Indignación en el Gobierno por una reunión de la OTAN con la industria de defensa que deja fuera a firmas españolas | elperiodico.com

La reunión informal con representantes de la industria de la defensa trasatlántica organizada por la OTAN, que tendrá lugar este jueves antes del inicio de la reunión ministerial de ministros de Defensa de la Alianza Atlántica, no contará con ninguna empresa española. Al encuentro han sido invitadas un total de 25 empresas pero ninguna con sede en España por lo que la ministra de Defensa, Margarita Robles, no acudirá al encuentro, según han confirmado fuentes aliadas, que consideran el proceso llevado acabo por el equipo del secretario general, Jens Stoltenberg, «poco transparente» y «poco inclusivo».

España considera que este primer encuentro con el sector supone «un mal punto de partida» porque solo estarán presentes en el cuartel general aliado empresas de 18 países de los 31 aliados, se ha realizado sin las habituales consultas y se desconocen los criterios seguidos por el secretario general en el proceso de selección. «Hemos invitado a pequeños, medianos y grandes productores de defensa de toda la Alianza a un acto informal. Esto permitirá a los ministros de Defensa debatir directamente con la industria la mejor manera de aumentar la producción, asegurar nuestras cadenas de suministro y eliminar las barreras a la cooperación», ha explicado Stoltenberg durante una rueda de prensa. Según ha confirmado, al evento también acudirá la UE, que tiene su propio plan de compras conjuntas, y Ucrania.

Sobre la ausencia de las empresas españolas el noruego se ha limitado a señalar que hay «varios aliados» que no estarán presentes en la reunión y que el motivo es que se trata de un encuentro con un grupo «seleccionado relativamente pequeño» al que seguirán otros encuentros en el futuro. Según las fuentes consultadas, lo ocurrido es «grave» pero no «irreversible» y confía en que se resuelva en futuros encuentros. España no es el único país cuya industria se ha quedado fuera. En la misma situación está por ejemplo Países Bajos y hay más aliados incómodos con la forma en que se ha gestado este primer encuentro.

El dirigente, que en principio dejará el cargo de secretario general a finales de septiembre, ha recordado que la OTAN ya cuenta con otros foros y ámbitos de cooperación con la industria y que habrá nuevas ocasiones para avanzar con la industria en los planes de producción. De hecho, los ministros examinarán en la ministerial un nuevo plan de acción para la producción de defensa que confía aprueben los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza en la Cumbre de Vilnius (Lituania), el 11 y 12 de julio. «Su objetivo es resolver rápidamente la escasez de existencias partiendo de la base de 1.000 millones de dólares en compras conjuntas sólo para munición de 155 milímetros que ya están en marcha este año», ha precisado sobre un plan muy similar al diseñado por la UE.

La exclusión de empresas de un país del tamaño y peso de España ha suscitado un gran malestar en el Gobierno, que espera cumplir con el objetivo de destinar el 2% del PIB a inversión en defensa para 2029. Que España pase en un año de anfitriona de una cumbre histórica de la OTAN a potencia marginada en los proyectos de incentivación industrial de la Alianza Atlántica ha sentado muy mal en el Ministerio de Defensa, donde no se oculta ni un ápice del disgusto que Robles y su staff llevan días exteriorizando con paulatina ausencia de disimulo. «España ha vetado ese plan industrial por no incluir empresas españolas y hasta que no haya empresas españolas no vamos a levantar el veto«, ratifican portavoces de ese departamento.

11.500 millones de facturación

Hasta Madrid ha llegado la impresión, transmitida desde las terminales de Defensa en Bruselas, de que es el equipo de Stoltenberg más que el propio secretario general el autor del agravio. Pero eso no aminora el enfado. Preguntadas sobre si desde la cúpula de la Alianza se ha trabado contacto este miércoles con Madrid, las referidas fuentes de Defensa no muestran ni un solo gesto de distensión que relatar antes de la cita de este jueves. La ministra Robles sí estará en todo caso en la reunión del grupo de contacto para Ucrania prevista para este jueves para hablar de las contribuciones de material militar a Ucrania y en la primera sesión de trabajo de los ministros aliados por la tarde. La cita servirá para preparar la cumbre de Vilnius que aprobará los nuevos planes regionales de la Alianza.

La noticia de la organización del encuentro informal con la industria de defensa ha cogido por sorpresa a un sector español de 11.500 millones de euros de facturación (cifras de 2022, incluyendo sectores aeronáutico y espacial), el 9% del PIB industrial español, que solo hace un mes había incrementado la presencia y el interés exterior por su principal muestra, Feindef, feria Internacional que ha llegado con éxito a su tercera edición en Madrid. 

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Pero reina en el sector la discreción que le caracteriza. Guarda prudente silencio el presidente de la Fundación Feindef, Julian García Vargas, exministro socialista de Defensa, al que la noticia ha pillado con consejeros de su entidad en la Feria de Defensa de París. Y se abstiene de momento de hacer comentarios TEDAE, la agrupación de las firmas de tecnología de seguridad y defensa, uno de los principales foros de innovación electrónica e informática del país, que preside el también exministro Ricardo Martí Fluxá.

A AESMIDE, patronal de pequeños contratistas con las administraciones públicas (en el caso de Defensa, uniformes, catering…) la noticia les ha pillado preparando su asamblea general para mañana en Córdoba. El asunto «no va en el orden del día, pero se comentará seguro en los corrillos de los asistentes», aseguran desde su directiva, que preside Gerardo Sánchez Revenga. En este campo, lo que se tenía que decir se ha hecho ya llegar a la ministra, refieren informalmente desde una de las principales firmas de armamento del sector, con importante implantación internacional.