El movimiento obrero argentino convoca a su primera huelga para frenar los proyectos de Milei | elperiodico.com

El verano argentino será flamígero por cuestiones políticas. El movimiento obrero argentino ha convocado el 24 de enero a una huelga de 12 horas contra el Gobierno de ultraderecha y su programa radical de cambios económicos, normativos y sociales. La Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) decidieron acelerar su plan de lucha después de que el presidente Javier Milei remitiera al Parlamento una ambiciosa ley más de 600 artículos que le otorgan al Ejecutivo atribuciones para legislar en los hechos pasando por arriba del ámbito parlamentario natural. El programa incluye severas sanciones para quienes protesten en el espacio público. El llamado a la huelga supone en los hechos un desafío al proyecto de llevar adelante una revolución conservadora. «Nos llevan a la Argentina pastoril» advirtió en ese sentido la CGT.

El diario La Nación recordó que nunca antes desde que se recuperaron las instituciones democráticas, hace cuatro décadas, un jefe de Estado debió enfrentar tan rápido una medida de fuerza de esa naturaleza. «Hasta ahora, el presidente que más tempranamente sufrió una medida sindical de rechazo fue el radical Fernando de la Rúa (1999-2001). En aquel entonces, a la CGT le alcanzaron solo 77 días del gobierno de la Alianza para emprender su primer paro». El dato, añadió la publicación, «cobra mayor magnitud cuando se lo coteja con otro récord llamativo. Pese a contar con un sinfín de indicadores económicos negativos, la gestión de Alberto Fernández (2019-2023) fue la única que desde 1983 no sufrió ninguna huelga por parte de las centrales sindicales».

Héctor Daer, uno de los secretarios generales de la CGT, hegemonizada por el peronismo, actualmente en la oposición, aseguró que la huelga se decidió «unanimidad» debido el carácter «no constitucional» de las leyes que propone un Gobierno que previamente dio a conocer un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que buscan desregular la economía, recortar derechos laborales, entre ellos el derecho a huelga, habilitar la venta de tierras a extranjeros y privatizar empresas estatales. «No hay ni necesidad ni urgencia para aparecer con tantos artículos que dan vuelta la matriz administrativa de nuestro país».

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La medida de fuerza incluye una movilización al Congreso, el escenario donde la ultraderecha necesita encontrar la luz verde para que avancen sus iniciativas. «El objetivo de haber elegido esa fecha es que la medida de fuerza coincida con la previa a la votación en el parlamento del paquete económico», señaló el diario Ámbito Financiero. «Con esta decisión, el movimiento de los trabajadores busca presionar sobre legisladores propios para evitar posibles fugas de votos hacia la estrategia de La Libertad Avanza (LLA)». El dirigente del sindicato de camioneros, Pablo Moyano, auguró una «movilización multitudinaria».

El sindicalismo se había movilizado el pasado miércoles para impugnar el DNU frente a la sede de los Tribunales.