Cada vez que Everaldo Herrera escucha el golpe del mar contra las piedras, siente que algo se le remueve por dentro. Le ocurre desde hace 16 años, cuando el mar le quitó a su hijo. En dialogo con EL TIEMPO relató que no hay noche en la que no imagine su rostro, su voz, su risa de adolescente despreocupado. Lo ve en sueños. A veces le habla. Y cuando despierta, lo busca en el silencio.
Deivis Herrera Moreno tenía 17 años y una alegría que contagiaba. El 3 de enero de 2009 salió de su casa, en el barrio Las Colonias de El Carmen de Bolívar, con el corazón ilusionado. Su padre recuerda que vecinos evangélicos lo habían invitado a pasar un día en Cartagena. “Un paseo sano”, pensaron sus padres. “Un regalo de vacaciones”. Nadie imaginó que sería un adiós.
Ese mismo día, cerca de las 9 de la mañana, en las playas de Bocagrande, todo cambió. Deivis, junto a otros jóvenes, se metió al mar. De repente, una ola inesperada lo arrastró. Cuatro muchachos fueron rescatados con vida. A él, el mar se lo tragó sin explicación.
Un testigo intentó salvarlo. Era un señor que alquilaba carpas en la playa. Dijo que Deivis ya estaba cerca, a uno o dos metros de distancia, cuando otra ola más violenta los envolvió. El hombre logró salir. De Deivis no se supo más.
Tres meses de búsqueda… y toda una vida de espera
Deivis Herrera Moreno, desaparecido hace 16 años en playas de Cartagena. Foto:Cortesía TeleMontes de María.
La familia no se rindió. Durante tres meses, Everaldo recorrió cada rincón de Cartagena. Pegó afiches, interrogó a pescadores, se asomó a los muelles, fue a hospitales, clínicas, a la morgue. Ni una pista. Ni una prenda. Ni un testigo nuevo. “Cartagena me vio caminar como loco. Le grité al mar que me devolviera a mi hijo”, recuerda con los ojos rotos.
Pero no apareció. Ni muerto, ni vivo. Y eso es lo que más me duele. Esa incertidumbre, ese silencio…
Everaldo HerreraPadre de Deivis
Para muchos, el caso de Deivis se cerró. Un joven más desaparecido en el mar de Cartagena. Pero para su familia, el caso está más abierto que nunca. “¿Cómo aceptar que se ahogó, si no hay cuerpo? ¿Y si alguien lo rescató y lo retuvo? ¿Y si está vivo en otro lugar, sin saber quién es?”, pregunta Everaldo. No suena a locura. Suena a padre.
“Mi corazón me dice que está vivo”
Deivis Herrera Moreno, desaparecido hace 16 años en playas de Cartagena. Foto:Cortesía TeleMontes de María.
En una casa humilde de El Carmen de Bolívar, la familiar aún conserva la foto no solo como un recuerdo, es la fuerza para no perder la fe. En cada celebración falta su silla. En cada oración, su nombre.
“Era cariñoso, respetuoso, noble. Un muchacho bueno. Y yo creo que va a volver. Siempre que voy a la iglesia, me dicen que mi familiar aparecerá. Yo lo siento”, cuenta su padre, Everaldo Herrera.
La esperanza, en esta casa, es un acto de resistencia. Una forma de amar en presente a quien todos dan por perdido. Porque lo que el mar se llevó, el mar lo tiene que devolver.
Una herida que no cicatriza
Deivis Herrera Moreno, desaparecido hace 16 años en playas de Cartagena. Foto:Cortesía TeleMontes de María
El tiempo ha pasado, sí. Pero en El Carmen de Bolívar, la familia Herrera Bohórquez se detuvo aquel día. No hay año nuevo que no traiga el recuerdo del viejo. No hay mar sin temor, ni playa sin llanto. Deivis sigue cumpliendo años en el calendario, aunque no esté.
“Para mí, él no está muerto”, repite su padre. “Hay días en que cierro los ojos y lo veo llegar. Pienso que alguien lo raptó, que lo alejaron. Porque si el mar lo hubiera matado, ya lo habríamos encontrado. El mar devuelve. Pero a Davis, no”.
Mientras tanto, la vida sigue con su vacío. Un vacío que no se llena con palabras ni con lágrimas. Solo con la fe ciega del amor que no olvida.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com
Publicado el: 2025-06-10 18:46:00
En la sección: EL TIEMPO.COM -Colombia