedan varias semanas de lluvias. Él calcula que lo que queda del año.
John Montaño
Corresponsal de EL TIEMPO
Cartagena
En Twitter: @PilotodeCometas
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com
Publicado el: 2022-10-27 02:19:40
En la sección: EL TIEMPO.COM – Colombia