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Recuperan 42 cuerpos enterrados de personas desaparecidas en el conflicto en Valle – Cali – Colombia

La UBPD busca de manera humanitaria y extrajudicial a desaparecidos en el conflicto para aliviar el sufrimiento de familias

Tuvieron que transcurrir 16 años para que peritos de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y con técnicas arqueológicas lograran ubicar el sitio exacto de los restos de una de las más de cuatro mil víctimas de este flagelo en el Valle del Cauca por el conflicto.

El departamento es la tercera región del país con el mayor número de personas que jamás regresaron a sus hogares, debido a las acciones de los grupos armados. 

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La tarea de precisar las coordenadas donde un hombre había sido enterrado dentro de ese contexto violento, utilizando testimonios, verificando archivos y cruzando bases de datos, tardó ocho meses. El objetivo principal era conocer qué había pasado y si esta persona, cuyo rastro se perdió desde 2007, seguía con vida o si había sido asesinada.

Ese intenso seguimiento arrojó que había un cadáver y que la víctima había desaparecido en zona del municipio de Calima El Darién. Su osamenta estaba en las entrañas de esta misma región, la cual está situada en el centro occidente del Valle del Cauca.

De acuerdo con la UBPD, el cuerpo del desaparecido estaba en un sector a cielo abierto.

“Para poder dar con el punto exacto del lugar de la inhumación en un área extensa, el equipo de la Unidad de Búsqueda requirió de aportantes de información confidenciales que refirieron dónde, probablemente, se encontraba el cuerpo; también se establecieron las características geográficas de la zona y las modificaciones que ha sufrido el terreno con el paso del tiempo”, dijo la coordinadora en el Valle del Cauca de este estamento, María Victoria Rodríguez.

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Explicó que se tuvo el acompañamiento de la alcaldía de Calima El Darién, la Personería municipal, la oficina municipal para la atención de víctimas del conflicto armado y la parroquia del mismo municipio.

Expertos de la UBPD, en el análisis de los restos recuperados.

Durante el proceso de búsqueda, el equipo de la UBPD tuvo en cuenta características físicas particulares, accesorios y prendas de vestir para adelantar un proceso de identificación preliminar. El cuerpo extraído fue remitido por parte de la Unidad de Búsqueda al Instituto Nacional de Medicina Legal, informó la directiva.

Ese proceso de exhumación implicó lo que se denomina una prospección con fines de recuperación y se llevó a cabo a finales del año pasado a punta de pala y con otras herramientas, con el sumo cuidado de no afectar ninguno de los restos.

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La actividad para retirarlos intactos duró tres días. El lugar y coordenadas exactas fueron triangulados por el equipo de investigación de la Unidad. Se logró por los datos de quienes habían conocido al occiso, cuya identidad y referencias fueron protegidas.

En este momento, el cadáver de la víctima es objeto de análisis forenses en Medicina Legal para tener la certeza plena de su identidad, con el fin de entregarla dignamente, si todo coincide, a la familia que la busca y está a la espera. Por ello, aún no se revela su nombre.

Labores en el cementerio Católico de Buga.

Labores en el cementerio Católico de Buga.

En estos análisis se tendrá en cuenta un banco de perfiles genéticos y cotejar el ADN de los posibles familiares para determinar si se trata del desaparecido. Sus dolientes desean cerrar este amargo episodio, luego de décadas de violencia por actores ilegales.

En Calima El Darién, sus más de 20.000 habitantes aún recuerdan tragedias, como la llegada de 150 paramilitares del ‘Bloque Calima’, comandado por Éver Veloza, alias HH, que entraron a la localidad, algunos encapuchados y con brazaletes de las Autodefensas, para reunir a pobladores, obligarlos a caminar seis kilómetros y asesinar inicialmente a seis líderes.

Esa masacre ocurrió el 22 de agosto de 2001, cuando cinco personas recibieron disparos en la cabeza y otra más fue degollada.

Los paramilitares habían utilizado la vereda La Cristalina, en Calima, para su campamento. En esa fecha, 19 campesinos fueron asesinados en total en zona rural de Río Bravo, en el mismo Calima.

En los últimos 20 años, en el territorio también han hecho presencia grupos de las antiguas Farc, como el ‘Frente 30’ y posteriormente, fuerzas paramilitares con el narcotráfico que se fueron ampliando. También llegaron las ‘Águilas negras’ y luego del acuerdo de paz entraron las disidencias a la región.

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Es así que el defensor nacional del Pueblo, Carlos Camargo, ha venido reiterando la alerta temprana que dio a conocer a finales del año pasado por esas facciones de disidentes. Van tres de esas alertas (en 2018, 2019 y 2023) por parte de la Defensoría, señalando, además, la presencia de más grupos armados en Calima y en el Valle, como las ‘Autodefensas Gaitanistas’ y el Eln.

La población afectada, según la Defensoría, han sido líderes, comerciantes, indígenas, mujeres y defensores de derechos humanos.

