El conflicto interno venezolano hizo su aparición en la septuagésima novena Asamblea General de Naciones Unidas antes de que se presentara el representante del Gobierno de Nicolás Maduro. El presidente chileno, Gabriel Boric, aseguró que en Venezuela existe una «dictadura» que «pretende robarse una elección». A pesar de la fuerte crítica llamó a la comunidad internacional a encontrar una salida pacífica a la crisis política en ese país para que se «reconozca el triunfo de la oposición» en los comicios del pasado 28 de julio. El Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Supremo proclamaron la victoria de Maduro sin presentar las actas que lo acrediten. Esa omisión es la fuente del malestar internacional y del rechazo opositor que llevó al exilio a Edmundo González Urrutia, quien se ha proclamado el vencedor de la contienda.
Boric consideró que las presiones económicas no contribuyen a resolver un problema que afecta a la región. «Tengo el deber de decir que las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos, tal como se lo he dicho personalmente al presidente (Joe) Biden, no ayudan a la solución del conflicto, sino que por el contrario, lo agravan».
Remarcó al respecto que esas medidas «golpean más al pueblo venezolano que a sus actuales gobernantes; golpean a los humildes, a los trabajadores, porque la crisis política se conjuga con la crisis económica, y en conjunto estas han empujado a más de siete millones de venezolanos al exilio». En ese sentido remarcó que «Chile no está en condiciones de recibir más migración» proveniente de ese país.
No es la primera vez que el joven mandatario de izquierdas arremete contra Maduro, quien a su vez aseguró que el presidente traiciona el legado de Salvador Allende. En Chile residen unos 440.000 migrantes venezolanos.
Petro, Lula y Milei
La elocuencia de Boric contrastó con la ausencia del tema venezolano en el discurso del brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y la mesura en la exposición del colombiano Gustavo Petro. Ambos presidentes han intentado mediar en el conflicto del vecino país sin el éxito que esperaban. «Ese 1% más rico de la humanidad, la poderosa oligarquía global, es la que permite que se tiren bombas a las mujeres, ancianos y niños de Gaza, del Líbano o de Sudán; o se bloqueen económicamente los países rebeldes que no encajan en su dominio, como Cuba o como Venezuela», dijo Petro y generó una fuerte polémica en la propia Colombia, donde especialmente la oposición esperaba palabras más firmes hacia Maduro.
El ultraderechista Javier Milei habló en tanto de la «dictadura sangrienta» en Venezuela, en medio de la controversia que mantiene con Caracas después de que un tribunal argentino pidiera la captura internacional de Maduro por presuntas violaciones a los derechos humanos. Previamente, la fiscalía venezolana había hecho lo propio, acusando a Milei de «robo agravado» de un avión en Buenos Aires.
El reclamo judicial argentino a Interpol ha tenido otro impacto por haberse formulado en vísperas de la Asamblea General. El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gila aseguró que se ha tratado de un «desfachatado simulacro de decisión» de un tribunal que constituye «una afrenta a la tradición de grandes juristas de la nación argentina«. Según Gil, el pedido de captura es «ridículo» y una «burda reacción» a la petición que hizo la semana pasada el fiscal general Tarek William Saab.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2024-09-24 18:39:27
En la sección: El Periódico – internacional