Parcialidad de Lula hacia Maduro lo descarta como mediador en conflicto político, señalan analistas

Con el ascenso de Gustavo Petro al poder en Colombia y el retorno de Luiz Inácio «Lula» Da Silva a la presidencia de Brasil, algunos analistas políticos e internacionalistas apostaron a cierto pragmatismo en la política exterior de ambos y que con ello pudieran servir de mediadores o al menos de «puentes» en la búsqueda de una solución democrática al conflicto venezolano, por el acceso de ambos a Miraflores. 

Tras la conferencia internacional en Bogotá y el recibimiento de Lula Da Silva a Nicolás Maduro en Brasilia, sumado a la posición que expresó el mandatario brasileño sobre la crisis venezolana, en rueda de prensa conjunta este 29 de mayo, dichas aspiraciones a que pudieran contribuir con una salida democrática, quedaron «descartadas», según analistas consultados por Efecto Cocuyo. 

«Las declaraciones de Lula son graves, decir que la falta de democracia y el autoritarismo es una narrativa. Hay víctimas que han declarado, un caso abierto de investigación en la Corte Penal Internacional (CPI), no hay forma de sostener que los crímenes de lesa humanidad son una narrativa. Los aliados de Maduro quieren hacer ver que hay democracia en Venezuela, por ello dudo que estén interesados en que se den condiciones democráticas para las elecciones de 2024», sostuvo la politóloga Nastassja Rojas Silva. 

«Lula menosprecia derechos humanos»

En el Palacio de Planalto, Lula Da Silva no ahorró elogios hacia Maduro, a quien reconoció como un «presidente electo por su pueblo» y rechazó las sanciones internacionales de países como Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) solo «porque no les cae bien».

«Han construido una narrativa contra Venezuela, nosotros viajamos y le dijimos al mundo que no era cierto, deben deconstruir esa narrativa de autoritarismo y falta de democracia por su propia narrativa para que cambien de opinión (…) 900 sanciones porque no les cae bien el presidente, eso es inaceptable. Los adversarios tendrán que disculparse por el daño que causaron en Venezuela», sugirió Lula a Maduro.

Si bien la también internacionalista espera que Lula Da Silva participe en  iniciativas internacionales sobre el tema de Venezuela y en conversaciones con Maduro para tratar la crisis política, advierte que se debe tener claro «de qué lado está», al igual que Petro. 

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«Ni a Lula ni a Petro se les puede ver como mediadores en la situación venezolana porque vienen a lavarle la cara a Maduro y les interesa que permanezca en el poder. Petro lo necesita para continuar con las negociaciones con el ELN y Maduro ha dicho que le suministrará electricidad a Brasil a pesar de que en Venezuela hay una crisis con este servicio. Poco harán para que en Venezuela haya elecciones libres y democráticas», aseguró. 

Al igual que Rojas, el internacionalista Félix Arrellano no ve a Lula Da Silva como mediador en la crisis política de Venezuela por su «articulación» con Miraflores. Señaló que pudiera servir de puente, influir, tener acceso a Miraflores para transmitir mensajes, pero que a partir de este 29 de mayo no se verá equilibrado.

«La cumbre que convocó Lula no empezó muy bien con las declaraciones que ha emitido sobre Venezuela. Si en el tema venezolano aspiraba algún papel de mediación se lo autoeliminó al emitir los conceptos que emitió con la llegada de Nicolás Maduro a Brasil. El menosprecio por el tema de los derechos humanos creo que le sale caro porque el presidente de Chile (Gabriel Boric) por ejemplo, es un ferviente defensor del tema de los derechos humanos y ha hecho duras críticas a Nicaragua, a Cuba y Venezuela», subrayó Arellano.

¿Qué pasa con la integración latinoamericana? 

Ambos analistas tampoco son optimistas con la iniciativa de «integración» latinoamericana que parte de Brasil con la organización de una cumbre a la que invitó a once países, entre ellos Argentina y Uruguay, por el «sesgo» ideológico que se pretende imprimir.

«Hay una vacante en el puesto de líder regional que en algún momento ocupó Hugo Chávez y ahora Lula y Petro van por ello, de allí que no les importa dar declaraciones que para otros son incómodas pero que los posicionan en la región», apuntó Rojas.

La también consultora de Derechos Humanos, Migración y Género cree que la región seguirá «fracturada» porque cada país tiene su agenda y porque tanto Brasil como Colombia carecen de los recursos económicos que sí tuvo Chávez para promover su modelo de integración. 

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Arellano tampoco ve viable las pretensiones de liderazgo de ambos mandatarios por ahora porque enfrentan crisis internas traducidas en polarización, enfrentamientos con medios de comunicación, sectores militares, gremios empresariales, congresos opuestos y fragmentados, lo que lleva Lula, indicó, a querer fortalecer su estrategia internacional pero con posturas desequilibradas, primero en la guerra de Rusia contra Ucrania que a su juicio no fue bien recibida y ahora en la región. 

«Hay divergencias serias entre Uruguay, Ecuador, Paraguay versus Lula, México, Argentina, así que están a flor de piel, son marcadas, mi expectativa es solo lograr un esquema de trabajo para tratar de reflotar Unasur, pero no creo que vaya más allá, si la resucitan seguirá siendo un organismo marcadamente ideológico y en consecuencia excluyente y fragmentador» acotó Arellano.