Los desaparecidos

Según la UBPD, el Valle del Cauca tiene un universo preliminar de 4.707 personas dadas por desaparecidas en el conflicto. A la fecha, la Unidad ha logrado la recuperación de 42 cuerpos en este contexto, los cuales fueron remitidos al Instituto Nacional de Medicina Legal para su proceso de análisis e identificación. De esa cifra, la UBPD hizo la entrega digna de un cuerpo, después de ser plenamente identificado.
Al Valle lo anteceden Antioquia con 23.418 reportes de estos desaparecidos y Meta con 8.229 más.

Buscar a las personas dadas por desaparecidas en Colombia en el marco del conflicto armado supone un enorme reto de recabar información, registrar, procesar, clasificar y analizar todo lo recibido y recolectado, como parte de la investigación para impulsar la búsqueda en territorios con distintas realidades y dinámicas del conflicto, donde la desaparición se dio -o se sigue dando- bajo diferentes circunstancias, intereses, tiempos y actores”, dijo Rodríguez.

Proceso para retirar el cuerpo.

Proceso para retirar el cuerpo.

Manifestó que la Unidad, que nació tras la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y la hoy extinta guerrilla de las Farc como una solicitud expresa de víctimas y familiares de esta atroz práctica, trabaja para que la búsqueda sea planificada, organizada, estructurada, y cuente con los enfoques diferenciales y étnicos.

Es por esto que la UBPD ha venido construyendo en diferentes áreas del país, junto con familiares y organizaciones de víctimas, los planes regionales de búsqueda (PRB).

Se trata de una herramienta que permite estructurar el seguimiento en una zona o región, un sector de la población, durante un período específico, unos posibles lugares de disposición y otras variables propias de cada plan, bajo la premisa de que allí estarían personas dadas por desaparecidas. En algunas situaciones, por ejemplo, muchos fueron secuestrados o reclutados.

Si se suman los casos del sur del Valle con los del norte del Cauca, vecino departamento, la cifra en este mismo contexto de grupos armados supera los mil. La primera desaparición en este territorio específico fue hace 55 años, según un documento con el nombre Plan Regional de Búsqueda del Sur del Valle del Cauca y Norte del Cauca.

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En el Valle hay cuatro planes de búsqueda y uno de ellos, el Plan Regional Occidente del departamento, comprende el caso del hombre exhumado en Calima El Darién. Solo en esta zona del plan Occidente, con los municipios de Calima Darién, Bolívar, El Dovio, La Cumbre, La Unión, La Victoria, Restrepo, Riofrío, Roldanillo, Trujillo, Vijes, Yotoco y Zarzal, se han determinado 642 desaparecidos de los 4.707, como enfatizó la directiva Rodríguez.

En el cementerio

Pero, en el Valle del Cauca y en el resto de Colombia, la búsqueda humanitaria de las personas desaparecidas en el conflicto armado no se basa solo en encontrar a quienes pueden estar con vida o en recuperar cuerpos inhumados en campos abiertos de la geografía nacional.

Comprende también la revisión de documentos, archivos, folios y cualquier registro existente que contenga información que pueda relacionar los cuerpos no identificados, conocidos popularmente como NN, con los desaparecidos que son buscados por sus seres queridos. A esto se le llama búsqueda a la inversa, dijo la coordinadora Rodríguez.

Se sabe dónde está el cadáver, pero no se ha establecido de quién se trata.
En este proceso, la Unidad, Medicina Legal y la arquidiócesis de Buga han venido trabajando para revisar inhumaciones en el cementerio Católico de esa ciudad que podrían corresponder a personas desaparecidas por causa de los violentos.

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Sin embargo, los criterios para señalar si el total de estos casos son de interés para la Unidad de Búsqueda requieren de alta rigurosidad en el análisis y contrastación con aspectos, como fechas de ingreso al cementerio, edades probables de las personas al fallecer, heridas previas que pudieron causar la muerte y registros periodísticos.

La hipótesis sobre el contexto de las desapariciones en Buga estaría relacionada con el conflicto en zona rural de los municipios de Ginebra y Guacarí, y la parte alta de Buga y Tuluá, respectivamente.

La Unidad ha podido recuperar en el campo santo, con identidad orientada, los restos de otro desaparecido. No se le volvió a ver desde 2004 y su recuperación se informó en enero pasado. “Se descartaron dos sitios donde se presumía podían encontrarse más desaparecidos, iniciando así la primera de varias fases en este cementerio”, dijo la coordinadora de la UBPD.

Con respecto a la recuperación del NN en Buga, la investigación humanitaria contó, además, con información de la corporación Reencuentros para rastrear confidencialmente datos y a posibles familiares que pese a que temen que les confirmen su muerte, solo quieren terminar con la zozobra.

CAROLINA BOHÓRQUEZ
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
CALI

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com

Publicado el: 2024-02-10 23:28:56
En la sección: EL TIEMPO.COM – Colombia

Publicado en Colombia

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