Facturación electrónica la Dian cambió las reglas de juego para este proceso | Impuestos | Economía

Desde hace algunas semanas se viene hablando en el contexto empresarial que la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales trabaja en cambios al proceso de facturación electrónica en el país, con el fin de fortalecer la fiscalización a la emisión de este documento y el control del comercio para contrarrestar la evasión y subfacturación, dos flagelos que impactan en los ingresos de la Nación.

Finalmente, dicha normativa se expidió y con ello, revivieron las alertas respecto al impacto de la misma, que para algunos expertos en la materia, puede afectar seriamente la competitividad del país, en tiempos en los que es necesario reactivar la economía y no ponerle palos en la rueda al cumplimiento de dicho objetivo.

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Se trata de la Resolución 000202 de 2025, que establece de manera oficial nuevas disposiciones para la facturación electrónica en Colombia, reemplaza el proyecto de resolución previamente anunciado y trae cambios fundamentales que impactarán a todas las empresas obligadas a facturar electrónicamente en el país.

Karoll Cuadros, gerente de eCommerce de Sovos Saphety, firma generadora de soluciones de cumplimiento tributario, destaca que estas modificaciones representan un reto significativo para las empresas, que deberán adaptar rápidamente sus procesos para garantizar el cumplimiento de la normativa.

«Esta resolución marca un antes y un después en la gestión de la facturación electrónica en Colombia. Las empresas deben actuar con rapidez para adaptar sus procesos y evitar sanciones. La exigencia de mayor trazabilidad y la automatización de datos en la DIAN requieren que las compañías implementen soluciones tecnológicas avanzadas para cumplir con la normativa sin afectar su operación», indicó.

¿Qué cambia?

En primer lugar, esta reglamentación establece nuevos límites en la información que se puede recolectar y de ahora en adelante, los facturadores electrónicos solo podrán solicitar nombre, identificación y correo electrónico del comprador, eliminando la recolección de otros datos personales como la dirección.

Por otra parte, indicaron que la Dian lanzó una base de datos centralizada para agilizar facturas, mediante la implementación de un sistema automatizado donde los facturadores podrán obtener los datos del adquirente con su número de identificación. Si bien esta medida agiliza el proceso de facturación, genera preocupaciones sobre la seguridad y acceso a la información.

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“También hay más plazo de emisión, dado que ahora se fijó un lapso de 48 horas para servicios públicos, después de la prestación del servicio para generar y transmitir el documento equivalente electrónico. Esto beneficiará a empresas en zonas con baja conectividad, aunque podría retrasar la fiscalización”, contaron.

El cuarto gran cambio, según Sovos Saphety es la prohibición de cobros extras en servicios públicos sin autorización del cliente, especialmente en facturas de servicios públicos sin autorización explícita del usuario, garantizando transparencia y evitando cargos no justificados.

Seguimiento Facturación Electrónica – Dian.

Cortesía – A.P.I.

La Dian también aplicará controles más estrictos para verificar el cumplimiento de la facturación electrónica. Las sanciones incluyen multas significativas y bloqueos operacionales en caso de incumplimiento. Todo con el fin de proteger a los consumidores, pero también generar la obligación de que pidan este documento.

«Más allá del cumplimiento regulatorio, esta resolución representa una reconfiguración estructural en la relación entre las empresas y la Dian. No se trata solo de ajustes operativos, sino de un cambio en la forma en que se gestionan los datos, la trazabilidad y la automatización de los procesos tributarios. Las compañías que no adapten su estrategia digital de manera integral corren el riesgo de quedar rezagadas frente a la evolución del ecosistema fiscal», añadió Cuadros.

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Así las cosas, desde Sovos Saphety manifestaron que la implementación de la nueva normativa representa un impacto estratégico significativo para las empresas; especialmente en cuatro áreas clave en las que pueden beneficiarse, como el impulso a la transformación digital, gracias a la modernización de plataformas de facturación que optimizan la eficiencia operativa.

Así mismo, genera avances con la optimización de la gestión documental, mediante la validación de datos con la Dian, que agiliza los procesos de facturación; y el refuerzo en la seguridad de la información.

“Además, la centralización de datos en la Dian exige la adopción de mejores protocolos de protección, garantizando la integridad de la información empresarial. El cumplimiento normativo también juega un papel fundamental, ya que adaptarse oportunamente evita sanciones y fortalece la estabilidad financiera. Según Cuadros, las empresas que asuman este reto de manera estratégica, anticipándose con tecnología adecuada, obtendrán una ventaja competitiva en el mercado colombiano”, concluyeron.