El Ministerio de Hacienda presentó este viernes -13 de junio- el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2025 – 20235, en el cual dejó claro que Colombia ya no tiene margen para postergar decisiones difíciles y presentó el nuevo enfoque del Gobierno para responder a lo que denominó una «coyuntura fiscal excepcional» originada en decisiones heredadas, ingresos sobrestimados y rigideces del gasto público.
Según el ministro Germán Ávila Plazas, el plan incluye suspender por tres años la regla fiscal, mediante la activación formal de la cláusula de escape, con el objetivo de evitar un ajuste abrupto que paralice la economía, a cambio de transitar una senda de consolidación gradual en tres años, que se apoya en dos componentes estructurales.
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Se trata de una nueva reforma tributaria a partir de 2026 y un control más riguroso del gasto primario, especialmente del gasto inflexible y de los subsidios mal focalizados.
Herencias malditas
Durante su intervención, Ávila identificó tres causas principales del deterioro fiscal, comenzando por el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que generó un gasto acumulado de $79,6 billones entre 2022 y 2025 (4,39% del PIB), debido a la decisión del gobierno anterior de congelar el precio de la gasolina.
En segundo lugar, señaló a los subsidios a energía y gas, que han costado $18,2 billones desde 2022 (1% del PIB) y que presentan distorsiones por su asignación según estrato, más que por nivel real de ingreso; que se sumaron a la amortización de la Línea de Crédito Flexible con el FMI, por un valor de $22,9 billones en 2024 y 2025, derivada de un crédito de emergencia de US$5.600 millones tomado durante la pandemia.
Presentación Marco Fiscal del Mediano Plazo 2025 – 2035.
Foto: CEET – Néstor Gómez
“El impacto de estos tres factores suma casi $120 billones. Solo el FEPC equivale al costo de cinco reformas tributarias”, afirmó el ministro, quien destacó que “esto no es responsabilidad del presente, pero es nuestra tarea resolverlo con transparencia y responsabilidad”, sustentando así las medidas anunciadas.
Además del pasivo acumulado, Ávila reconoció que los ingresos tributarios fueron sobreestimados en las proyecciones anteriores y acotó que se esperaba un recaudo de $299 billones para 2025, pero el Marco Fiscal lo corrigió a la baja en $18,5 billones, dejando el ingreso tributario en $280,3 billones, como consecuencia de un menor crecimiento económico en 2023 y una ejecución débil por parte de la Dian.
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En este sentido, contaron que aunque se aprobó un decreto de autorretención que aportará $7 billones adicionales, el déficit proyectado en ingresos no se compensa por completo, razón por la cual, el Minhacienda explicó que “hemos ajustado con realismo la senda de crecimiento del ingreso tributario real. La realidad nos obliga a hacerlo”.
Todo esto mientras el gasto total del Gobierno Nacional pasará de $396 billones en 2024 a $418,8 billones en 2025, con un incremento del gasto primario de $13,1 billones y de intereses por $9,5 billones; por lo que el balance total del Gobierno se proyecta en -7,1% del PIB y el balance primario en -2,4%, cifras que dejan al país fuera de los márgenes permitidos por la regla fiscal vigente.
Regla fiscal y economía.
Imagen generada con Inteligencia Artificial – ChatGPT
Suspensiones y tributarias
Frente a este escenario, desde el Gobierno se confirmó que el Confis aprobó activar la cláusula de escape contemplada en la Ley 2155 de 2021, que permite suspender temporalmente la regla fiscal ante eventos extraordinarios o riesgos de inestabilidad macroeconómica, porque, explicado por el ministro Ávila, “no tomar esta decisión comprometería efectivamente el crecimiento económico y la estabilidad del país”.
Pese a las críticas previas, el Gobierno presentó la medida como responsable, temporal (máximo tres vigencias fiscales) y sujeta a una senda de retorno, con el objetivo de evitar recortes de gasto drásticos que podrían frenar la inversión pública o deteriorar los servicios esenciales.
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Uno de los anuncios más importantes fue la confirmación de una nueva reforma tributaria que será presentada al Congreso en el segundo semestre de 2025, con la meta de recaudar 1 punto del PIB adicional en 2026 y un promedio de 1,4 puntos del PIB anual entre 2027 y 2036. Esto, a precios actuales, se traduce en aproximadamente $17 billones para el próximo año y cerca de $19 billones para los siguientes.
Aunque no se revelaron detalles técnicos del articulado, Ávila aclaró que la reforma formará parte de un gran pacto fiscal nacional que involucre a todos los actores económicos, sociales y políticos del país y que “es un ajuste estructural, de mediano plazo, que busca sostener las finanzas públicas más allá del periodo actual”.
Presentación Marco Fiscal del Mediano Plazo 2025 – 2035.
Foto: CEET – Néstor Gómez
Nuevos focos de recorte
Desmintiendo que esta administración se haya dedicado a derrochar el dinero, desde el Ministerio de Hacienda reiteraron que gran parte del crecimiento en este gasto se debe a los rubros inflexibles, punto que se comprometieron a revisar, partiendo de que el 86% del gasto total en 2025 no puede ser recortado sin modificar leyes o afectar compromisos ya adquiridos.
Todo esto, debido a causas como el pago de intereses, transferencias del Sistema General de Participaciones y de seguridad social y compromisos de vigencias futuras por $66,7 billones entre 2023 y 2026; que no dejan margen de maniobra para pensar en otros movimientos del Presupuesto Nacional.
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Además, el ministro cuestionó la lógica actual de los subsidios a energía y gas, señalando que el sistema basado en estratificación presenta graves distorsiones y propuso reemplazarlo por una focalización vía Sisbén, y en el mediano plazo y transformar el subsidio en inversión mediante el programa “Colombia Solar”, que busca instalar sistemas fotovoltaicos en hogares vulnerables.
Ávila cerró su discurso con una frase citada del poeta Joan Manuel Serrat y dijo que “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio” y con ella, buscó subrayar la importancia de mostrar la realidad fiscal del país “con absoluta claridad”, como ya se ha hecho, dijo, con organismos multilaterales, el FMI y calificadoras.
En su visión, el mensaje es claro y es que Colombia enfrenta una restricción fiscal severa, pero tiene una hoja de ruta creíble si actúa con gradualismo, técnica y cohesión política. No obstante, habrá que esperar para saber cómo reacciona el mercado ante esta ambiciosa estrategia que dará un vuelco al manejo de las finanzas del Estado.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.portafolio.co
Publicado el: 2025-06-14 09:18:00
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