Se avecinan días ajetreados para el primer ministro británico, Keir Starmer. Su intención de llevar a votación la próxima semana un ambicioso plan de recortes sociales ha puesto en pie de guerra a más de un centenar de diputados laboristas, que amenazan con provocar una rebelión interna de consecuencias impredecibles. Tanto Starmer como sus ministros están tratando de convencer a sus diputados para que cambien de opinión antes de presentar el paquete de medidas el próximo martes en el Parlamento, conscientes de que una derrota pondrá en entredicho el liderazgo del primer ministro y su continuidad en Downing Street.
La propuesta, presentada el pasado marzo por la ministra de Trabajo y Pensiones, Liz Kendall, prevé endurecer las condiciones de acceso a las ayudas por enfermedades físicas o mentales, especialmente entre los más jóvenes. Una de las medidas más polémicas es la limitación en el acceso a los complementos por problemas de salud del llamado Crédito Universal, una prestación que pueden recibir las personas en edad laboral con bajos ingresos. El objetivo es ahorrar cerca de 5.000 millones de libras anuales (6.000 millones de euros) en los próximos cinco años y frenar el aumento del número de personas que reciben ayudas por enfermedad en el Reino Unido, una cifra que se ha disparado tras la pandemia.
Starmer ha asegurado que el estado del bienestar está “roto” y ha insistido en su voluntad de reformarlo cuanto antes para garantizar su supervivencia a largo plazo. “Los británicos merecen protección y dignidad cuando no pueden trabajar, y apoyo para encontrar trabajo cuando pueden hacerlo. En este momento, el sistema fallido creado por los conservadores, que no logra ninguno de estos dos objetivos, les falla cada día. Sé que hay colegas en toda la Cámara que están deseando empezar a arreglar eso, y yo también, y que todos los colegas quieren hacerlo bien, y yo también”, ha asegurado el primer ministro este jueves en el Parlamento, pocas horas después de calificar la amenaza de rebelión interna como “ruido de fondo”.
Rebelión interna
Pero por ahora esta amenaza es más real que nunca. Más de 120 diputados laboristas, casi un tercio del total, han firmado una enmienda para retrasar los planes del Ejecutivo, algo que ha puesto en riesgo la aprobación de los recortes. “El primer ministro está completamente equivocado y debe repensar su propuesta. Está ignorando la opinión de las personas con discapacidad y la de los miembros de su partido en el Parlamento. Si sigue adelante con ello será una humillación para él”, ha asegurado la veterana diputada laborista Diane Abbott en una entrevista al canal ITV. “Incluso si no sale perdiendo directamente, el tamaño de la rebelión será muy doloroso”.
Tanto Starmer como los miembros de su Gobierno han suavizado el tono en las últimas horas y están tratando de convencer a los diputados díscolos. El primer ministro se estaría planteando incluso eliminar algunas partes del paquete de medidas, según la prensa británica, con el objetivo de evitar una difícil derrota en la votación de la próxima semana. Los próximos días serán determinantes para valorar el apoyo al Gobierno, que podría optar por aplazar la votación en caso de no conseguir contentar a los suyos antes del martes.
Auge populista
Los recortes en las prestaciones sociales se suman a otra serie de medidas polémicas aprobadas por el Gobierno laborista desde su llegada al poder hace un año, incluido el fin de las ayudas a todos los pensionistas para el pago de la calefacción en invierno. Una medida que también provocó las críticas de algunos diputados laboristas y que el Ejecutivo se vio obligado a suavizar meses más tarde tras sufrir una importante derrota en las elecciones locales celebradas en algunos municipios de Inglaterra el pasado mayo. El resultado de los comicios puso en evidencia la pérdida de apoyos de los laboristas en favor del partido populista Reform UK, especialmente en las zonas más deprimidas del país.
Los diputados rebeldes temen que los nuevos recortes impulsados por el Gobierno pongan en riesgo sus escaños en la Cámara de los Comunes ante un Reform UK que está apelando cada vez más a las familias trabajadoras. Según una encuesta publicada por el instituto demoscópico YouGov este jueves, el partido del populista Nigel Farage se convertiría en la primera fuerza en el Parlamento con 271 diputados —muy por encima de los cinco que tiene actualmente— en caso de que se celebrasen nuevas elecciones generales, frente a los 178 que obtendrían los laboristas y los 46 de los conservadores.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2025-06-26 07:43:00
En la sección: El Periódico – internacional