«Generar fuerzas en la UE es un esfuerzo penoso, es un esfuerzo triste», ha lamentado el almirante Juan Francisco Martínez Núñez ante una amplia representaciòn de los parlamentos europeos reunida en Madrid. El secretario general de Política de Defensa (SEGENPOL) ha verbalizado así la principal queja de los militares europeos con sus políticos: en la UE hay Brújula Estratégica, pero aún falta superar bloqueos y particularismos para contar con una verdadera defensa europea.
«Para la pequeña misión en la República Centroafricana han sido necesarias doce conferencias de generación de fuerza, ¡doce!», ha deplorado el SEGENPOL. Ha puesto ese ejemplo el alto cargo de Defensa en el cierre de la Conferencia Interparlamentaria para Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, reunida este lunes en Madrid.
En la misma mesa, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante Teodoro Esteban López Calderón, ha reivindicado un mando único y una financiación coordinada para las misiones militares europeas en el exterior. «Sin Estado Mayor, sin sistema de mando y control, ¿quién manda la fuerza?», ha preguntado el JEMAD a los parlamentarios. En estas condiciones, cumplir los objetivos de la Brújula Estratégica europea para 2025… «lo veo complejo», ha predicho eufemísticamente.
Fracaso y riesgo
Pero sí ha hablado sin ambages el JEMAD sobre dos realidades de la acción militar europea. Una, la paulatina retirada de la UE en el Sahel ante Rusia; y dos, la necesidad imperiosa de armamento que supone la guerra de Ucrania.
Sobre el primer asunto, López Calderón ha revelado una anécdota: viajó a la República Centroafricana al poco de tomar allí el control de la seguridad la firma rusa de mercenarios Wagner. Las autoridades de aquel país le dijeron: «Teníamos a los insurgentes a escasos días de tomar la capital; nadie más nos ayudaba y los rusos nos ofrecieron ayuda. ¿Les teníamos que decir que no?».
Es la dimensión de lo que el JEMAD ha tildado de «fracaso» en las misiones europeas en el peligroso patio trasero africano. López Calderón ha opinado que las próximas misiones no deben limitarse a instruir fuerzas locales, sino también a dotar de armamento y acompañar a esas fuerzas en sus operaciones. De la misma forma, la acción militar deberá «coordinarse con la social y de desarrollo».
Pero la conferencia se celebraba a apenas tres horas de vuelo del frente de Ucrania. Y ha sido ese peligro el que más ha ocupado la agenda. El almirante López Calderón ha advertido de «un problema que se va a hacer crítico con el tiempo»: los países europeos han cedido ya armas a Ucrania hasta el límite de su propia capacidad de disuasión, y la industria de defensa «tiene una demanda tan descomunal que hay dudas serias de que pueda reaccionar» a tiempo.
Los dos almirantes españoles sí han reivindicado un éxito ante los diputados europeos: el apoyo de Europa a Ucrania «hace desaparecer en Estados Unidos los recelos» ante una voluntad europea de defensa propia, ha aseverado Martínez Núñez. También ha celebrado que el BREXIT no tuviera mayor impacto en la Unión: «Nuestros colegas británicos sienten que hace frío fuera de la UE», ha añadido.
Pero el JEMAD ha aludido a otro motivo de preocupación: «China está haciendo evolucionar a sus Fuerzas Armadas, de centradas en su territorio continental a otras de proyección, para asegurar sus líneas de suministro». Vuelta a mirar a África, a la base naval china en Djibouti y a la que quiere Beijing plantar en el Golfo de Guinea.
La guerra será larga
Ha sobrevolado el encuentro parlamentario de Madrid un convencimiento casi unánime de que la paz en Ucrania no es precisamente un escenario inminente. Ni paz, ni siquiera un alto el fuego son aún apuntes de calendario. «Rusia está dispuesta a una guerra larga y Europa debe prepararse para un compromiso con Ucrania a largo plazo», ha advertido a los diputados y eurodiputados el director general para Rusia y Europa del Este del Servicio Europeo de Acción Exterior, Luc Devigne.
En comparecencia matinal, el alto cargo de la Unión ha confirmado que los distintos ejércitos europeos han entrenado ya a 27.000 soldados ucranianos y que la previsión europea es de 40.000 para final de año.
Devigne ha salido al paso de críticas sobre la eficacia de las sanciones europeas a Rusia asegurando que los 11 paquetes de castigos emprendidos contra instancias rusas desde 2014 «demuestran una unanimidad absoluta de la UE. Son hechos, no palabras».
El compareciente ha semblado dos disposiciones de Europa. Una: «Hemos apoyado de forma continuada a Ucrania y lo seguiremos haciendo». Y otra: «Tenemos que combatir la desinformación rusa hoy presente en nuestros países. Rusia quiere acabar con nuestra unidad».
Pero quizá su mensaje de más alcance ha sido una advertencia: «Cualquier apoyo de China a Rusia va a tener consecuencias. No le veo el interés que pueda tener China en esto».
Críticas
Lo ha dicho el alto burócrata antes de rechazar las críticas de quienes achacan a Europa no haber explorado la vía diplomática con Rusia. «Se ha intentado el canal diplomático una y otra vez. Hubo 21 consultas con Rusia sobre los acuerdos (occidentales) con Ucrania, y en ninguna pudo demostrar Rusia ningún efecto negativo. Hubo reuniones de jefes de Estado (con Putin)… pero hacen falta dos para llegar a la paz».
Las intervenciones han discurrido a lo largo de la jornada entre expresiones de recelo hacia China, reafirmaciones del apoyo a Ucrania, autocríticas sobre la política europea en el Sahel y, también, críticas y lamentaciones por la ausencia en la cita de Madrid del alto representante europeo, Josep Borrell -reunido este lunes con autoridades ucranianas en Kiev y Odesa-, y de parlamentarios de Ucrania y de Moldavia, estos últimos aunque solo fuera como gesto testimonial, en una cita en la que sí estaban invitados diputados turcos y serbios.
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Es el tono que ha mantenido una asamblea con tal variedad de integrantes que no han podido faltar algunas propuestas exóticas. Entre ellas, la de Kalev Stoicescu, presidente del Comité de Defensa del Riigikogu, el parlamento de Estonia: que en Europa no se emplee más la palabra «troika». El diputado estonio ha basado su propuesta en que «troika es un término ruso, y tenemos hermosas palabras propias en nuestros idiomas para decir lo mismo».
Entre tanto, representantes de la troika -o sea, de la Comisión Europea, del Consejo Europeo y de la comisaría de Política Exterior y Seguridad Común- tomaban café en una sala contigua, sentados en un encuentro informal.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2023-10-02 13:04:31
En la sección: El Periódico – internacional