«¡Cinco años es mucho tiempo!» Entre la emoción de una «primera vez» y la necesidad de «aprovechar al máximo las obras», numerosos visitantes acudieron este fin de semana al museo de arte moderno Centro Pompidou en París, el último antes del cierre de su colección permanente por obras.
En los niveles 4 y 5 del vasto edificio multicolor, que alberga unas 2.000 obras de arte en 12.000 m², el público llenó las salas y pasillos: para celebrar este adiós, la entrada fue gratuita y los visitantes pudieron disfrutar de una programación cultural y festiva con actuaciones, talleres y DJ.
Algunos sacaron sus teléfonos para inmortalizar un cuadro de Dalí, una obra de Pierre Soulages o una instalación de Eva Jospin. Otros se sumaron a visitas temáticas.
Frente al inmenso lienzo ‘Composición con dos loros’ de Fernand Léger, Marc Dexemple y Allan Piasentini, de 18 años, conversaban. «Tienes derecho a que no te guste«, le dice el primero al segundo. «Intentamos comprender leyendo las cartelas», cuenta a la AFP Allan, quien visitaba el museo por primera vez.
Visitantes observan «Respirare l’Ombra» del artista italiano Giuseppe Penone (izda.) y «Cerchio di plume, cerchio di fuoco» del artista italiano Claudio Parmiggiani (dcha.) dentro de la colección permanente del Centre national d’art et de culture Georges-Pompidou / ANNA KURTH / AFP
También era la primera vez para Alyssa, de 11 años, que vino a ver en persona los cuadros de Piet Mondrian que su profesora de arte le había mostrado. Lo mismo para su abuelo, Gervais Essob, de 62 años, pintor aficionado y residente en París desde hace seis años.
Visita inédita también para Paula Goulart, una brasileña de 25 años que, cámara en mano, confesó haber venido principalmente por la vista panorámica desde la cima del Centro Pompidou. Su amiga portuguesa Luisa Fraga, habitual del museo, quería «disfrutar al máximo de las obras antes de que desaparezcan temporalmente».
«Desarrollar una mirada»
«Me encanta Matisse. Fue el primer pintor que estudié en el instituto«, cuenta Yujie Zou, sentada en un banco de la sala Henri Matisse, cerca del cuadro ‘El violinista en la ventana’. Graduada el verano pasado, aprovecha su tiempo libre en Europa antes de regresar a su país, China.
Frente a ‘La tienda de Ben’, obra del artista conocido por sus eslóganes escritos a mano en blanco sobre fondo negro, fallecido el año pasado, el director de públicos, David Cascaro, expresa su entusiasmo por esta pieza «dinámica» y «viva».
Visitantes observan «Naturaleza muerta con bailarinas» del pintor alemán Emil Nolde dentro de la colección permanente del Centre national d’art et de culture Georges-Pompidou (Centro Pompidou) en París el 8 de marzo de 2025. / ANNA KURTH / AFP
«En los años 80, 90 y 2000, Ben la fue completando con objetos añadidos. ¡Es algo bastante raro en la historia del arte y de los museos!», explica a unas 30 personas que lo escuchan atentamente.
Tras el cierre del museo el lunes por la noche, que recibió 3,2 millones de visitantes el año pasado, las obras serán trasladadas en camiones a depósitos o a otros museos en París, Francia y el extranjero.
El 22 de septiembre
El Centro Pompidou, inaugurado en 1977, cerrará completamente el 22 de septiembre con su última exposición temporal, para someterse a unas obras colosales de descontaminación de amianto y renovación que durarán hasta 2030.
«Estoy triste«, confiesa Elisa Hervelin, guía del museo desde hace 14 años, después de explicar a unos visitantes la técnica de Sonia y Robert Delaunay a través del cuadro ‘Carrusel de cerdos’. «Trasladar las obras a otros lugares… Nunca volveremos a ver esta colección en su forma actual», lamenta la historiadora del arte. «Sobre todo, echaré de menos al público, tan curioso y abierto», dice, acostumbrada a recibir tanto a abonados como a nuevos visitantes y escolares. «¡Cinco años es mucho tiempo!»
Los visitantes observan ‘Bildnis der Journalistin Sylvia von Harden’, del artista alemán Otto Dix, dentro de la colección permanente del Centre national d’art et de culture Georges-Pompidou (Centro Pompidou) en París, el 8 de marzo de 2025 / ANNA KURTH / AFP
También se prepara para esta pausa Amélie Bernard, de 21 años, estudiante de artes plásticas y abonada al museo. «Desde hace dos años vengo más o menos una vez al mes. Me ha resultado muy enriquecedor. He podido desarrollar una mirada para el arte contemporáneo y ampliar mi cultura para mis estudios».
«Siento que lo he aprovechado, pero aun así, es una pena«, admite.
Y concluye con optimismo: «¡Esto me obligará a visitar otros museos, y la verdad es que me hace falta!»
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2025-03-09 14:02:00
En la sección: El Periódico – internacional