El uso indebido de las cámaras de los agentes sacude a la policía británica | elperiodico.com

El uso indebido de las cámaras en los uniformes de la policía sigue generando polémica en el Reino Unido casi 20 años después de su implementación. Una investigación de la BBC ha revelado este jueves más de 150 casos en los que agentes de cuerpos policiales en Inglaterra y Gales evitaron compartir grabaciones como pruebas en los juicios, apagaron las cámaras en situaciones violentas o incluso compartieron vídeos con otros compañeros a través del teléfono móvil o por correo electrónico, incluidas las imágenes de una persona desnuda.

El reportaje muestra la historia de dos hermanos, Louisa y Yufial, que fueron arrestados durante una manifestación del movimiento Black Lives Matter convocada en Londres en mayo de 2020. Los dos iniciaron un periplo de dos años para conseguir las grabaciones de los agentes ese día, que demostraron que habían sido agredidos en primer lugar antes de ser detenidos. El tribunal los liberó de todos los cargos, pero las secuelas psicológicas permanecieron. «Podría haber pasado tiempo lejos de mi familia, de mi hija, y de todo lo que amo por culpa de unas mentiras maliciosas«, explica Louisa a la televisión pública británica.

Falta de transparencia

A pesar de la inversión de 90 millones de libras (104 millones de euros) en la última década, la incorporación de cámaras en los uniformes de los agentes no ha servido, en muchos casos, para facilitar la obtención de pruebas y proteger los derechos de las víctimas. La falta de transparencia en la entrega del material audiovisual, tanto en sede judicial como ante los medios de comunicación, ha puesto en evidencia a los cuerpos policiales, que han calificado los hechos como «impactantes«.

El responsable de esta área en el Consejo Nacional de Jefes de Policía (NPCC, por sus siglas en inglés), Jim Colwell, ha asegurado que tomarán medidas contundentes para evitar que los agentes utilicen los dispositivos de forma inadecuada. «Los casos en los que se ha hecho un mal uso de las cámaras y en los que las grabaciones no se han tratado de forma correcta son realmente decepcionantes. Entiendo que la gente esté preocupada por esto», ha explicado Colwell. Por su parte, el Ministerio del Interior ha insistido en que el uso de las cámaras debe ser «legal, proporcionado y justificado«.

Protestas de los agentes

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Las revelaciones de la televisión pública británica se producen pocos días después de la protesta de cerca de 300 de agentes de la Policía Metropolitana de Londres por la imputación de un compañero, acusado de matar al joven negro Chris Kaba en septiembre del año pasado. Una muerte que provocó una ola de protestas del movimiento antirracista. Tras conocer la imputación el pasado fin de semana, los agentes entregaron sus permisos para usar armas con el objetivo de reclamar una mayor protección legal en este tipo de situaciones, a pesar de que Kaba iba desarmado en el momento en que fue abatido por la policía. 

Las protestas de los agentes obligaron a la Policía Metropolitana a pedir el apoyo del Ejército para cubrir las vacantes a principios de esta semana, aunque la mayoría de ellos ya han retomado sus funciones después de que el Gobierno haya mostrado públicamente su apoyo al cuerpo policial. «Nuestros agentes realizan un trabajo increíblemente difícil. Toman decisiones a vida o muerte en una fracción de segundo para mantenernos a salvo y merecen nuestra gratitud por su valentía«, ha asegurado esta semana el primer ministro, Rishi Sunak. El Ejecutivo se ha comprometido a revisar los poderes legales con los que cuentan los miembros de las fuerzas policiales para prestarles una mayor protección en estas situaciones.