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“50 años después del golpe, en Chile revive la polarización política”

“50 años después del golpe, en Chile revive la polarización política”

“El legado de Salvador Allende es que la democracia siempre se defiende con más democracia. Y si hay que dar la vida por ello, se da”

Chile conmemora, este 11 de septiembre, 50 años del cruento golpe militar que en 1973 derrocó al gobierno constitucional del socialista Salvador Allende, con un saldo de más de 3000 muertos y desaparecidos, e impuso una férrea dictadura durante 17 años, encabezada por el general Augusto Pinochet.

La conmemoración que ha organizado el presidente Gabriel Boric con una convocatoria destinada a unir a la nación en torno al mínimo común civilizatorio del “nunca más”, como la defensa de la democracia y los derechos humanos, y la reivindicación de la memoria histórica y la no repetición, enfrenta un clima de polarización política, en el que incluso un 36% de los chilenos respaldan el golpe de Pinochet, aunque más del 70% de la población nació después de la asonada militar.  

El presidente Boric y cuatro expresidentes, tres provenientes de la Concertación de centro izquierda (Eduardo Frei, Ricardo Lagos, y Michelle Bachelet) y el dos veces electo Sebastián Piñera, de derecha, suscribieron la Declaración de Chile, que postula más democracia, aunque los partidos de derecha y ultraderecha, se distanciaron del Compromiso de Santiago y formularon su propia declaración. 

La periodista chilena Mónica González, testigo y sobreviviente del golpe, autora del libro “La Conjura: los mil y un días del golpe” y fundadora del Centro de Investigación Periodística (CIPER), atribuye el desencuentro y el estado de  crispación “a una derecha que está muy determinada por el surgimiento de una ultraderecha que reivindica a Pinochet”, y a la “crisis de seguridad ciudadana y al crimen organizado que inyecta miedo en la vena de los ciudadanos y carcome las instituciones”. 

En una conversación con Esta Semana y CONFIDENCIAL, González reivindicó el legado de Salvador Allende, su compromiso “hasta la médula con la democracia” y su integridad: “no hubo un peso del erario nacional, que fuera a parar a sus bolsillos”. Además afirmó que le dieron el golpe “porque no consiguieron más apoyo para derrocarlo con una acusación constitucional y porque no pudieron demostrar que era corrupto”.

En septiembre de 1973, vos eras una periodista, madre de dos niñas jóvenes, y apoyabas el Gobierno de la Unidad Popular. ¿Cómo viviste ese 11 de septiembre, o cómo sobreviviste el golpe militar contra Salvador Allende?

-Tenía dos hijas chicas de cuatro años y medio y tres años. Era periodista en el diario del Partido Comunista. Entonces, yo me fui a mi lugar de trabajo, y quise quedarme ahí. Hasta que ya fue imposible y los compañeros de la imprenta me echaron porque venían a allanar. Nos fuimos al local del sindicato. Desde ahí vimos, un grupo de periodistas y directivos del diario, como bombardeaban La Moneda. No podría describirte lo que sentí. Hija de un obrero ferroviario, de un padre que me enseñó siempre que esto había costado tanto, fue como quedarse desnuda en la plaza pública a merced de la violencia, de algo que te destruye el mundo. Efectivamente, nos marcó un antes y un después. Quedamos al descampado a merced de las bestias, porque ese día en Chile se desataron las bestias. Despedazaron huesos, violaron mujeres, despedazaron estómagos con corvo para tirarlos al mar, mataron a patadas a mujeres embarazadas y no les importó ver en sus vientres esos bebés.

Mónica González, periodista chilena, testigo y sobreviviente del golpe, autora del libro “La Conjura: los mil y un días del golpe”. | Foto: Confidencial

-¿Cómo escapaste de ser detenida?

-Sí. No fui detenida. La odisea de ese día fue terrible y la señora que trabajaba en mi casa se llevó a mis hijas. Me dijo: a usted la van a detener. Yo me las llevo, yo las salvo. Y ella las tuvo y las salvó. Y una vecina, como ocurre en todos los países cuando se desencadenan los demonios, me denunció. Su marido me avisó, entonces pude salir arrancando. Y a partir de ahí no tuve casa. La destruyeron completa. No tengo fotos. Eso es muy triste. No hay registro. Está lo que te queda aquí, la memoria. A partir de ahí viene otra vida, la nueva vida. Ayudar a asilar gente a que se salvara. Encontrarme con mis hijas. Encontrar otra casa. Hasta que tuve que salir. Y salí al exilio, a París, donde fui obrera imprentera.

La conspiración y el golpe contra Allende

-Tu libro “La conjura, los mil y un día del golpe” narra un proceso de conspiración político militar que empezó desde el propio día en que Allende ganó la presidencia en 1970. ¿Era inevitable su derrocamiento por la violencia tres años después? 

-Yo volví a Chile en el 78 y desde entonces me obsesioné con cómo se desencadenó la máquina de muerte, porque nos volvimos locos, unos a convertirse en tropas de ocupación, y otros a intentar salvarnos, escondernos, resistir. Eso partió. Algo pasó. Y ese algo pasó antes incluso de que Allende pusiera un pie en La Moneda. 

Una de las cosas que ha pasado en este aniversario 50 del golpe es que ya nadie podría decir nunca más que el golpe fue hecho porque Allende quería, como se ha dicho y algunos lo siguen diciendo, llevar el país al comunismo. No, Allende fue un demócrata hasta la médula, hasta las últimas consecuencias. Lo demostró suicidándose en La Moneda. 

Esta entrevista la hizo el periodista Carlos Chamorro, director de Confidencial. Puede leerla completa en este enlace

Fuente de TenemosNoticias.com: efectococuyo.com

Publicado el: 2023-09-11 12:36:24
En la sección: Internacionales – Efecto Cocuyo

Publicado en Internacionales